Choque De Mundos

Capítulo 16

Nico se despertó al sentir a Will moverse debajo suya.

No le encontraba sentido que Will estuviera moviéndose, tampoco es que tuvieran nada que hacer.

- Nico rápido despierta.

- ¿Qué pasa?

- Nos vamos.

Nico por fin abrió los ojos. Vio que la puerta de la jaula estaba abierta y que los otros se estaban despertando. Por encima de él estaba Leo.

- ¿Dónde estabas?

- En un tanque lleno de agua -le contesto Leo casualmente. Nico prefirió no hacer preguntas. 

Ya tenían todos sus armas cuando oyeron un grito gutural.

- ¿¡QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ!?

- Creo que es bastante obvio Pitón -dijo Apolo adelantándose-. Las tornas se han vuelto y voy a acabar contigo de una vez por todas.

Pitón se arrastró por el suelo casi hasta llegar a su altura. 

Los chicos se prepararon para el ataque de la serpiente. No habían podido avisar a Leo y Apolo sobre el poder de Ryan... pero tampoco habían visto a Ryan.

Apolo comenzó a tocar una balada lenta con su guitarra. Pitón solo reacciono girando la cabeza con extrañeza (en el caso de que eso sea posible en una serpiente)(es una serpiente mágica seguro que puede hacer eso).

La serpiente empezó a cerrar los ojos rápidamente. Apolo llevaba días pensando en esa canción para dormir a la serpiente. Cuando Pitón se durmió la encerraron en una de las jaulas y Leo y Alec se quedaron vigilando a la serpiente mientras los otros se fueron a buscar a Ryan. 

Fue Magnus quien encontró al hijo de Nero.

Estaba en una habitación a oscuras completamente intacto.

Se reunieron todos para hablar de como acabar con Pitón.

- Ryan es el único que puede matarlo, el problema es que no sabemos como.

Mientras todos discutían y Apolo y Leo se ponían al día con el asunto de los cazadores de sombras Ryan se sentó en el suelo y se puso a juguetear con su daga. Al cabo de un rato Will se sentó a su lado.

- ¿Cómo haces eso?

- ¿El qué? -preguntó Ryan confundido.

- Lo de la daga. A veces parece que brilla de una forma extraña o algo así.

- No estoy haciendo nada especial...

Will se quedó mirando fijamente la daga. Se levantó y fue a por una de las armas que había en las cajas.

- Toma.

- ¿Qué quieres que haga?

- Lo mismo que hacías con la daga.

Ryan no estaba muy seguro de que hacer. Agarró la espada y le dio vueltas entre las manos fijándose bien en si resplandecía como decía Will. En efecto vio como la espada brillaba al cabo de unos segundos en sus manos.

- ¿Qué significa esto?

- No tengo ni idea.

Interrumpieron la conversación de los otros para decirles sobre lo de Ryan. 

- Eso tiene que ser su poder -dijo Apolo-. Nunca había oído hablar de nada así.

Se dirigieron a donde estaba Pitón. Ryan empuñaba la espada fuertemente, tenía miedo de que no funcionara y que solo consiguieran enfurecer aún más a Pitón.

Apolo tenía sus instrumentos a mano por si la serpiente se despertaba. Ryan aspiró y dirigió la punto de la espada a la cabeza de Pitón con todas sus fuerzas. 

Al contrarió de lo que Ryan pensaba la espada se hundió en la cabeza de la serpiente. Se despertó con un grito agonizante para luego convertirse en icor. 

Todos se miraron sorprendidos para después suspirar aliviados. 

- ¿Ahora qué? -preguntó nervioso Ryan.

- Supongo que te usaremos para mejorar todas las armas del campamento -bromeó Will.

Se marcharon de la cueva rápidamente otra vez guiados por Alec. Salieron en el oráculo.

- ¿Cómo vamos a volver al campamento? -preguntó Ryan.

- Por el laberinto -contestó Alec sin pensarlo dos veces-. Pero tenemos que ir a Madrid de nuevo.

- Tenemos que ir primero al campamento, después podremos ir a Madrid.

- O podéis ir vosotros al campamento y nosotros ir a Madrid.

- Creo que es mejor que vengáis con nosotros -intervino Apolo-. Quiron querrá veros y no podéis perderos el ver como vuelvo al Olimpo. 

Alec miró a Magnus, el brujo le miró como diciendo "¿Y por qué no?".

Se metieron en el laberinto para salir poco después en el puño de Zeus.

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Cuando salieron al puño de Zeus era de noche. Se dirigieron a la casa Grande con cuidado de no encontrarse a las arpías. 

- ¿Deberíamos despertar a Quiron? -preguntó Ryan.

Todos estaban muy cansados.

- ¿Y si dormimos y ya nos despertaremos por la mañana? -sugirió Alec. A pesar de su apuro para ir a Madrid estaba realmente cansado. 

En la planta baja de la casa Grande había un gran salón con varios sofás. Alec y Magnus se acostaron en uno; Will y Nico en otro; y Ryan, Leo y Apolo en uno cada uno.

A la mañana siguiente se despertaron cuando Quiron los encontró a todos durmiendo.

Se despertaron y le contaron al viejo maestro todo lo que les había pasado, le contaron que habían matado a Pitón y liberado al oráculo. El centauro se alegró mucho de saber eso y se entristeció cuando le cotaron lo de Calipso y Festo.

- Bueno habéis logrado completar la misión y ahora os espera un merecido descanso.

- Aún no -dijo Alec-. Tenemos que ir a ver a la directora del instituto de Madrid.

- Tienes razón, el deber es lo primero, pero descansar unas horas e id más tarde.

Decidieron hacer lo que les decía Quiron. Desayunaron rápidamente intentando ignorar las preguntas de los otros semidioses y se fueron a dormir.

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Durmieron y al medio día Will, Nico, Ryan, Alec y Magnus volvieron a entrar al laberinto para dirigirse a Madrid. 

Caminaron por las calles hasta llegar al instituto. Tocaron a la puerta cuando llegaron y esperaron a que la señora García les abriera la puerta.

Por fin oyeron unos pasos al otro lado de la puerta y la cara de la directora del instituto de Madrid se asomó por la puerta.

- Hola chicos -dijo la mujer-. Pasad tenemos cosas de las que hablar.