Siempre pensé que en mi mente solo habría espacio para el vóley...era todo lo que me importaba, era todo lo que me llenaba, era todo lo que amaba...al menos eso pensaba, pero cuando lo conocí todo cambio. era tan radiante que llegaba a ser molesto...
entramos a la casa y Hinata me llevo asía su habitación ,el empeso a sacarse la ropa yo lo segui estábamos ansiosos por hacerlo
nos quedamos completamente desnudos , me acerque a el .lo veia tan lindo sus labios eran tentadores
introduje mi dedo pulgar en su boca dando caricias a su lengua, comenzando así un juego erótico.
-Kage..ya..ma —apenas podía hablar, posó su mano en mi hombro, tratando de hacer que retrocediera, sin embargo no lo hice y seguí dando caricias con mi dedo.
quite mi dedo, tome su barbilla y en un par de segundos ya me encontraba besándolo,lo cargue hasta la cama
caí suavemente encima de el
-estas seguro de esto ...no quiero lastimarte
-tengo miedo ,pero se que si estoy contigo todo va a salir bien
tome sus piernas cruzandolas por mi cintura, sus brazos enrollaron mi cuello mi mirada chocaba con aquellos ojos marrones que tanto me gustaban, su rostro se encontraba algo sonrojado, y con una capa de sudor. eche un vistazo a su pecho desnudo, el cual estaba bien trabajado gracias al voley, pase mi lengua por sus labios, al tiempo que volvía a mirar a Hinata a la cara, en sus labios se formó una sonrisa y empuje entrando en el de una sola estocada.
Un gran gemido salió de mi boca ,haciendo ruido en la habitación
nuestros cuerpos parecían dos piezas de un rompecabezas, hechas la una con la otra para estar siempre juntas.Las estocadas estaban siendo cada vez más frenéticas, nuestras respiraciones agitadas, mis gemidos y los pequeños y roncos gruñidos que daba Hinata me habían hecho perder la cordura. las sensaciones en ese momento me consumían.
—Espera...K-Kageyama...ngh! —Hinata trataba de hablar mientras aquel beso se volvía mas y mas apasionado que antes
—Hinata...te amo...
—Kageyama...—soltó una leve sonrisa mientras algunas lágrimas se resbalaban de sus mejillas.
—N-No llores idiota! —paso mi mano por sus ojos , secando sus lágrimas.
mi mano libre comenzó a acariciar su abdomen mientras comenzaba a penetrarlo, esta vez de manera lenta . Uno que otro pequeño suspiro escapaba de mi boca, y otros pocos gemidos, los cuales intentaba retener mordiendo mi labio inferior.
aumentaba mi rapidez, haciéndole soltar gemidos. Mis ojos se cerraron, sentía el sudor por mi cuerpo
me aleje de su cuerpo de manera abrupta me acomode en la cabecera de la cama, apoyando mi espalda en el respaldo y mis piernas extendidas sobre el colchón
-Ven aquí, Hinata quiero que me montes
El se acercó , gateando como lo haría un gatito acercándose a su dueño en busca de cariño. Su cabello alborotado bajaba por su frente deliberadamente y unas gotas de sudor hacían brillar su anatomía .
apoyó sus rodillas en la cama y subió a horcajadas sobre mis piernas , acomodando perfectamente su cuerpo. tome su cintura . Las manos de Hinata apretaron mis anchos hombros, apoyándose mientras sus caderas bajaban.
Poco a poco se fue sentando en mis piernas. gemí largamente, entre dolor y placer
—D-Dios... —gimió—. Eres muy g-grande.
yo sonreí, empujando levemente las caderas de Hinata contra mi.
no podía pensar con claridad ,acaricie su torso, haciendo un camino de círculos hasta su pezón izquierdo. bese su cuello haciéndolo gemir al instante.mi sentido auditivo se deleitaba cada vez que Hinata emitía un gemido, o cuando el choque de nuestras pieles resonaba en toda la habitación. me sentía completamente abrumado por las sensaciones que me invadían .mis caderas comenzaban a moverse inquietas, era incapaz de quedarme inmóvil teniendo a Hinata.Sus movimientos eran fuertes, sus caderas creaba un delicioso calor con cada sube y baja.
-KAGEYAMAAA!! -grito asiendo que me excitara mas
A estas altura mis gemidos eran imposibles de retener, el sudor había creado una capa sobre mi cuerpo y el de Hinata Estaba llegando a mi límite mi vista se dirigió hasta el rostro de Hinata , quien se encontraba con los ojos entrecerrados, su cara estaba roja, tenía los labios entreabiertos , la respiración agitada y gotas de sudor corrían por su frente realmente amaba ser espectador de todo esto... Las estocadas volvieron a subir de intensidad, mis ojos se cerraron
un liquido mancho parte de mi abdomen
ambos llegamos a nuestro clímax Trate de regular mi respiración Había sido completamente fantástico.
