XVIII.

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De pronto el hombre comenzó a toser sangre, no fueron mas que unos segundos antes de que sintiera con su agarre sobre mi cuello perdía fuerza, caí al suelo en seco, con el muy cerca de mi. -¿Cómo estas?-Fue lo primero que pude decir.

-Gracias por esto, me salvaste la viuda literalmente.-Soltó.

No respondí nada, estaba muy adolorido como para platicar, así que me quede unos 10 minutos sin moverme, solo tirado en el suelo. Ben me dio mi espacio mientras el revisaba la casa.Cuando me sentí mas o menos listo para moverme, me levante y busque a Ben por el piso de arriba, el pobre aún estaba chorreando, y como los golpes aun están frescos no le dolían, pero en unos minutos no los iba a aguantar.

-Ven, déjame arreglarte ese rostro golpeado.-Dije tomándolo por la espalda.

Nos sentamos en el sillo, el se quito la camisa dandomela para que con ella le limpiara el rostro, pero estaba igual de empapada, me quite la mía, la doble a la mitad y comencé a limpiar su frente. El recuerdo de Pax bañado en sangre me vino a la mente, pero lo ignore.

Sin pensarlo dos veces decidí limpiar la sangre de sus labios con los míos, el tampoco lo dudo un segundo, y ya con los torsos desnudos lo siguiente fue recorrer nuestros cuerpos con las manos del otro, las prendas nos sobraban, así que los pantalones de ambos volaron hacia el otro lado de la habitación, y lo siguiente fue la ropa interior, todo hubiera sido increíble pero la sangre se empezaba a secar, y nuestras heridas dolían cada vez mas. 

-Sígueme, vamos a limpiarnos esta sangre.-Camine junto con Ben hacía el baño, abrió las llaves para que el jacuzzi se llenara mientras terminábamos de quitarnos la poca ropa que nos quedaba, o uno, en realidad los calcetines era lo único que nos faltaba, pero mientras esperábamos podíamos seguir besándonos. 

El agua estaba casi tan caliente como nosotros, y en el momento en el que nuestros cuerpos la tocaron esta se pinto de un color rojo vivo, tanto mis corazón como mis heridas estaban abiertos, dejando a Ben penetrar cada una de mis células, entrar a mi alma, nuestro cuerpos se fundían junto con el agua hirviendo.

Realmente no puedo decir que hicimos algo ese día, por que sería una mentira, nuestro tiempo se fue en besarnos y recorrer el cuerpo del otro con la manos.

Las horas pasaban en segundos al estar con el, no eran necesarias las palabras para saber que era lo que el otro buscaba, o simplemente como debíamos acomodarnos, y aunque me hubiera encantado sentarme ahí a contemplar a Ben hasta que el agua se congelara, había dos cuerpos de los cuales teníamos que deshacernos.

-Creo que estoy cayendo por ti, déjame estar contigo.-Soltó Ben.

-Vamos Ben, este no es momento para hablar eso, ¿Quién se deshará de los cuerpos?, tenemos que vestirnos.-Dije saliendo de la tina.

-Espera. Déjame verte u poco mas, ese perfecto cuerpo al desnudo, tu rostro mojado, todo.

Reí por lo bajo para no hacerlo muy obvio y salí de la habitación con Ben detrás de mi. Caminamos hacia su recamara donde tome su ropa prestada para poder salir del lugar, esto de pedir ropa se me estaba haciendo un mal habito.

Ambos nos vestimos de negro, yo con unos pantalones rasgados, los tenis negros que ya traía, una jersey con hoyos, y  una chamarra de cuero, mientras el usaba unos pantalones negros lisos junto con una playera negra pegada, y unas timberlands del mismo color.

Antes de salir le pedí a Ben que revisara mi pierna, quien dijo que solo era una pequeña estirada de los puntos, me puso una venda y santo remedio,

Envolvimos ambos cuerpos en unos tapetes y lo metimos a la suburban de Ben, al salir por la entrada nos percatamos que ya no se encontraba el vigilante lo que se nos hizo muy extraño, per a decir verdad no teníamos tiempo de detenernos a investigar. Nos detuvimos en un enorme cementerio donde Ben rompió el candado para poder entrar, buscamos unos campos vacíos y nos dedicamos a cavar por horas, mi celular comienzo a sonar por eso de las 12:30 am, era Pax, pero no podía contestarle para explicarle lo sucedido, apague mi teléfono y lo puse junto a la play de tierra que ya habíamos sacado para seguir cavando. Después de unas 3 horas de cavar por fin pudimos enterrar los cuerpos, a los que antes tuve que revisar por si encontraba algo, al primer cuerpo le encontré 2 navajas y $5,000 al segundo le encontré 1 pistola junto con $10,000 se los mostré a Ben que se limito a decir "Parece que no les pagaron tan bien por mi cabeza".

Sin demorarnos un segundo aventamos los cuerpos, los tapamos bien con toda la tierra y nos fuimos.

-Ash, tengo que salir de la ciudad por lo menos por 3 días, tengo una casa del lago apenas a 2 horas, puedo dejarte en tu casa si prefieres, aunque me gustaría que vinieras conmigo, incluso por seguridad.-Dijo.

-Llévame contigo.-Le dije poniéndome el cinturón de seguridad.

Bad Habits. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora