Capítulo 32

523 39 54
                                    

•Anabeth POV•

—No vuelvas a irte Ana, solo espera aquí un segundo. — ¿Acaso ese era Dylan O'Brien?

Abro lo ojos lentamente para volverlos a cerrar en cuanto la luz se hace paso por mis pestañas. Me duele la cabeza y el costado.

Estoy echada en el suelo frío y liso; algo mojado y pegajoso cubre mi camiseta. Sangre.

La atmósfera es densa y mis pulmones pesan cada vez que intento respirar con normalidad. Siento cómo las partículas del aire se pegan a mis pulmones y no dejan que obtenga oxígeno correctamente.

Escucho un bullicio lejos, mas no puedo concentrarme en qué es realmente. Aunque, sin duda alguna se trata de personas hablando.

Vuelvo a abrir los ojos esta vez enfocando la claridad que se encuentra a mi alrededor y es cuando me tomo con un pantalón negro y zapatos deportivos. En cuanto subo la mirada me encuentro con la espalda de un hombre, sin embargo, está paralizado y no se mueve a ningún lado.

Dejo caer mi cabeza nuevamente al suelo y distingo esta vez unos tacones negros altos. Los mismos tacones que me persiguieron no sé cuánto tiempo atrás. Sin embargo, estos desaparecen segundos después.

Porque tampoco tengo una idea de cuánto tiempo ha pasado desde que el efecto del cloroformo ha estado en mi sistema.

Lo único que sí sé es que acabo de despertar con la voz de un príncipe. Porque puedo jurar que fue él y no lo soñé; ni fue una alucinación tampoco.

Luego unos pies, los mismos tenis deportivos golpean mis piernas. Ha caído al suelo.

HA CAÍDO AL SUELO.

Comienzo a batir mi cabeza de un lado a otro intentando que mis músculos despertasen. Y milagrosamente lo estoy logrando.

Ya soy capaz de sentir mis piernas y cómo los dedos de las manos hacen algún lugar por mi camiseta ensangrentada. Lucho para ponerme de pie. O mejor dicho intentar sentarme.

Logro lo segundo con menos fuerza de la que pensaba, por lo que con la fuerza que me queda logro arrastrarme hasta el cuerpo que se hallaba en el suelo.

Por alguna razón esa camiseta, esa espalda y esos hombros se me hacían familiares. No puede ser el que estoy pensando... No. Simplemente no.

Ya estoy un poco más consiente y he recuperado un poco de fuerza, así que intento voltearlo para que su cabeza y pecho queden hacia arriba y tenga más oportunidades de respirar.

Identificaría su rostro en donde sea. Dylan O'Brien está tumbado frente a mí, desmayado.

Todo mi cuerpo empieza a flaquear nuevamente, mis sistemas comienzan a agitarse, mi cabeza parece que recibe golpes internos, mi corazón late demasiado rápido y mis entrañas comienzan a sentirse alteradas. En finalizadas cuentas, soy un caos.

¿Dónde está la ayuda cuando la necesito?

Si esta aquí significa que por lo menos intentó ayudarte, pero falló.

No necesitaba el sarcasmo de mi mente ahora mismo.

Lo observo por unos momentos mientras esta allí...

Se ve tan lindo cuando duerme...

No está durmiendo Anabeth...  

Verifico sus signos vitales rápidamente para confirmar que no se haya muerto. Porque si fuera así, yo estuviera acompañándolo.

Está respirando por lo menos.

Al saber eso, cierro los ojos para concentrarme en cómo podré salir de aquí junto a Dylan, o al cuerpo de Dylan. Dejo caer mi cabeza en un intento de que el poco aire pesado que me rodea entre a los pulmones y oxigene mi cerebro.  A ver si hace creo una buena idea.

Sueño con O'Brien [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora