Freak Show (Yaoi) (Saga completa) (En edición)

Capítulo 12: Pequeña bastarda.

"Te van a destruir de la forma más bella, ahí vas a entender porque los huracanes tienen nombre de personas". 

Las largas calles en ruinas dejaban mucho que desear, daba la  apariencia de un pueblo fantasma ya abandonado hace siglos y no uno que albergara a un poco más de la mitad del poblado freak, pero todos sabíamos que eso solamente era una fachada, una posible trampa. 

-¿Seguros que estamos en el lugar correcto?- Alan ya no susurraba, hablaba fuerte y claro molesto de no encontrarse con absolutamente nadie. Habíamos llegado con la guardia en alto pero lo único que nos había recibido era el sonido del viento. 

-Pero claro que sí.- Susan parecía  igual de desconcertada que todos nosotros, volteaba la mirada de un lado a otro en rastro de cualquier señal de que se apareciera a alguien o de algo fuera de lo común; pero todo parecía intacto desde siglos atrás. 

Los enormes edificios en ruinas parecían que con cualquier suspiro se vendrían abajo, las barrilas sobre salían de las construcciones y los ladrillos poco a poco se iban haciendo no más que un cumulo de polvo. El lugar contenía diversas calles y avenidas en desastre donde la vegetación se comenzaba a hacer paso de lo que alguna vez fue la propiedad del humano. El silencio junto con algunos grillos a la lejanía era lo único que hacia eco de esa metrópolis que empezaba a caerse. Si esto seguía así el plan se iba a ir a la mierda. 

Momentos antes de llegar (sin mucha precaución) dentro de estos pasadizos, había visto a muchos de nuestra raza despidiéndose entre sí a medida que íbamos avanzando entre la tierra árida debajo de nuestros pies. Las pocas parejas que había ahí se tomaban de las manos y se besaban los nudillos como cerrando una promesa que llegaría más allá de la muerte, los más jóvenes del grupo iban con las manos juntas murmurando palabras y plegarias; Susan iba mirando el cielo balbuceando cosas sin sentido...tal vez y hasta le rezaba a un dios por ayuda. Alex sin en cambio iba con la mirada enfrente, sabrá Dios que pasaba por su mente en esos momentos.  Yo solo tomé la mano de Alan, no quería rezarle a nadie, no quería pedir plegaria a nada  y mucho menos quería despedirme de él. Solo quería sentir su calor entre mis manos, sentir que Alan y yo seguimos despiertos y vivos. Sé que podremos salir con vida.

-Tal vez esto sea una trampa.- Alex habló volteandonos a ver a todos, como si fuera lo más obvio del mundo. - ¿Quién nos afirma que estas chicas no nos han traído justo a la trampa?

-Sí.- Un freak que no parecía tener más de quince años siguió- Ellas eran amigas de Camila, nadie nunca dijo que alguna vez lo dejaron de ser .- Y fue lo suficiente para que los murmullos y maldiciones fueran tomando vida entre la multitud hacía Karla y Xquenda. 

-¡¿Cómo se les ocurre decir eso?!- Xquenda comenzó a elevar la voz a poco tiempo de que la multitud se enardeciera contra ella.-¡Alex, pero si nosotras te salvamos!, ¿¡Cómo puedes pensar eso tan si quiera?!

-¿Y? eso no me afirma absolutamente.- Con la mirada confiada se acercó a ella con la guardia al mil. Alex no era estúpido, sabía que si se descuidaba tan si quiera un poco, podría acabar muerto.- Puede que solo haya sido diversión suya mantenerme con vida, o tal vez parte de su plan.

Xquenda dio un pisotón tan fuerte que la tierra se cuarteo medio metro a su alrededor, Karla pedía que se calmara a susurros pero la inminente furia de Xquenda era inevitable ya. Xquenda había tirado un golpe certero justo en la cara de Alex quien no le dio tiempo de reaccionar y termino con la cara totalmente embarrada en el suelo.

-¡Eres un jodido estúpido!- La fuerza de la morena había salido a total plenitud, una patada había sido lanzada justo al estomago de Alex quien cuando se vio en la situación en la que estaba solo abrió los ojos llenos de sorpresa colocando una barrera frente a él de hierro puro... Xquenda logro romperla como si no fuera más que simple cristal  haciendo a Alex barrerse y levantar una nube de tierra.