Mis noches se habían vuelto de largas caminatas hacia lo vacío de mis pasos muertos en lo extenso de la ciudad, mis pensamientos volaban en los más oscuro de la noche con cada rostro que veía esperaba ver su mirada que me saque del blanco y negro de mi soledad, grises nubes como lo gris de mis madrugadas al soñar.
Entre memorias La Paz de su adiós era un suspiro al aire, una densa niebla cubría mis pasos como huellas de un mensajero portando el mal sabor de la muerte, quizá mis olvidos son el recuerdo de lo prohibido y así eh de ganarme el consuelo para no seguir en agonía pero de tan solo pensar en los días ocultos tras lo ciego de mis sueños vuelvo a caer en lo más profundo de lo ya perdido.
Caminaré me volví pues mi cuerpo pide aventura mientras que la mente suplica dormir. No son mis noches el humo del cigarro pero aún así los tragos acompañan tabaco y lo raro sería nunca más volver a morir, muerte aquella cuando viene por mi. Muerte que espera mis ojos cerrados para poder hacerme sufrir, muerto me considero si mi vida sin usted es una eterna historia sin fin.
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Columpios oxidados
RomancePequeños relatos nacen cuando el mas frío recuerdo es olvidado por tan sólo recordar que existió.