XVI.

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-Yo...Yo no sabía que eso había sucedido, no sabía que habías tenido que pasar por eso, lo juro. Lamento lo que dije la semana pasada.-Me dijo Ben acomodando el cabello que tenía en el rostro.

-Esta bien, yo se que fue mi culpa, pero nunca pude despedirme de Ray.

-¿Cómo que nuca pudiste despedirte?-Pregunto Ben.

-Si, bueno cuando entraste a la casa salí antes de que alguien pudiera verme, y cuando pude regresar la familia de Ray ya estaba empacando para irse, la policía tomo su caso como si fuera desaparición, así que después de unos días dejaron de buscar, y aunque yo sabía que el estaba muerto decidí guardar silencio, aunque eso implicaran nunca despedirme.

-Sígueme.-Dijo Ben levantándose del suelo.

El tomo mi mano fuertemente y me guió hasta su auto, con el tiempo empezaba a pensar que eso de prácticamente llevarme a lugares sin decir nada era algo que enseñaban en el matadero, o algo por el estilo. Caminaba con algo de dolor pues mis puntadas se habían abierto, pero no dije nada pues mi curiosidad peso mas que mi dolor.

Salimos del matadero y llegamos aun bello convertible color tinto, antes de subir me quite la sudadera y la puse en el asiento en caso de que lo que creía fuera verdad y estuviera sangrando.

Ben arranco el auto rapidamente, mientras yo pensaba que había pasado con Pax, tal vez no estábamos destinados a estar juntos, no, de hecho no estábamos destinados a estar juntos y eso estaba bien, no tenía nada que hacer al respecto mas que seguir adelante. Mientras yo pensaba en mil cosas Ben dijo que habíamos llegado. El lugar era un bosque repleto de arboles, sabía que Ray le hubiera encantado un lugar así, el odiaba la ciudad.

Seguí a Ben por unos 15 minutos de caminata sin paradas, hasta que el se detuvo justo enfrente de un enorme árbol, repleto de verdes hojas. 

-Ahora puedes despedirte.-Soltó Ben moviendo y dándome una vista perfecta del enorme árbol.

-¿Qué?, no entiendo a que te refieres.

-Yo conocí a Ray mucho antes que tu, y cuando éramos pequeños solíamos venir aquí en secreto para jugar, así que cuando encontré su cuerpo al principio no sabía que hacer, estuve horas pensado que sería lo adecuado, horas odiando a la persona que había hecho esto, y al final decidí que debía enterrarlo en su lugar favorito, así que vamos, despídete.

Sin pensarlo me agache junto a las enormes raíces del árbol, las recorrí con mis manos buscando cualquier señal de Ray, sabía que esto no era un cuento mágico y no iba a encontrar nada, pero aun así pedí perdón.

-Ray, todo esto es mi culpa, asumo mi completa responsabilidad sobre lo que sucedió, si esa noche yo no hubiera estado ahí tu hubieras podido encontrar una solución viable, yo mate al tipo que me atacaba, y ellos te mataron a ti, pero no puedo despedirme sin decirte la verdad, yo no te amaba, el cariño que sentía por ti era diferente, era un amor de hermanos, tu y yo éramos polos opuestos y a decir verdad no creo que tu me amaras a mi.-Dije con mi frente recargada en el suelo del árbol.

Estaba harto de llorar una muerte que aunque había sido por mis manos, no estaba en mis posibilidades evitar, si, el pensar en Ray dolía, pero a Ray lo había superado, y ahora era momento de superar lo que yo había causado, así como acepte mi error, era momento de seguir adelante, se que eso le hubiera gustado.

-Perdoname.-Dijo una voz detrás de mi que claramente no era Ben.

No quería voltear, no sabía que estaba sucediendo pero no quería darme la vuelta y que quienquiera que estuviese detrás de mi me viera llorándole a un árbol.

Sentí como la persona se arrodillo detrás de mi, su pecho estaba tan cerca de mi espada que podía sentir sus latidos, y eso mas la respiración que se encontraba en mi cuello, abril mis ojos.

-Pax.-Dije dándome la vuelta mientras me limpiaba las lagrimas.

-No digas nada Ash, vengo a disculparme por alejarme, pero más que por eso vengo a disculparme por creer en lo que me decías sin antes saber el por que de las cosas, yo no sabía por todo lo que habías pasado, y ahora te veo de una manera diferente, eres un luchador, y juntos vamos a superar esto, si me lo permites quiero estar a tu lado todo el tiempo que se pueda.

-Pax, esto es difícil para mi, nunca tuve a alguien a quien amar así que no se como hacerlo, mis padres siempre estuvieron de viaje junto con mi hermano, y yo me críe solo, así que si, te acepto por que esto es mi culpa, no de nadie mas, pero también quiero que entiendas que no siempre tendré lo que pides, ni sabré como hacer las cosas. Pero, ¿Cómo llegaste aquí?

-Ben me dijo que estarías aquí, también me convenció de venir a buscarte. Te acepto tal y como eres, y te prometo que amor que no recibiste lo recibirás conmigo siempre, y estoy seguro que Ben estará para ti siempre que lo necesites. Vamos a mi casa.

Me cuestionaba mucho el por que estaba haciendo esto, pero mas que nada me cuestionaba si debía hacerlo, aunque realmente mi mayor preocupación era agradecerle todo esto al inútil de Ben, que cada vez se ganaba mas mi cariño.

Salude a Leo con un abrazo en cuanto abrió la puerta principal.

-¿Así que se acabaron los problemas en el paraíso?-Pregunto Leo sin soltarme.

-Pues los hemos erradicado desde la raíz, de hecho los pudimos acabar tan bien que Ash vendrá a dormir a la casa, en la habitación que prefiera, incluso podrá usar la mía si el lo desea.-Dijo Pax pasándome un brazo sobre los hombros, y dándome un beso en la cabeza.

-Bueno, ya que me preguntan, y me dan mucha opción supongo que solo tengo que ir por ropa, y buscar a Ben, tengo que agradecerle lo de hoy.-Dije.

-Tonterías, puede que la ropa de Pax sea fea, pero seguramente mi ropa se te verá increíble, y Ben puede esperar, así que entra a la casa y sube a disfrutar que ya se arreglaron los problemas con mi hermano.-Me dijo Leo.

Sonreí, y subi tomado de la mano de Pax.

Bad Habits. ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora