Siempre pensé que en mi mente solo habría espacio para el vóley...era todo lo que me importaba, era todo lo que me llenaba, era todo lo que amaba...al menos eso pensaba, pero cuando lo conocí todo cambio. era tan radiante que llegaba a ser molesto...
-¿En serio... Química? ¿Tenía que ser necesariamente esa materia? ¡La odio! ¡Mucho!
Nunca he aprobado una prueba de ese curso con más de 30...no recuerdo para nada las clases, la voz del profesor cuando enseña la tabla periódica, se vuelve automáticamente
arrulladora, y quedo dormido como un bebé.
- ¿Estás mintiendo, verdad?
-no en verdad odio la química no me aprendo los elementos ,me aburre
-hinata comenta de repente, mirando el suelo — ¿puedo ir a tu casa a estudiar contigo?
-no tengo tiempo, ni ganas de estar con alguien
Su rostro se endureció.
-¡Por favor! — ha gritado.
Sentí sus brazos rodeándome y ajustando su cuerpo con el mío.
Me estaba dando un abrazo, muy largo y fuerte. Me duelen los brazos de tanto que se está apegando.
- ¿Si te digo que sí, me soltarás?
- Claro.
Y no pude hacer nada, más que aceptar. Esta tarde voy a la casa de este tipo a estudiar Química. Odio esa materia,
Eso era demasiado vergonzoso, mis mejillas quemaban y quería darle un buen golpe en el rostro; pero, lo disfrutaba, me gustaba estar cerca de él.
El olor a café florecía en el ambiente, igual al de galletitas recién horneadas.
Hinata tenía el rostro escondido, intentando hechar una siesta rápida antes de dedicarse totalmente a su estudio.
- Aquí, toma ,dije dando una taza de café
Se levantó adormitado, dando varios bostezos y prestando un poco de atención a la tacita que yacía frente suyo.
Se acercó la vajilla a los labios, tomando un rápido sorbo de su contenido, que inmediatamente escupió por el ardor que le causó. Quemaba.
- Ah, lo siento—. Olvide decir que estaba un poco caliente.
- No pasa nada — respondió limpiándose con la manga de su camisa.
- ¿No tomas café? — preguntó.
-No mucho prefiero él te es mucho más liviano
Se sentía incómodo con él tan cerca. Estaba a su lado, intentando explicarle los elementos de la tabla periódica, dictando una y otra vez los símbolos que nunca en su vida entendería.
- Potasio, Calcio, Zinc... — repetía una y otra vez —. Estos son los que más preguntan en el examen, Hinata.
Pero su cabeza andaba en la misma luna..
-ka..kageyama...— tartamudeó.
- ¿Qué sucede,Hinata?
Se me abalanzó encima. Abrazando mi cuerpo , que ante tal ataque me tense mucho más de lo que ya estaba. Tomó mi barbilla, mirando mis ojos desconcertados.
Y me besó ,era un choque de labios que cada segundo se volvía más intenso y apasionado.
Me sentía raro, nunca antes había besado, y no podía saber si se sentía bien o mal. Lo que si sabía era que sucedía con la persona que menos deseaba.
Era también mi primer beso,Lo único que quedó cuando la falta de aire los separó, fue silencio.
Hinata, horrorizado, salió corriendo de la sala, y dicho esto, de la misma casa. Sus cosas ya no importaban,
Me quede ahí, quieto. Escuchando el portazo que dejó el chico antes de irse.
