0

933 106 63
                                    

[Pasado]

El pecho desnudo de Salem subía y bajaba de forma acelerada, por lo que la cabeza de Will, que estaba recostada sobre este, imitaba los movimientos.

Salem llevó la mano con cierta torpeza hasta el pelo del chico y se lo revolvió.

—¿Estás dormido? 

—No —respondió el Will en un susurro—. Tu corazón late muy deprisa y no hay quien pegue ojo.

Salem tomó una bocanada de aire y cerró los ojos, en un vago intento por calmar sus pulsaciones. Sintió como el chico se removía, y a los pocos segundos dejó de notar la cabeza de este reposando sobre su pecho. Al instante echó de menos la calidez que Will le proporcionaba.

—Lo siento —se disculpó Salem—. Estoy algo acelerado.

Will dejó escapar una suave carcajada y se dejó caer sobre el cuerpo de Salem. Lo cual provocó que este último se sobresaltara y abriera los ojos para mirarle.

Se encontró con la peculiar mirada de Will clavada en él, y algo en su interior le empujó a acariciar con cuidado una de sus cejas.

—¿Te preocupa algo en concreto, Salem Moon?

Le escuchó, pero no quiso contestar. No por no confiar lo suficiente en él —que no era el caso en absoluto—, sino porque no quería perderse ni un solo detalle de los ojos de William.

—Hey —se quejó—. Te estoy hablando, deja de mirarme así.

Entonces, Salem se abrazó a él e hizo girar a ambos sobre la cama, posicionándose encima de Will.

—¿Qué pasa si no quiero? —sonrió— Tus ojos son increíbles, William. De verdad que sí. Hipnotizan.

Will se mordió el labio y sonrió también.

—La heterocromía no es muy común, lo sé —dijo—, pero deberías estar acostumbrado. Ni que fuera la primera vez que me ves. Además, siempre te acabas quedando así de embobado conmigo.

—Cada vez que te veo es como si fuera la primera vez —respondió Salem en un murmullo—. Me gusta mirarte, no sé qué le ves de malo a eso. Tú haces lo mismo con mis tatuajes.

Salem se apoyó sobre su antebrazo izquierdo y cargó el peso de su cuerpo en ese punto, para no aplastar al chico. Mientras que con la mano libre, se dedicaba a acariciarle el pelo.

—Jamás pensé que acabarías siendo un romántico, Salem Moon —rió Will—. Y respecto a tus tatuajes: es algo totalmente diferente. Cualquiera sentiría curiosidad por algo así. 

—¿Y no sientes ni una pizca de amor? —dejó la mano quieta y pegó la frente a la suya— ¿Ni siquiera lo más mínimo, Señorito el-amor-es-una-invención-de-los-cuentos-de-hadas?

El pecho de William se infló al tomar aire, chocando contra el de Salem, y provocando que los dos cortaran sus respiraciones por un momento.

—¿Por los tatuajes? 

Salem negó sonriendo e hizo el amago de ir a morderle el labio.

—Por mí —susurró.

—Hoy sí —respondió sincero.

—¿Y mañana? —inquirió Salem.

Will se encogió de hombros y le mordisqueó la mandíbula.

—Mañana ya veremos.

—Te haré quererme todos los días.

Will se separó para mirarle.

—¿Y si algún día me canso?

Salem rozó los labios contra su mejilla, hasta alcanzar su oreja.

—Entonces te dejaré ir —susurró—. Conmigo siempre serás libre, William Blake.

—Al final te he pegado lo de llamar a la gente por su nombre completo —dijo él divertido—. Deberías dejar de pasar tanto tiempo conmigo, ¿no crees?

—Si lo hiciera, llamarías a mi puerta de madrugada rogándome calor humano.

—¿"Calor humano"? —rió.

—Es que si lo llamo hacer el amor, volverías a decir que soy un cursi —le explicó, contra la piel de su cuello.

—Dije romántico —respondió Will en un estremecimiento.

—Qué más da.

—Sí —corroboró—. Qué más da. 

—Bésame ya.

—Solo si después me consigues algo dulce para picar —dijo Will divertido.

Salem enarcó una de sus negras cejas y rió.

—Creo que mi hermana trajo Skilets, Skaitles... —dijo dudoso—, como sea. El otro día. Puedes comértelos, no me gustan.

—¿Skittles? —se relamió— Me comeré solo los rojos.

—¿Por alguna razón en especial?

—El rojo es tu color favorito.

—Eres idiota.


Antes de nada: sé que esto es algo lioso.

Ver a Salem con alguien que no sea Travis, Marcus o Alaska tiene que haberos chocado un poco. Pero quiero deciros que William es alguien muy importante para nuestro baby Salem. Supongo que ya os habréis fijado en algunos detalles que lo corroboran.

Este capítulo, se podría decir, que es del pasado de Salem. Antes del comienzo de Epiphany en sí. Pero era absolutamente necesario para que le entendierais un poco más.

Deciros también que William no es invención mía, sino de besidemoon.

Muchísimas gracias por dejarme prestado a tu pequeño bebé, Moon.

Si queréis saber más sobre William, pasaros por su historia: Like Crazy.

Os aseguro que merece la pena.


Por mi parte, nada más que deciros.

[¿Qué opináis de Epiphany hasta ahora?]

Os quiero mucho.

Sois geniales.


Tigre.

EpiphanyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora