Siempre pensé que en mi mente solo habría espacio para el vóley...era todo lo que me importaba, era todo lo que me llenaba, era todo lo que amaba...al menos eso pensaba, pero cuando lo conocí todo cambio. era tan radiante que llegaba a ser molesto...
Cuàndo la calma llegò, el silencio seguìa reinando entre los dos.
Inevitablemente, mis suspiros eran profundos el me apretaba en un abrazo, pegando aùn mas su rostro a mi pecho desnudo.
Estaba mirando el techo, mirando a la nada, sumergido en mis pensamientos. El lugar era cómodo y cálido lo único que deseaba era quedarme junto a Hinata ahí para siempre
De pronto sentí unas lágrimas mojando mi pecho.
Me incorpore lentamente
Hinata ahora estaba sentado, con sus manos cubriendo su rostro sus lagrimas salian sin querer detenerse no sabia que hacer
- por que estás llorando, no quiero que llores, no me gusta.
Comencé a hacerle cariño en el pelo, y a pronunciar el típico shhhh, para calmarlo, le acariciaba la espalda
las lágrimas caían fluidas, una tras otra, una cascada salada, le tomo las manos y las separo de su rostro.
lo observo con detención, y al ver esos ojos llorosos me descompuse, no lo soportó, tenía que hacer algo para que Hinata dejara de llorar, debía hacerlo ya que verlo así me estaba dañando, me dolía el pecho Lo tome de las mejillas y atraje hacia mis labios, lo bese. pero cuando me separe no vi una mirada feliz, al contrario, sus ojos expresaban más sufrimiento y ya no sonreía.
- ¿Qué pasa Hinata? –yo no entendía por qué no reaccionaba feliz con el beso
- No te esfuerces tanto – respondió intentando sonreír, unas gotas saladas amenazaban con caer.
- No me estoy esforzando – era verdad, no lo estaba haciendo, fue un acto que me nació, no lo pense.
las lágrimas vencieron y se derramaron a través del rostro de Hinata , nuevamente sin pensarlo estampe mis labios sobre los de el , el contacto esta vez fue mantenido, no quiso detenerlo, necesitaba hacer que dejara de llorar, pasados unos segundos me aleje pero seguía llorando.
-¿Por qué estas tan triste ?¿es por lo que hicimos?¿te lastime?
- no es eso ...Kageyama... no sè, sentì miedo
-Miedo ¿de que mi amor?
- de que me odies por tomar esa decisión si me dejas de amar, ¡no sè que serà de mi!"
Yo lo abrazo aùn mas diciendo
-¿Por què dices eso? ¡Yo nunca te dejarè de amar! Pueden pasar muchas cosas, pero ¿dejarte de amar? ¡Nunca! ¿entendiste? ¡Nunca! si cada dìa siento que te amo mas Yo... ¡tambièn sentì miedo Hinata
aun podía ver su lagrimas recorriendo ese bello rostro , me sentía mal ,quería verlo sonreír
- ¿Qué debo hacer para que dejes de llorar?.
- Ah jajaja, no lloro de tristeza – su voz hipeaba un poco – lloro porque estoy feliz– acercó su mano a mi mejilla y me acarició con una ternura sublime.
-Kageyama... perdóname
-Claro que te perdono, estupido
-Kageyama, ¿Me prometes que nunca me dejaras solo?
-¿Que pregunta es esa idiota?. Claro que lo prometo
Después de esa conversación Hinata y yo nos empezamos a cambiar, Hinata me daba la espalda , mientras yo lo miraba cuando se cambiaba, mire su espalda, como sus músculos se movían, sus brazos, y su derrier, sí tenía un lindo y redondo trasero, Cuando terminamos de vestirnos, nos miramos, Hinata sonrió e inclinó un poco su cabeza hacia un lado.
Me acerque a él y estampe mis labios en los suyos
se dejó besar, se dejó acariciar, Hinata paseaba sus manos por mi espalda por debajo la camisa, me acariciaba con furia, con deseo, una de sus manos realizó el camino hacia mi miembro pero lo detuve, intente decir no, pero la lengua de Hinata invadió mi boca, dominando por completo aquella húmeda cavidad, ambas lenguas jugaban y se acariciaban Hinata mordió suavemente mi labio inferior lo único en que podía pensar era en este Hinata tan sexual, me excitaba.
Lo aleje un poco mirándonos fijamente ,le sonreí y el hiso lo mismo
-Ya tengo que irme ,nos vemos en la escuela
-Adiós,cuídate
Salí de su casa y camine asia la mía ,mientras por mi mente ideaba una buena excusa para decirle a mi padre .