Siempre pensé que en mi mente solo habría espacio para el vóley...era todo lo que me importaba, era todo lo que me llenaba, era todo lo que amaba...al menos eso pensaba, pero cuando lo conocí todo cambio. era tan radiante que llegaba a ser molesto...
Caminábamos en silencio por la calle. Yo estaba un poco tenso y algo nervioso porque hacía tiempo que no estaba a solas con Hinata. De repente él comenzó a acelerar el paso.
-Es aquí, ven Kageyama
Nunca había estado en este parque antes y no había nadie por allí. La verdad no era de extrañar, estaba tan viejo que los árboles casi habían engullido
Hinata se deslizó entre los árboles y lo perdí de vista. De repente una mano salió de la arboleda y me cogió del brazo arrastrándome hacia ella. Una vez pasado el muro de hojas, vi una explanada de hierba bastante amplia
rodeada por más árboles. A lo lejos creí oir el rumor del agua, debíamos estar cerca del río.
-Es un buen sitio. -Dije mirándo a mi alrededor con cara de asombro.- ¿Cómo lo encontraste?
-Solía venir a este parque cuando era pequeño.
-¿En serio? Parece que lleva abandonado mucho tiempo ¿Jugabas tú solo?
-Que más da. -Noté cierto tono molesto en su forma de responder. Agarró el balón que había estado guardando bajo su brazo durante el camino con intención de empezar ya a entrenar.
-Ya veo...-Supongo que no debí esperar una respuesta más profunda por su parte.
-Vale. Me pondré a un lado del campo, tú ponte en el otro. Empezaremos con algunos pases.
Hice lo que me dijo y me lanzó la pelota., mis movimientos se habían vuelto torpes y aunque le di, la lancé lejos de Hinata . Fue a recogerla y volvió a pasármela, pero el resultado fue el
mismo. Volvió a intentarlo una y otra vez hasta que los dos nos cansamos y yo decidí rendirme.
-Ya está bien. -Dije sentándome en el suelo- cuanto más lo intentamos, peor me sale. Me rindo.
Entonces vi como Hinata se dirigía hacia mí y me levantaba del suelo cogiéndome por la camiseta.para ser pequeño si que tiene mucha fuerza.
-¿COMO QUE TE RINDES? EL Kageyama QUE YO CONOZCO NO SE RENDIRÍA.
-¿Qué te ha pasado? Ya no sé quien eres.
-Tengo miedo.-Dije en bajo
-¿Cómo?
-TENGO MIEDO ¿VALE?- Intenté librarme de las manos de Hinata Necesitaba salir de ahí
-¿Miedo de qué?
-De la derrota... Y AHORA SUÉLTAME. -Yo también había empezado a levantar la voz.
-¿DE LA DERROTA?
Intenté responder pero no pude. Simplemente giré mi cabeza hacia otro lado. Hinata al ver mi gesto me soltó
-Es todo por hoy me voy a casa ,el cogió su mochila y Salí caminado
Yo hice lo mismo, cuando llegue a mi casa entre y me eche a dormir.
