Capítulo 13

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Se dirigieron a una parada de autobuses turísticos que les indicaron en el hotel.

Se subieron y se prepararon para lo que les esperaba dentro de unas horas.

El viaje les pareció larguísimo. Se pasaron dos horas y media sentados en el bus y aguantando a los turistas. Ryan casi sintió pena por ellos (pensaba que les iban a estropear el día con una batalla épica en las ruinas y salvando a Apolo)

Cuando por fin llegaron a Delfos se bajaron del autobús y se dirigieron a las ruinas.

- ¿Cómo podremos entrar? -preguntó Ryan.

- Para simplemente entrar no vamos a tener ningún problema -contestó Magnus-. El problema va a ser ir a donde queremos.

- ¿Y adonde queremos ir?

-Eso aún no lo sé.

- Si es cierto que es pitón y si es cierto que tiene a Apolo probablemente esté bajo tierra, bajo las ruinas del oráculo -dijo Nico.

- ¿Y cómo vamos a ir bajo la tierra?

- De eso creo que puedo encargarme yo.

- Nico, no -dijo Will.

- Ha pasado mucho tiempo, puedo hacerlo.

- Y volver a tu estado anterior. Además, qué te hace pensar que tus poderes funcionaran?

- En eso Will tiene razón -intervino Magnus-. Tendremos que entrar al estilo mundano.

- Pues será mejor que vayamos lo antes posible, es mejor si destrozamos el lugar con los menos turistas presentes -comentó Alec.

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Entraron en las ruinas. Algunos mundanos les miraron extrañados. Ellos sin duda no tenían pinta de turistas.

Se dividieron en dos grupos y revisaron el lugar. 

Se dieron una vuelta por el lugar Will, Nico y Ryan por un lado y Alec y Magnus por otro.

Después de unos minutos dando vueltas Ryan se acerca al altar. A los lados tenía unas extrañas marca y unos dibujos.

- ¡Chicos! -Ryan llamó a Will y a Nico- ¿Entendéis esto?

Los dos semidioses observaron las marcas y los dibujos.

- No tengo ni idea -admitió Will.

- Ni yo -secundó Nico.

Buscaron a Magnus y a Alec esperando que ellos lo entendieran. 

Se dirigieron al altar y Magnus y Alec entendían lo que decía.

- Es una lengua demoníaca -dijo Alec-. Y los dibujos parecen el Edom.

- ¿El Edom? -preguntó Nico extrañado- A mi me parecía el Tartaro -lo último lo dijo en un susurro casi imperceptible. Will le puso una mano en el hombro como dándole fuerzas. Nico miró a su novio con todo el amor que sentía. Él era el mayor apoyo que Nico tenía y no quería que le pasará nada malo. 

- Quizás ambos mundos son el mismo.

Todos miraron a Alec sorprendidos. No era una idea tan imposible pero... tenía algo que resultaba muy extraño. Que tuvieran todo este tiempo el mismo mundo pero que no supieran la existencia de los otros; también era cierto que nadie había ido a esos mundos en miles de años o en el caso del Edom nadie había ido allí. 

- Podemos replantearnos eso más tarde -dijo Nico-. ¿Qué significa eso?

- Cuenta una historia -contestó Alec-. LA historia de como Apolo venció a Pitón y recupero el control del oráculo... Pero dice más. Aquí pone ",mucho años después el monstruo volverá, cuando nadie lo espera, cuando los dioses son más débiles. Se enfrentará a su antiguo enemigo más fuerte que nunca, imposible de vencer y solo un nuevo poder que nunca ha visto el mundo podrá dominarle. Después de esto una guerra inesperada entre dos frentes más parecidos de lo que creen los alejará del verdadero peligro, nuevos y viejos conocidos son llamados a las armas y todo se tornará caos para ellos."

- Que hermosa historia -comentó Magnus.

- Pero no hemos resuelto nada -dijo Nico.

- Un poco -dijo Will pensativo-. Dice que Pitón volverá por lo que lo que ellos profetizaron esta pasando ahora. Nos da pistas. Pitón es más fuerte que nunca y no es posible matarlo... pero un "nuevo poder" puede dominarle, quizás hasta controlarle.

- Eso es genial -dijo Nico irónico-, salvo por el hecho de que no sabemos cual es ese poder. 

- Pero lo sabemos, o al menos creo saberlo.

Todos miraban expectantes a Will. Ninguno se daba cuenta de cual era el poder.

- El poder es Ryan.

Todos se quedaron un poco extrañados por la revelación.

- Es imposible que sea yo -dijo Ryan-. Ni siquiera sabemos quien es mi padre.

- Por eso. Tu padre puede ser uno de los emperadores romanos. Si es cierto que puedes controlar a Pitón tu padre podría ser Nero.

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Ryan estaba en shock. 

Era imposible.

Él no podía ser alguien tan importante. Él no podía ser hijo de alguien que quiere destruir el mundo.

- Es... es imposible. Yo no... yo no puedo ser... eso. 

- Quizás si -dijo Nico-. De otra forma habría ido otro semidios el que viniera a la misión, pero tu apareciste en la habitación.

- ENTRÉ EN LA HABITACIÓN PORQUE ME ACABABAN DE PEGAR -casi grito Ryan al borde de un ataque de nervios-. No es posible, no es posible, no es posible -se lo repetía una y otra vez y cerraba los ojos con fuerza. Se había dejado caer contra el altar, se veía acabado y sin fuerzas.

- Ryan -le habló Alec suavemente-. No pasa nada, es solo una suposición. No hay ningún problema. Tienes que tranquilizarte.

Ryan pareció reaccionar. Se levanto y respiró hondo antes de empezar a hablar.

- En caso de que eso sea cierto, cómo es posible que Nero nunca nos hubiera buscado? Si él conocía esta historia/profecía debería saber que yo podría controlar a Pitón y sería una estupidez por su parte dejarme libre.

- Igual no sabía que tenía un hijo- sugirió Magnus-. No es una idea tan extraña, una noche de pasión con una mujer cualquiera y un niño inesperado.

Ryan no sabía que pensar. Solo quería que dejaran de hablar de él.

- ¿Y que hay de la guerra? -preguntó Ryan.

- Eso es simple -dijo Alec-. La clave contra los campamentos.

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- Vaya, vaya parece que nuestros amigos ya conocen la historia.

- Y están más cerca de la verdad de los creen. Tienen el poder pero no saben como usarlo.

- ¿Te preocupa que lo descubran?

- Me preocupa que no lo descubran. Si ellos logran encontrar al ex-dios los planes se dispararán. El problema es que tienen que hacerlo ellos, tienen que pensar que han logrado una gran hazaña. Luego los destruiremos.

- Pareces muy seguro de tu éxito.

- Estoy muy seguro de mi éxito. He pasado el suficiente tiempo en el oráculo para saber lo que va a pasar después. Esos estúpidos hijos del ángel se van a meter en una estúpida guerra contra los semidioses. Su problema es que nadie va a ganar.

-¿Y que va a pasar con tu hijo?

- Él no me importa. Que entre en la guerra si quiere; que muera, o no. Ellos creen que es muy importante pero no lo es tanto. Además tengo a su madre. A pesar de todo él la ama.

OS JURO QUE SIENTO MUCHÍSIMO EL RETRASO.

Esta semana empecé las clases y es peor de lo que creía, no he tenido NADA de tiempo para escribir.

A partir de ahora publicaré los capítulos los domingos para que me de tiempo a escribirlos en el fin de semana.

Hasta la semana que viene. 

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