Me hacen sentarme en un sofá impoluto que se encuentra ocupado por un chico al que no logro ver la cara aún. Y cuando me mira algo dentro de mí se queda atascado en mi garganta, haciéndome tragar duro. Es él, es el chico que frenó frente a nosotros casi ocasionando un accidente. Estoy en shock y sé que probablemente mi rostro esté mostrando todo el miedo que siento. Su pelo es de un color marrón clarito y sus ojos miel están mirándome sin interés. No me doy cuenta de que llevo rato mirándole hasta que una voz aleja mi mirada de sus facciones.
–Vaya Bieber, le has gustado a la chica. –Bromea Aiden, que se encuentra de pie junto a una chimenea apagada.-
Los demás ríen con él y yo no puedo evitar agachar la cabeza tras pestañear varias veces, pensando que lo que menos debería importarme ahora mismo es que me han pillado mirando a un chico extremadamente caliente. Pero sé que mi cara se ha vuelto roja cuando la siento ardiendo.
Él parece no reconocerme y si lo ha hecho está disimulando tremendamente bien.
–Al tema. –Dice la voz a mi lado.–
No quiero mirarle porque quiero evitar cualquier tipo de comentario que me haga sonrojar de nuevo, quedando como una inútil frente a todos.
–¿Alguien me puede explicar qué cojones ha pasado? –Su semblante es serio y sus facciones se han endurecido un poco más, hasta el punto que da hasta cierto miedo.-
–Me ha visto, tío. –Dice el chico que reconozco como él que ha intentando robar el coche y que me ha golpeado en la cabeza hasta dejarme inconsciente posteriormente.-
–No puedo creer que a estas alturas aún cometas estos putos errores de novato, Caleb. –Suspira frustrado.-
Y es cuando decido que tengo que hablar porque necesito salir de aquí sin que me pase nada.
–No diré nada. –Todas las miradas se posan en mí y por un momento me arrepiento de haberme pronunciado.- No diré nada, de verdad. Pero necesito volver a casa, porque si mis padres ven que no estoy van a preocuparse.
Y de repente las expresiones a mi alrededor ya no son de enfado si no de incredulidad, y no coinciden con la reacción que esperaba por lo que he dicho.
–No me jodas. –Bromea Jack.- Resulta que estás delante de un grupo de tíos que podrían hacerte daño y lo único que te preocupa es que tus padres se enfaden. –Ríe sin humor.- Vamos, no me jodas.
–Mira, no sé como de peligroso serás pero apuesto que mi madre enfadada da más miedo que tú. –Digo sincera.-
Recuerdo una vez que no fue capaz de contactar espiritualmente con Budha y estuvo una semana entera sin hablarnos a penas.
Todos ríen ante mis palabras menos Jack, que parece enfurecido.
–Mira niñata... –Dice acercándose a mí pero antes de que pueda siquiera tocarme un cuerpo le enfrenta, parando su caminar.-
–Relájate. –Dice el chico de ojos miel posando una mano en su pecho.- Si no puedes soportar que te pongan en tu lugar no se lo pongas tan fácil.
Su voz suena tan fría que un estremecimiento me atraviesa la columna. Parece que la temperatura en la habitación ha bajado varios grados y no soy la única que lo nota. Todos a mi alrededor miran al chico frente a mí.
Jack gruñe y regresa a su sitio, golpeando el hombro de un compañero que se encuentra delante del sofá en el que estaba.
Me hago pequeña en el sofá cuando lo siento sentarse a mi lado de nuevo, esta vez un poco más cerca de mí.
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Fast Cars | Justin B.
FanfictionEl problema de las personas rotas es que si te acercas demasiado, acabas cortándote.