"Afortunados
quienes se den cuenta de sus sentimientos a tiempo"
- ¿Le temes al coco? - Preguntó Alan, haciendo que me comenzará a atragantar con mi propia saliva de la impresión.
- ¿Qué? ¡No! ¡Yo soy un macho! ¿¡Qué no ves mis moretones en la cara!? - Respondí exageradamente señalando mi rostro una y otra vez, Alan me respondía con risas. -¡Me los hice en una pelea para tu información!
- Entonces, ¿Por qué ayer pensaste que era el coco? – Sonrió mientras no paraba de reír.
- Estás alucinado.- Rodeé los ojos mirando para afuera de la ventana, ambos nos encontrábamos muy amenos platicando en el auto de su padre. Nos había traído a una de las oficinas que se encontraba en Wonderland, estábamos rozando uno de los grandes muros del lugar.
- "¡Oh por dios! ¡El coco está bajo las mantas!" - Empezó una mala imitación de mí, a lo cual sentí mis mejillas enrojecer, no sabía si por vergüenza ajena o porque sabía que era verdad.- "Ay sí, soy Dante un machote, que le teme al coco."
- ¡Oye! – Reclamé rojo de pena mientras Alan no paraba de reír a carcajadas.
Miré para otro lado de nuevo tratando de ignorarlo, me asomé por la ventana notando la muralla que se alzaba delante de mí. Sin duda esta era gruesa y exageradamente enorme, parecía más que nada que era una precaución para que a todo Freak que intentara escapar no lo lograra.
La puerta del Jeep se abrió de mi lado haciéndome saltar, ahí estaba Agustín que tenía cara de pocos amigos mirándome.
- Bájate, freak.- Ordenó sin siquiera mirarme, miré a Alan que con la mirada me pedía (de manera más amable) que bajara.
En cuanto bajé del auto del Entrenador, este arrancó el vehículo dejándome ahí plantado. Jadeé indignado de que me vinieran a aventar tan lejos de mi hogar.
- Hola.- Una voz suave y femenina habló a unos cuantos pasos detrás de mí.
Volteé hacía atrás notando a una chica, era Meysi. Pelo café corto en capaz hasta más o menos la altura de los hombros, era delgada y su piel era de un cierto color moreno con toques rosados en partes de su cuerpo. Su ropa era realmente llamativa, consistía de una playera negra con puntos morados, una falda de tutu morada con rayas azules, mallas de color azul con rayas negras y zapatos bajos morados.
- Hola.- Saludé sonriendo. -Mi nombre es Dante.
- Lo sé. - Tomó su mochila morada del piso y se fue acercando de apoco hacía mí. -Tu nombre es Dante, tienes 20 años, primera generación, tu don es control de la oscuridad o sombras y no es muy útil en el día.
- Ok, no leas mi mente sin permiso.
- Lo siento, Soy Meysi - Me extendió su mano en forma de saludo. - Es un placer conocerte.
-El gusto es mío.- Apreté de vuelta su mano.- Y bueno... ¿ahora qué hacemos?
- Soy nueva aquí.- Me dijo de manera obvia.- Enséñame cuando me toca mi Show, qué hago, lo que se hace para ganar dinero, las reglas...
- Bien.- Respondí comenzando a caminar.- Por favor, no leas mi mente y pregúntame.
- ¿Cómo nos ganamos la vida? – Preguntó entre risas comenzándome a seguir el paso.
- Fácil, haciendo tus Freak Show, o... podrías hacer un encuentro: es ilegal y es un enfrentamiento a muerte con otro Freak, el ganador se lleva todo.- Noté de reojo como abrió sus ojos de sorpresa.- o un favor: que es como ser la prostituta de un entrenador.
- Joder, este es el infierno.- Afirmó sacudiendo su cabeza, intentando quitar esas imágenes de su mente.-... ¿Para qué sirven los entrenadores?
- Para nada, según es para cuidarnos y que no haya conflicto entre los humanos y freaks que están aquí. Pero son como dictadores
- ¿Cuándo haré mi Freak Show...?
- Para tú mala suerte, un entrenador te vendrá a buscar, te dará la fecha de tus espectáculos y además que vas a hacer en ellos.
Seguimos platicando un poco más (casi 3 horas de estar caminando en realidad) sobre su mundo y nuestro mundo.
Me di cuenta que extrañaba ya el mundo humano, que en realidad era maravilloso. Me platicó desde pequeños aparatos rectangulares donde se podía leer, escribir, escuchar música, comunicarse con personas y demás, me habló de aves metálicas que surcaban el mundo entero con el nombre de aviones, me habló de deliciosas comidas que ha probado y demás.
Se oía como el mismo cielo.
Pasé a dejarla en su nuevo hogar, era el camper de la chica que había matado ayer, no le di muchas explicaciones y ella tampoco quería preguntar más.
Con el dinero del encuentro me alcanzó para una deliciosa lata de frijoles y un huevo. Le cuidé como si fuera oro.
Llegué a mi casa y de inmediato comencé a asarlo con mucha precaución de que nadie se quisiera meter a mi camper a arrebatármelo. Podía ya saborearme mi delicioso huevo. Inclusive tenía dos sombras en las puertas y ventanas en forma de espada por si alguien quería entrar.
- ¡Dante! –La voz de Meysi resonó en mi cabeza haciéndome tambalear ante el dolor que produjo que se metiera a mi mente.
-¡Ahh!- Grité tomando con una mano el sartén y con la otra tomando mi adolorida cabeza.- ¿¡Qué?!
-Estoy afuera de tu puerta, ábreme.- Pidió aún en mi cabeza a lo que volví a gruñir adolorido. Caminé hacía la puerta desapareciendo las espadas y abriendo (sin dejar el sartén, claro)
-¡Te acabo de pasar a dejar!- Le reclamé al ver a Meysi con una sonrisa y danzando un poco de lado a lado.- ¡Leíste mi mente, yo no te dije donde vivía!
- ¡Tenemos que unirnos! – Habló por fin ignorando completamente todos mis reclamos anteriores.
- ¿Qué?- Exclamé mientras cuidaba mi huevo con frijoles.
- ¡A los "Free"!- Gritó sonriéndome, la verdad no me esperaba que conociera ese grupo tan rápido, pero era de esperarse de alguien que no conoce la privacidad.
Los "Free" eran un grupito de Freaks inservibles que conspiraban con abandonar nuestra "esclavitud" y revelarnos contra los humanos, su propuesta era bastante llamativa, sin embargo sus planes para liberarnos eran demasiado estúpido o sin sentido.
- No.- Su sonrisa se borró ante mi respuesta.
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Freak Show (Yaoi) (Saga completa) (En edición)
RomanceSEXO GRATIS. Okey, ahora que ya tengo tú atención, quiero decirte que esta novela esta en proceso de edición (doy lo mejor que puedo) en horrores gramaticales y ortográficos. Si estas leyendo y de pronto algo no te suela o el cambio de escritura es...