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Hola girls! Traigo maratón porque soy bastante mala con la actualizaciones y me paso años hasta que actualizo; así que haré tres. El motivo principal es porque ya no vivo en Barcelona y vivo, básicamente, en la otra parte del mundo. Espero que la disfrutéis y votéis. Gracias por no dejar de leer!

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Hace menos de una semana que Juliet vio supuestamente a Justin en mi partido y no he vuelto a saber nada de él. He llegado hace poco del colegio y estoy sentada en mi cama con los pies recogidos y las rodillas dobladas frente a mí. Mi móvil baila entre mis manos nerviosas, sudorosas porque acabo de guardar el número de Justin en mis contactos. Le pedí a Juliet que me lo diera con la excusa de que quería contactar con él por la inacabable historia de mi coche. Al principio ella empezó a reírse, pero al final acabó cediendo.

Lo que tengo que enviarle es simple: "¿Ya está el coche arreglado?", pero hasta eso me parece demasiado difícil.

Antes de que sea capaz de enviar algo, un mensaje de Juliet me saca del ensimismamiento en el que me encuentro. Prometo controlar mi cabeza un poco más, no dejándome llevar tanto por lo que estoy sintiendo y no debería; pero hay cosas que por pequeñas que sean no puedes evitar que se hagan más grandes.

"Vamos al centro comercial?" Escribe Juliet en nuestro grupo.

Mi dedo índice sujeta mi labio y con el pulgar lo pellizco, pensando qué es lo que realmente me apetece hacer. Es viernes y vuelvo a estar sola en casa porque Jayden se fue, por lo que en realidad no debería suponer un problema.

"yeeeeey! cuenta conmigo" escribe Louis. Sonrío.

Louis ha sido capaz de hablarle a Harry hoy en el baño, y extrañamente él le ha contestado amablemente. O puede que solo se lo esté inventando, con Louis nunca se sabe.

"Está bien, voy..." En realidad tengo que ponerme al día con Netflix, pero supongo que me queda todo el fin de semana para pensar en ello. Qué dura es la vida cuando tienes que llevar al día los deberes, los exámenes, la vida social, Netflix, comer y dormir; todo a la vez.

Suspiro y me dejo caer en la cama, aún con la sensación de hormigueo en mis dedos por querer mandarle un mensaje a Justin; el que sea. Durante estos días no he podido dejar de pensar por qué me evita, por qué debería tener razones para venir a verme jugar, y al mismo tiempo no puedo dejar de pensar que hay una sensación en mí hacia él que no había sentido antes y con la que no estoy familiarizada.

En un ataque de valentía, entro en su conversación y escribo lo primero que se me pasa por la cabeza.

"Justin"

Joder Jayne, qué original.

Una sensación abraza mi estómago y se hace casi incontrolable, mandando señales a todo mi cuerpo. Estoy nerviosa, por alguna extraña razón. ¿Qué va a decirme? Dudo que tenga guardado mi número de la vez que lo llame para lo del mecánico, porque ni siquiera yo lo guardé y acabé perdiéndolo.

Suspiro y me seco las palmas de las manos con mis tejanos oscuros, pero de nada sirve porque estoy sudando frío en cuestión de segundos otra vez.

Y entonces veo que está escribiendo y mi corazón se salta un latido, bombeando luego con mucha más fuerte. Lo siento a máxima velocidad y sé que si pudiera hablar me estaría insultando en tres idiomas por ponerlo en esta situación.

"Hey, quieen eres?"

Vale, no sabe quién soy. Suspiro de nuevo y observo el techo, como si este fuera a darme una idea de lo que tengo que contestar. Mi mano derecha sujeta el teléfono y con la izquierda juego con los mechones rebeldes que se escapan de mi moño improvisado.

¿Qué hago?

Y una idea suicida surca mi mente, pero tardo demasiado en darme cuenta de que es una gilipollez y para entonces ya le he contestado.

"Soy una amiga de Sandy, Elena "

¿Por qué he hecho eso? ¿Qué va mal conmigo?

La sensación vuelve a mi estomago con mucha más fuerza, destrozando a su paso. A este punto estoy tan nerviosa que siento mis pies y manos fríos, indicándome que mi corazón está sobrecargado de emociones.

Cierro los ojos y suspiro.

"y que puedo hacer por ti, Elena? "

"Si él supiera lo que puede hacer por mí...", pienso. Me muerdo el labio esta vez, tratando inesperadamente de calmar mi interior, que parece pertenecer a alguien que acaba de correr una maratón.

"Sé que parecerá raro que te hable, pero me habló de ti y he sentido curiosidad..."

Tengo que parar esto antes de que vaya demasiado lejos, o me explotará en la cara y no habrá nada que hacer. Vuelvo a morderme el labio, en un acto desesperado de calmarme; pero fallo cuando leo su respuesta.

"Si quieres puedo hablarte de como la tengo, asii tienes curiosidad por probarla tambieen... ;) ."

Jo-der.

Mierda, mierda y más mierda.

"En ese caso acabaríamos pronto... "

Me castigo mentalmente porque no entiendo como me he metido en esto.

"Qué ingeniosa, Elena... Me pregunto si lo eres también cuando tienes cosas en la boca."

Será imbécil, ¿pero este quién se cree que es?

Y entonces una sensación de pesadez llega a mí. No quiero reconocerlo como celos pero lo son, porque la sola idea de pensar que pueda ser así con todas las chicas me hace querer vomitar.

"Capullo."

Y entonces cierro la conversación, enfadada conmigo misma porque en ve de dar pasos hacia adelante solo los he dado hacia atrás.

¿Como voy a hablarle ahora para conseguir mi coche si este número está asociado a Elena y no a mí?

Esto es lo que pasa cuando tienes tantas ganas de hablar con alguien, que cometes locuras y acaban mordiéndote en el culo.

Fast Cars | Justin B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora