Capítulo 5

1.4K 86 42
                                    

•Anabeth POV•

No entiendo cómo todavía mi mejor amiga no capta mis indirectas.

–¿Cómo que lo más importante, Ana?–Continúa confundida.

–Exacto lo más importante.

–¿Qué le ha pasado a mi mejor amiga? ¡Dios, creo que se está enfermando!–Soltó ella de momento levantándose del asiento que hace tiempo habíamos tomado luego de apagar la computadora. Acto seguido, puso su mano en mi frente como si tuviera fiebre.

–No seas ridícula, Lay. Yo tengo todo lo necesario, pero no lo más importante.

–Pues por eso, espero que no se te estén pegando las malas mañas mías. Porque yo sí que NO tengo lo más importante.

–Espera un momento... ¿Cómo que tú no tienes lo más importante?

Se quedó callada durante un momento y solo fingió que había recibido un texto a su celular que debía contestar urgentemente.

–Lay, no me digas que no tienes el traje...–Dije esperanzada de que ese no fuera el caso.

–Emm si lo tengo, lo único que no está aquí conmigo.–Respondió soltando el teléfono.

–Entonces, ¿dónde está?–Para ese entonces me había levantado de mi asiento para mirarla fijamente a los ojos y cruzar los brazos exageradamente.

–En la tienda.–Contestó finalmente con una sonrisa temerosa. Sabía cómo iba a reaccionar yo en este tipo de cosas.

Odio que dejen todo para lo último.

–Lay...–Dije suavemente.–No estás hablando en serio, ¿verdad?

–Déjame explicarte.– Estas palabras solo significan una sola cosa... No tiene el bendito traje.

Le di muchas oportunidades para comprarlo. Demasiadas para ser verdad. Aunque nunca tuvimos tiempo de ir juntas, por mis ensayos por las tardes, siempre le decía que no lo dejará para ultima hora.

¡Ya que nunca hay vestidos!

–Aja, explícame.

–Lo iba a comprar ayer, pero alguien por allí a quien no voy a mirar,– aunque me miró fijamente– me hizo quedarme toda la tarde con Well.

–Esa no es una excusa. Yo no te dije ayer que lo compraras. ¡Te lo llevo diciendo desde hace tiempo!

–Lo sé, Ana. Además no soy la única, porque ayer Well me dijo que tampoco tenía su traje y que necesitaba nuestra ayuda.

Eso era de esperarse, Max siempre deja todo para lo último y después nos pide la ayuda a nosotras para que resolvamos.

–Como siempre.–Termino diciendo para agarrar mis cosas y salir a llevar a Lacey a su casa.

Hago que Lay también recoja sus cosas para salir, por lo cual se queja ya que según ella, está muy cansada para salir.  Al igual que yo; así que todo eso se resuelve con una llamada.

–Hola, mami.–Hablaba Lay por teléfono–¿Me puedo quedar aquí con Ana...?– decía temerosamente y con una voz de nena pequeña que no quería ser regañada.

Sueño con O'Brien [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora