Hey Tom!

14

—Muy bien chicos—hablo el mayor hacia sus alumnos—Les dejare un trabajo en grupo.—El profesor fue interrumpido por platicas repentinas, carraspeo su garganta llamando de nuevo la atención que le fue dada. —Su compañero serán los de la clase 2-B.

El de chamarra azul soltó un suspiro, en la clase 2-B esta Tord, el chico de los delirios y molestias de Tom el cual solo podía pedir que no le tocara con el noruego.

—Paul—llamo el mayor.

—Aquí—respondió el chico de cejas gruesas con su mano levantada.

—Vas con Patryk—asigno.

Paul asintió pero se moría de la felicidad por dentro.

—Thomas—le llamo, Tom solo levanto su cabeza y dirigió su mirada al mayor—Ya que eres nuevo supongo que no conoces a nadie en la otra clase.

—Conoce a Tord, se llevan muy bien—esta vez hablo Paul, pero con buenas intenciones que Tom no notaba.

—Muy bien, estarás con Tord—asigno.

Solo unos minutos y sonó la campana dando libertad a los estudiantes. Tom tomo rápidamente sus cosas guardándolas en su mochila; salio con pasos rápidos fuera del aula, bajo los escalones hasta la planta baja.
Quería salir del institución antes de que la campana volviera a sonar, estaba unos metros del gran portón de la libertad pero fue tomado por la muñeca y halado hacia un cuerpo.

—¿Porque tanta prisa guapo? Aun no es el día que te lleve al cielo—tras decir esto Tord guiño un ojo a Tom el cual estaba un poco rojo.

—¿Que quieres Tord?.

—Trabajaremos juntos, así que quería saber si te parece en mi casa a la salida—propuso el noruego con una sonrisa tomando al ingles de sus caderas.

—En realidad yo ya me iba—señalo tras de si al portón de la libertad como él le llama.

—Esta bien, vámonos entonces—en un movimiento tomó la mano de Tom empezando a correr fuera de la institución hasta llegar a una casa de dos pisos de color rojo suave.

—Bonita casa—alago Tom observando los ventanales y el jardín.

—Gracias, es un gran honor tu alago.—con gracia hizo una reverencia frente a la puerta dejando pasar al chico de ojos profundos cerrando la puerta tras de si.
Tord guió a Tom hasta su habitación la cual estaba ordenada, raro para un chico adolescente.

—¿Quieres jugar algo?—pregunto tirándose en su cómoda cama.

—Claro—se lanzo sobre Tord tratando de aplastarlo.—Muere commie.

—Nunca witness—entre risas saco a Tom de encima suyo dejándolo boca arriba en la cama, sus rostros quedaron mas cerca de lo permitido y se percataron de esto al terminar de reír, ambos rostros se tiñeron con un matiz rojizo, sus ojos clavaron miradas sobre ellos, sus corazones se aceleraron, podían sentir el palpitar en sus pechos. Tord sin ninguna aprobación cerro la brecha entre ellos juntando sus labios con los otros; sentir los labios del noruego sobre si eran un delirio inexplicable que le hizo soltar suspiro mientras pasaba sus brazos por el cuello de Tord atrayéndole lo cual el otro acepto gustoso; el noruego tomo a Tom de sus caderas y como pudo le sentó en sus piernas, el ingles se acomodo pasando sus piernas a los costados del noruego quedando en una mejor posición. El beso fue roto por la falta de aire entre ambos, sus iris se juntaron, las iris carmesí denotaban un deseo hacia el chico de ojos profundos quien retomo el beso, Tord dio una mordida en su labio inferior haciéndole abrir su boca dando paso a la lengua calienta y mojada de Tord quien no perdió tiempo en profanar la dulce cavidad de Tom.
Sus respiraciones tomaron un mayor ritmo sus cuerpos tomaban calor, Tord paso sus manos por debajo de la chamarra y camiseta de Tom quien al sentir el contacto dio un salto de sorpresa, este acto no hizo mas que provocar a Tord para seguirle tocando, sus manos llegaron hasta los puntos rosas que pellizco con un poco de fuerza haciendo gemir a Tom en medio del beso.

El noruego se separo de los labios rojos e hinchados del ojos negros pasando a su cuello donde comenzó a besar suavemente, Tom soltaba suspiros en cada uno y un gemido cuando Tord mordió su cuello.

—Espera—pidió el ingles haciendo detener al noruego—¿Como pasamos de "vamos a hacer la tarea" a casi follar?

—Sinceramente no lo se, pero—saco la chamarra azul y subió la camiseta de Tom dejando expuesto sus dulces puntos rosas—Eso no importa mucho—atrapo entre sus labios un punto succionando y lamiendo.

—No hagas...eso...ah Tord...—nunca pensó que tal placer podía ser provocado con solo pequeñas lámidas.
Él noruego bajo su mano inarbertidamente hasta la entre pierna de ingles quien se tenso al sentir el toque.

—Espera ¿en serio haré esto? ¿en seruo follare con Tord? ¿ahora? ¿sin una relación formal? ¿porque habían manchas blancas en las sabanas dek cuarto de invitados? ¿esa última pregunta va al tema principal? ¿debo correr? ¿que no fueron Edd y Matt quienes utilizaron esa habitación? ¿porque me lo sigo preguntando? ¿y si le salen tentáculos en medio de lo mejor y me da infarto? ¿y si no me sigue lingando? ¿le gusto a Tord en serio?

Esa última pregunta le hizo refleccionar e incluso ver el infinito de sus sentimientos.

—Oye Tord—tomo entre sus manos el rostro del nombrado que hasta hace unos segundos seguía ocupado en los pezones del ingles.

—¿Que sucedes? ¿tienes miedo?—pregunto preocupado, no quería hacer sentir inseguro a su chico, aunque no fuera en realidad, en un paso importante.

—No quiero hacer esto, digo si quiero pero creo no se, formalizar ¿la relación? ¿conocernos más? ¿realmentetegusto?—pregunto en susurro.

—Tom, realmente me gustas, es mas estoy enamorado de ti, aunque tu nunca me notarás yo siempre te he observado desde pequeños—tomo una de las manos del chico de ojos profundos y deposito pequeños besos con cariño en el dorso—Te amo.

—Tu me gustas—confeso rojo por sus palabras pero mas por confesión de su pervertido piropeador.

—¿Mas que la smirnoff?—beso casto los labios rojos de Tom.

—Oye, calmate... osea no te pases—dijo serio riendo al instante —Mas que a la smirnoff.

—Joder que afortunado soy—rio junto al otro chico entre sus piernas.

—¡Santos ponys en una montaña!—exclamo al sentir la erección de Tord en su trasero.—Yo te dejo con tu problema.

—Tú tienes la culpa —recrimino en noruego dando saltos simulando embestidas contra Tom.

—No, no es mi culpa—sentir los movimientos de Tord le hacían perder fuerza, pero en un ataque de pánico al sentir la mano del noruego ingresar por la parte trasera de su pantalón dió un salto, tomo sus cosas rápidamente y se fue dejando Tord con un gran dolor en su entrepierna.

—Yo la quería pa' ti—gimoteo Tord dejándose caer en la cama.