Bad Habits. ®

XI.

El auto de Pax se dirigía al matadero mientras me daba cientos de explicaciones sobre que hacer, y como hacerlo.

-Se cuidarme solo, nunca olvides quien le salvo la vida a quien.Solté abriendo la puerta del coche.

Un fuerte brazo jalo de mi playera haciéndome caer directo en el asiento, un jalón mas y nuestros rostros estaban a centímetros de distancia. 

-Solo ten mucho cuidado, y por favor no hagas enojar a nadie que se vea peligroso con alguno de tus chistes, ademas hoy me acompañaras a un lugar, así que regresa sin moretones en el rostro.

Reí por lo bajo, le plante un beso rápido en los labios y salí del auto empujando la puerta lo mas fuerte que pude. 

-¡Mierda Ash, me vas a joder el carro peor que si chocara!-Grito.

Le dedique una sonrisa y abrí el enorme porton negro, las miradas se posaron en mi.

-Me sorprende que estes aqui, ¿Qué te motivo a venir?-Me dijo el rubio en la entrada.

-Al contrario, me sorprende que tu estés aquí, en tu lugar yo estaría adolorido.-Solté con una sonrisa.

-Como sea, me dijeron que el jefe te asigno el sector 5, y para bien o para mal, yo me encargo del sector 5, así que como ayer demostraste que medianamente te puedes defender en un combate de cuerpo a cuerpo, hoy me encargare de que ahora sepas usar algo mas que tus manos. Sígueme.

Rode los ojos y camine detrás de el, estábamos atravesando todo el matadero, algunos se me quedaban viendo mal, mientras que otros me sonreían, o hacían algún gesto gentil.                       Llegamos a un cuadro rodeado por paredes transparentes, supuse que era un vidrio blindado, pues se veían manchas de sangre, pero ni una raya en el vidrio, este estaba intacto.

Elige un arma.-Me dijo Ben.

Justo enfrente de mi estaba una mesa repleta de artefactos para hacer daño, armas de fuego, esas cosas que te pones en los nudillos para golpear, un arco, cuchillos de todos los tamaños, incluso había un tubo metálico.

Tome sin pensar un cuchillo, sabía utilizar armas de fuego, y no iba a perder mi tiempo fingiendo que no sabia hacer algo que había hecho toda mi primaria.

-Bien, aunque no era mucho lo que esperaba que eligieras, ¿Vez esa cosa con forma de persona?, bueno, lo usaras para practicar todos los ataques habidos y por haber, pero, cuando te enseñe todos tendrás que practicarlos con alguien que se pueda defender, y te pueda atacar.

Asentí con la mirada y me dirigí a "la cosa" cuestionándome el por que no se refería a esta como un maniquí, y viéndola de cerca me di cuenta que tal vez, era algo mas que un maniquí, pase mi mano por las costillas de esta, y mi mano se alejo instantáneamente, se sentía como piel humana, fría como el hielo, pero aún así era una textura extraña.

-¡Vamos, usalo!-Grito Ben detrás de mi.

Enterre el cuchillo directo al apéndice, pero al parecer si debía de aprender unas cuantas cosas, pues este se movió de mas haciéndome girar la mano, lastimando mi muñeca.

-Mierda, debiste quedarte en defensa personal con las manos antes de tratar, a ver déjame ayudarte.

Sus manos recorrieron mis brazos desde mi espalda, su pecho estaba tan cerca de mi que podía sentir como sus pulmones se abrían al momento de inhalar. Con su mano tomo fuertemente mi mano derecha haciéndome apretar el cuchillo que tenia agarrado, de reojo veía su brazo cada tanto para saber que haría. En un movimiento rápido el cuchillo se entero perfectamente bien abajo del pulmón izquierdo.

-¿Otra vez?-Pregunto.

Asentí con la mirada. De pronto todo su cuerpo se encontraba pegado al mío, no había ni un centímetro entre nosotros, hizo un movimiento rápido cortando la garganta de un lado al otro, para depuse enterrar fuertemente el cuchillo cerca del corazón, y retroceso creando un enrome agujero, su mano izquierda se estiro tomando otro cuchillo y metiéndolo en la bolsa trasera de mi pantalón.

Su mano izquierda bajo directo a mi pierna tomándola con fuerza, para despúes darle un apretón a mi muslo interno. Me solté de su agarre la mas rápido que pude y apunte el cuchillo directamente a su garganta, tocando suavemente su yugular.

Ben levantó las manos lo mas rápido que pudo mientras caminaba lentamente hacia atrás, y claro que como todo buen cliché, choco con la pared que se encontraba detrás de el.

-No vuelvas a tocarme de esa manera, ó no tendrás la oportunidad de arrepentirte, es mas, no tendrás la habilidad después de la madriza que te voy a poner, ¿Entendido?-Dije calmado.

-Mierda, por eso me gustas Ash, no juegas cuando amenazas.-Me dijo Pax tomándome por sorpresa.

Su brazo toco mi hombro levemente, y yo solté en cuchillo haciendo un pequeño corte en el cuello de Ben, una sonrisa se pinto en sus labios.

-Tenemos que irnos.-Dijo Pax mientras prácticamente me arrastraba su auto, como de costumbre.

Llegamos a un bar, y Pax me hizo entrar antes de que pudiera decir algo, saludo al que cuidaba la entrada y nos consiguió una mesa, no tardó mas de un minuto en conseguirnos algo de beber.

-Así que dime, ¿Qué hacemos aquí?-Pregunte.

-Venimos a celebrar, pero antes de decirte por que debo ir al baño.

Pax se paro de la mesa y camino justo entre una mesa de billar, y un grupo de chicos jugando poker, empujo su baraja haciéndola que todas las cartas se repartieran debajo de su mesa.    Uno de ellos le planto un golpe en el estomago a Pax haciendo que se doblara, mientras otro aprovecho para estrellarle la cabeza en la mesa.                                                                                              Me levante lo más rápido que pude de la mesa y corrí hacia el, pero el tercer chico que estaba jugando poker me tomo por el cuello y me hizo caer en seco al suelo, sentí un fuerte peso sobre mi pecho, era una enorme bota que no podía quitarme de encima.

Mientras me movía para sacarme sentí un pinchazo en la pierna izquierda, metí mi mano a la bolsa del pantalón, y el recuerdo de Ben metiendo un arma a mi bolsa bloqueo mi mente por unos segundos, lo que de mi bolsa e hice lo posible por hacer un enrome corte en la pierna del chico que se encontraba sobre mi; este la quito dándome la oportunidad de levantarme.

Conecte un golpe con su rostro en cuanto estuve de pie, seguido por una patada directa al estomago que lo hizo caer, brinque sobre el y perdí la cuenta sobre cuantos golpes le metí antes de ser levantado y aventado sobre la mesa de billar, antes de reaccionar sentí un fuerte golpe en los labios, mi cabeza volvió a chocar con el paño de la mesa; mi mano alcanzo a tomar una bola de billar para después estrellarla en su cabeza, el chico se tambaleo cayendo prácticamente en los brazos de Pax que lo golpe hasta cansarse, mientras yo sangraba con ganas.

Pax me levanto de la mesa y corrió hasta su auto, donde me costo en el asiento trasero y condujo hasta su casa.

-Vaya forma de celebrar.-Dije cuando pude hablar sin sentir un horrible dolor.