Que cuentas?-pregunto aquella señorita de los ojos verdes.
-Es una pregunta corta con una respuesta extensa, ya no hay momento en el día en el que este del todo feliz pienso mucho en cada cosa y cada una complica mas mis ideas mis memorias y los recuerdos que no dejan de avanzar hacia un involuntario reflejo de querer poder arreglar todo, en mis tiempos de reflexión pienso quien soy y si, soy rengon y serio, soy jodido y me gusta recaer en mis propios mundos que uso de salida a una realidad donde solo existe mi mente y mi corazón luchando por que hacer minutos después de que hagan algo, así el proceso se repite y reoite.
Llevando mi desordenada mente a vagar en un intento de paz.
El cual siempre termina en total desastre.
En pocas palabras volví a ser el mismo "yo" que ni yo mismo quería ser, me volví parte de lo oscuro del pensar, soy como era antes, un ser que en el fondo siempre buscara alguien que lo sepa amar.
-vaya...
-Es usted el silencio de mi corazón, es usted el grito de mi desesperación.
ESTÁS LEYENDO
Columpios oxidados
RomancePequeños relatos nacen cuando el mas frío recuerdo es olvidado por tan sólo recordar que existió.