Capítulo 2: Encuentros y favores.

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"He soñado más de lo que he vivido"

-Mierda...- susurré contando mi dinero, aventándola sobre la sucia mesa donde vivía. Las cucarachas salieron corriendo ante el sonido tan fuerte que provocaba por medio de mis pasos alrededor de esta.

El Freak Show, no me había dado el dinero suficiente como para poder pagar lo que me faltaba de comida y posiblemente agua. La desesperación me invadió, aunque yo me ridiculizaba y solamente era un estúpido entretenimiento de circo (literalmente) no ganaba lo suficiente para lo básico.

¿Qué hago?

La vida aquí no es fácil y probablemente no me dejarían presentarme en otro Freak Show, ni nada legal.

¿Un encuentro?

Hace poco también hice uno, no quiero arriesgar tampoco mi vida de nuevo peleando ilegalmente con otro Freak a (casi) muerte; la última vez casi pierdo.

¿Un favor?

Es de lo más repugnante venderte como prostituta a humanos (claro que también de manera secreta e ilegal) y a entrenadores, pero era lo más conveniente en estos momentos.

Miré al cielo rogando que no me tocara darle el "favor" a un entrenador; eran unas bestias con nosotros por el hecho de sentirse superiores. Si aún no sabes qué es un jodido entrenador te informo: Un entrenador es algo así, como el ejercito de Wonderland, nos mantienen a raya y "cuidan" de los freaks,

Salí de mi vivienda con pesar y miré al oeste de la ciudad, la noche ya embargaba las calles cubriéndola de un manto oscuro que era levemente rota por el alumbrar de las luces del estadio y otras zonas. Había una zona especial, donde sí se caminaba únicamente se buscaba sexo, supongo que en el mundo humano funcionaba igual, sin embargo quedaba hasta la parte norte de la ciudad, tenía que cruzarla entera. Y yo tengo una enfermedad incurable, que es tratada pero no me deja caminar grandes distancias ni hacer muchas cosas, así es: la pereza.

Use mi don y mi combinación de flojera para sacar de la tierra la sombra de un caballo, que poco a poco se fue materializando.

-Cada vez voy mejorando...- me dije a mi mismo subiéndome sobre el caballo que empezó a andar como zombie a mis órdenes. Los freaks no me miraban raro, conocían perfectamente mi don, los humanos quedaban sorprendidos al ver pasar un caballo traslucido negro y además que al caminar parecía soltar humo.

Finalmente llegué a mi destino, el silenció se hacía de manera presente y pocos freaks se encontraban recargados en las paredes esperando por alguien que quisiera un favor. Salté hacia el suelo y al momento en que mis pies tocaron tierra el caballo detrás de mí se deshizo como polvo. Me recargué en la primera pared que encontré esperando. Poco después un mano tocó mi hombro, y al mirar esta de reojo noté que era de un señor mayor, alcé la mirada encontrándome con el sujeto.

- Hola, chico. - Saludó con una sonrisa de orea a oreja en el rostro, mi mente grito de angustia al ver que era un entrenador por el uniforme rojo militar que portaba.

-Hola. - Fingí mi mejor sonrisa que pude darle. Mire su placa sobre el pecho izquierdo leyendo un nombre que no reconocí, volví a mirarlo al rostro notando que era totalmente desconocido para mí.- Nunca te había visto por aquí, guapo, ¿eres un nuevo entrenador?

-Así es- Me miró de arriba abajo, noté como se relamió los labios antes de volver a habla.- Pero sé que es un "favor" y también lo que es un "encuentro"

- Entonces, ¿Quieres un favor?- Pregunté sin sutileza queriendo romper este ambiente de "charla amistosa" que se formó a nuestro alrededor.

-Sí.- Sonrió antes de dar un paso atrás.- Pero no aceptaré que me cobres lo que TÚ quieras, te pagaré lo que yo decida.

Freak Show (Yaoi) (Saga completa) (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora