Desde el final

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Usted, mi arte me a llevado a escribirle poemas sin un final feliz, pasando de ser poeta a cuentista soy el pedazo más oscuro de una melodía que se pierde entre unas cuantas agónicas letras vacías, perderla de una manera muy diferente a lo que es perder un amor que no corresponde al hombre ajeno, perderla así vivir con el tiempo contado, que sería de mi sin usted y así no esté sin usted mi arte no vale nada, pluma, tinta, papel y humo me arrastran al calabozo de la miseria, libertad, ya no la conozco desde los días donde aún se mantiene mi memoria.

Pase por los pasajes donde solíamos hablar sin decir palabras, donde tan solo éramos nosotros y donde de solo de nosotros se trataba, pase por el puerto y sentí el mar en el rostro, converse solo y hasta podía haber conectado con otra persona... pero... claro sin usted no hay otra persona quien entienda lo que es ser yo, porque solo usted me explicaba quién soy, con los besos que jamás nos dimos soñé tanto y tanto por tanto perdí tiempo en lo que deje de ser artista para convertirme en tan solo un simple cuento. Por si usted regresaba espere con paciencia, servía dos platos por si de repente cruzaba mi puerta y acompañaba esta pobre vida a comer o a pasar la noche en fogata capaz en velas para así dormir calientes. Pero donde más espere fue en los viejos columpios donde tardes tardes inmemorables dejando las horas en el olvido del tiempo, narrando historias completas tratando de explicar momentos de nuestra vida, queriendo dar a entender nuestras ideas sobre el amor, las personas y miles de temas que se nos hacían complejos ahora tan solo le queda ver el columpio y tratar de no llorar cuando estés lejos.

Columpios oxidados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora