Capítulo 16.4

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•Anabeth POV•

¿Cuanto escribió mi amigo en esa carta?. WOW al parecer la inspiración es de gran ayuda.

Han pasado par de minutos desde que pensamos como quitarle la carta a Maxwell quien sigue improvisando y mirando a la carta cada vez en cuando. 

O'Brien, no me quiere decir cual es la razón por la que la carta debe ser retirada de sus manos, pero con la seriedad que lo dice debe ser bastante grave.

–Debemos apurarnos, esta llegando a la parte.– dice Dylan acercándose a Max suavemente.

–¿De qu--?– me fulmina con la mirada.– Okay entonces, no más preguntas.– levanto las manos en modo de rendición.

Como si nada estuviera pasando Dylan hace una pequeña pausa al discurso, acercándose a Max y le susurra algo que no logro entender. Al parecer llama la atención de Lay porque finalmente se levanta de la banca suavemente y mira con la cabeza gacha. Aún así él niega y continua.

Cuando regresa me dice que no quiere entregarle la carta. –¿Qué hacemos ahora?– concluye.

–Situaciones extremas requieren medidas desesperadas.– digo con una sonrisa malvada en mi rostro.

Vamos a hacer que culmine en modo espectacular.

Camino en dirección a Max, quien igualmente camina en dirección a Lay, que nos mira sumamente confundida.

–Psss, Max necesito la carta.– el me ignora y sigue hablando para las sinceramente, 4 personas que quedan allí, podemos decir 5 con Lacey quien reprocha hacia mi.

–Déjalo terminar Ana, yo quiero ver y escuchar como termina.– dice ella agarrándome por el brazo y juntándome a ella. Max se sorprende con lo último que ha dicho y sonríe, mas solo Lay agacha su cabeza escondiendo una sonrisa igual.

La carta en si era lo bastante extensa y hermosa como para que Dylan quisiera arrebatársela. Sigo sin entenderlo, pero aún así intento quitarle la carta a Max.

Podrán imaginarse la situación de una chaparrita como yo, intentando quitarle la carta a un poste como lo es Maxwell. Que con sólo estirar sus brazos ya yo era incapaz de tomar la bendita carta.

¡Agh, qué frustrante!

De un momento a otro Dylan le había quitado la carta de sus manos y la tomaba con una cara de alivio.

Aún así Max seguía en una dichosa pelea por el papel.  En realidad se veían adorables los dos.

La conmoción que se había causado por este acto ya había desaparecido. Me imagino que muchos lo tomaron como un acto infantil y no los culparía, quien viera esta escena ahora mismo lo diría.

Parecían dos niños chiquitos peleando por algo que no querían soltar.

–¡Me has arruinado el momento!– decía Max entre dientes mientras intenta tomar la carta de las manos de Dylan.

–Hermano te estoy salvando de una. Deja las inmadureces ya.– Dylan solo sonreía nerviosamente en dirección a Lay mientras su vista viajaba entre Max y ella.

Max se cruza de brazos y da un respiro lo suficientemente hondo como para que se escuchara en todo el plantel.

–No me cansare de decirlo...– miro a Lay extrañada por su repentino susurro.– Me esta mirando fijamente a los ojos ok, Ana, Dylan me esta mirando.– al decir esto me río puesto que Lay siempre es demasiado expresiva como para contenerse.

Max se gira lentamente sobre sus talones y sonríe levemente. Veo igualmente como Dylan levanta la carta en mi dirección y hace unas señas de que la va a guardar en uno de todos los bolsos que estaban junto a nuestras mochilas.

– ¿Te envidio sabes?– dice Lay de un momento a otro interrumpiendo mis pensamientos y con un tono de decepción.– Todo un espectáculo, y nada menos que el idiota de Well.– hace una pausa y su semblante cambia.– Por un momento pensé que--– toma una bocanada de aire– Agh olvídalo si... Agradece que eres mi mejor amiga, si no estuvieras 7 metros bajo tierra. Y créeme que lo estoy considerando. Así que cuidado lo que comas por el resto de la semana.– sonríe levemente y comienza a caminar hacia Max quien no deja de decir "Lo siento."

Sigo a Lay y la tomo por el brazo, deteniéndola.– Espera, ¿por qué me dices eso? 

–Ay Anita querida, a veces racionas más lento que una tortuga amiga.– dice poniéndome ambas manos sobre mis hombros.

–En realidad no se que--

–Bueno ya que parte de esto está arruinado...– habla Max quien se encontraba a las espaldas de Lay lo que provoca que ella se gire de inmediato quedando a mi costado.– No sé como arreglarlo así que intentaré lo mejor que pueda.– aclara su garganta y traga fuerte.– De verdad, lo siento chicas por arruinarles el día así. 

Ambas negamos ante lo dicho anteriormente.– No esta arruinado, es más todavía puedes recuperarlo, échale ganas Well.– completa mi amiga en un tono comprensivo.

En silencio era quien irónicamente tenía la palabra en estos momentos.

Todas nuestras miradas cruzaban de una manera bastante cómica. Lo que causó que todos riéramos.

–¿Qué esperas Well?– digo animándolo a comenzar puesto que la confianza que en algún momento había tenido se había esfumado completamente.

Par de segundos después, nuestro amigo reacciona y da unos pasos atrás, montándose en un pequeño banco. Y se alista para comenzar nuevamente.– Pues, -deja ver como hago esto- Emmm... Cuando te conocí, – mira al suelo pensativo y se recompone– mi mundo cambio completamente y eso es lo que más agradezco, que continuamente estés allí para hacer mi día diferente.– suelto un par de grititos ante esto y Lay bueno que podemos de decir de Lay– Tu risa, tus comentarios, tu presencia, el simple hecho de que me soportes, cuando se que a veces no es así, todo eso hizo que me--

–¡Chicos , chicos!– un Dylan bastante agitado interrumpe nuevamente a Maxwell quien lo mira bastante enojado.– Perdóname ¿sí bro...?– dice en dirección a él.– Es... Es... Es Britt.

–¿Qué paso con tu chica?– pregunta Max bajándose del pequeño banco.

–Desapareció, no la encuentro, no me responde llamadas, ni absolutamente nada.– se agacha y cubre su cabeza con sus manos bastante frustrado.

Como si de un impulso se tratara Lay y yo conectamos miradas. De seguro estamos pensando lo mismo.

Definitivamente es así porque ambas estamos felices por eso.

No lo digo en mala onda pero, la novia de nuestro bebe no esta...

–No podemos estar felices por eso Lacey.– digo en un susurro mientras Max atiende a Dylan quien sigue sobre sus rodillas.

–Lo sé, lo sé... Aunque si podemos estarlo y no demostrarlo.– termina guiñándome el ojo y yo respondo con un chasquido.– Por lo que aunque sea vamos a hacernos las interesadas.

–Dale.– respondo aún en un susurro.

–Ok.– dice en un susurro y vuelve a hablar esta vez para todos.– Oye Dylan... Y... ¿Dónde fue que dejaste a Britt?

Sueño con O'Brien [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora