Inicio del flash back
En un parque de la Ciudad de Nueva york se encontraba un chico de apenas unos 25 años deambulando por los senderos que llevaban a una de las fuentes más tranquilas del parque, cuando estaba por dar la vuelta a través el ultimo sendero, se dio cuenta que la fuente que era a últimas fechas su mejor lugar para pensar era invadido por una figura que a él se le hacía un tanto molesta. Al ver que no tenía intención de moverse nunca, comenzó a darse la vuelta cuando escuchó.
- ¡Candice White Andley, es una cabezota! ¡AAAAyyyy! – dijo Candy, haciéndole sonreír por tan simpática exclamación y cayendo en cuenta de que era una chica, que por cierto conocía.
- ¿Candy, eres tú? – le preguntó haciendo que la chica diera un brinquito hacia adelante, maldijera al cielo y bajara los brazos al tiempo que lo hacía con la cabeza.
- Eh...Terry, ¿qué haces aquí? – le preguntó saliendo de sus pensamientos rápidamente.
- Vivo cerca, no puedo creerlo, mmmm el Ele...¿Archie no está por aquí? – volteó hacia todos lados no viendo a nadie por ahí.
- ¿Por qué habría de estarlo? Vine sola – replicó la rubia no interesándole la suposición.
- ¿Aquí... a Nueva York? – pregunto Terry atento a lo que decía ella.
- Sí...¿ por qué no he de venir a Nueva York sola? – cuestionó Candy enfurecida.
- Pues no sé, supongo que esta ciudad no te trae buenos recuerdos – infirió él.
- Vamos Terry, ya somos mayores y algunas cosas pronto se olvidan – le dijo mientras le daba una palmada en el hombro.
- ¿Ya lo olvidaste? – cuestionó él profundamente ofendido, ya que a él le era difícil olvidarlo por completo.
- Tengo que irme, no me había dado cuenta de la hora y en la mansión se preocuparán – advirtió ella observando su reloj, el cual no existía.
- ¿Vienes con alguien? – preguntó él ya que en un inicio le había aclarado que venía sola.
- Iré a la estación por Albert – pero Candy también cayo en cuenta de ello.
- Querrás decir el tío abuelo William – sonrió y comentó con sorna.
- Así que ya lo sabes, pues sí, ahora si me disculpas – ella se despidió rápidamente sin darle tiempo a nada, huyendo de él antes de que la bombardeara de preguntas nuevamente.
- Espera Candy, déjame acompañarte – se ofreció ya que ante todo era un caballero y no podría dejarla sola.
- Será mejor que me vaya, se me hace tarde – emprendió un apresurado andar sin dar tiempo a contestar ni mucho menos a entablar una comunicación con el castaño.
- ¿No puedes ir sola? – corre hasta ella.
- No soy una niña pequeña Terry, además creo que Susana debe estar esperándote – sí, era un golpe bajo; pero en ese momento lo necesitaba.
- No... no está en Nueva York, salió con su madre al campo – mintió Terry, lo que en ese momento no quería era pensar en Susana... otra vez.
- Bueno Terry si me disculpas – Candy aprovechó la distracción de Terry para volver a huir, por lo que pasó debajo de su brazo y corrió apresuradamente.
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Enfermera de Guerra
RomanceESTA HISTORIA COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL SON DE MI TOTAL AUTORIA, NO DE DOMINIO PUBLICO COMO ESTA ESTIPULADO, SI HAY ALGUNA DUDA, PUEDEN CONTACTARME Una obligación se había convertido en un asunto sin importancia, la lejanía de un amor en des...