5. Preparativos

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Harry estaba muy nervioso, ya que quería que la reunión en donde se reencontraría con sus amigos del alma quedara perfecta.

Por lo mismo, no ha descansado ni un solo segundo desde que se le ocurrió fabulosa idea.

¿Pero quién más podría ser esto? ¿Quién debía de ser el primero en decir un "hola" a sus amigos perdidos después de tanto?

Solo él.

Él siempre fue el integrante más sereno y más anuente a no tener problemas, el que más se comunicaba con sus amigos pero sobretodo, el que más comprendía sus sentimientos y emociones. Por eso, él debía de unirlos de vuelta.

Y él sabía muy claro que quizás todos sentía mucha vergüenza al atreverse a querer hablar, más con tantos años de no hablarse.

Por eso mismo, dejó de lado su cargada agenda y los ratos largos del disfrute del golf, llamó a una buena compañía organizadora de eventos para contar con los suministros de sillas, mesas, comida y música, ya que verdaderamente no tenía idea de todo lo que podría hacer falta, sin embargo Harry estaba involucrado en todo el proceso.

— ¡Vaya! ¡Vaya! Papá, ¿Qué estás haciendo?—pregunta el hombre de aproximadamente unos treinta y nueve años, al llegar a la casa de su padre para saludarlo de pasada; al ver que tres empleados metían una silla de evento cada uno.

—Estoy organizando una reunión—dice Harry orgulloso de sí mismo.

— ¿Tú solo?—él hombre pregunta sin podérselo creer.

Harry menea la cabeza un poco avergonzado.

—Llamé a una organizadora, pero estoy colaborando.

— ¡Genial papá!—dice el hombre palmeando el hombro de su padre con cariño — ¡Mamá dijo que les trajera esto!—su hijo saca de una bolsa de papel que traía varios artículos de comida como mermeladas, que son traídas de otro país que su hijo había ido de negocios recientemente.

—Gracias hijo, sabes que tu madre las va a amar—dice Harry abrazando a su hijo con cariño.

—No hay de qué papá.

—Disculpen—dice en ese momento un hombre pidiendo permiso para poder pasar con una mesa de plástico de eventos.

Los dos hombres se apartan de su abrazo para dejar pasar el hombre.

Harry ríe un poco.

—Me gustaría que el domingo pudieras traer tu familia para que nos acompañen. Será divertido.

—Me encantaría, le diré a Sally que haga un hueco en su trabajo.

— ¡Excelente! Me gustaría ver al pequeño Mike—dice Harry risueño hablando de su nieto, quiere ver cuánto ha crecido.

—No es Mike, es Jake—corrige su hijo meneando la cabeza—. Y no es tan pequeño ya.

Harry vuelve a reír. Él sabe muy bien que su nieto se llama Jake, pero le dice Mike porque es muy parecido a su viejo amigo colega, Michael Clifford.

—Espero verte el domingo—vuelve a decir Harry.

—Yo también—dice finalmente su hijo, dándole otro abrazo a su padre para luego despedirse e irse.

Harry suspira con una gran sonrisa, dejando la puerta abierta para que entre los organizadores a su gran casa y depositen las cosas a un gran salón que tenía Harry privado para ensayar antes de conciertos, el cual ahora no es más que un depósito de cosas ya inservibles.

Harry suspira feliz. Feliz porque finalmente volvería a ver a sus compañeros de vuelta.


Act My AgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora