Hey Tom!

29

Los dos chicos observaban con preocupación por la ventana de la habitación de Tom a los chicos que peleaban afuera, ahí estaban Edd, Matt y Hellucard, los últimos dos se gritaban y apuntaban con el dedo Edd trataba de calmarlos sin tener mucho éxito.

—¿Vamos a ayudar a Edd?—pregunto Tord preocupado.

—No, mejor ve y has palomitas, esto esta mas bueno que las novelas de la mañana—respondió el inglés.

Tord solo le dio una mirada de desaprobación, se levanto del piso, salio de la habitación para dirigirse a la cocina, busco entre los estantes un paquete de palomitas encontrándolo en uno de los estantes de arriba.
Se quedo parado frente al microondas viendo como giraba el paquete en el aparato, estaba tan concentrado que no percibió el momento en que cierta persona entro en la casa, solo sintió unos brazos alrededor de abdomen y la persona al que le pertenecía temblando a sus espaldas, despacio giro su rostro encontrando a Edd con su conmutado. Solto un suspiro alejando al otro de su cuerpo.

—Cuando las palomitas terminen se las llevas a Tom—ordeno el noruego saliendo de la casa mientras Edd lo observo cerrar la puerta con el sonido del microondas, indicando que ya había terminado, de fondo.

Subió los escalones hasta la habitación de su amigo, le encontró sentado frente a la ventana, sin dudar se sentó a él observando hacia fuera pudo ver a Tord dialogando con los chicos, todo se veía bien hasta que Tord golpeo con un puñetazo a ambos chicos dejándolos tirados en el suelo, dio vuelta dirigiéndose de nuevo a la casa.

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Matt, Edd y Tord se encontraban sentados en el sofá color rojizo de Tord.
Al entrar Tord saco a Edd y regreso por Matt arrastrándolo hasta su casa y ahí estaban en ese momento.

—¿Y bien?—pregunto con seriedad y autoridad el noruego—¿Porque te peleaste con el otro chico?

Matt no respondió, solo mantuvo su rostro bajo y sus puños cerrados sobre sus muslos, sentía tanta vergüenza, tanta furia y tanta impotencia al no saber que decir pues él tampoco sabia el porque se comporto agresivo.

—Tord esto...no es necesario —hablo el dibujante hacia su amigo que lo observaba con una expresión seria que a cualquiera haría temblar.

—Ahora no Edd, se que esto tiene que ser por ti, pero quiero que Matt lo diga.

—Yo...no lo se—dijo Matt en hilo de voz.

—Si lo sabes.

—Te digo que no.

—Matt, tu eres un chico tranquilo y es muy raro que tú, empieces una pelea.

—Yo...—el narcisista pensó un poco hasta llegar a una conclusión —Yo...tenía celos...

—¿Celos de que?

—Callate, aún no termino—exclamo molesto haciendo reír a los otros dos chicos.

—Prosigue—dijo el noruego entre risas.

—Yo tenia celos porque Edd le sonreía al idiota ese que por obviedad esta enamorado de Edad.

—Matt, eres idiota—dijo Edd abrazando a Matt.

—Bueno...ahora follen, pero no en mi casa —dijo Tord con gracia haciendo sonrojar a los otros chicos.—Vámonos, tengo que regresar con mi hermoso Tom.

Matt y Edd se levantaron y junto a Tord caminaron hasta llegar de nuevo a la casa de Tom.

—Bueno chicos, nos vemos en unos meses—se despidió el noruego.

—Espera ¿meses?—dijo Matt haciendo un puchero—Yo también quiero ir de viaje.

—Algún día Matt—dijo Edd con una sonrisa en su rostro—Iremos juntos a un viaje.

Matt le devolvió a sonrisa al chico antes tomarlo en un abrazo escondiendo su rostro en el cuello de Edd y oler su aroma.

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—¡Tom!—exclamo el noruego abriendo la puerta como la vez pasada—Levanta flojo, nos vamos de viaje.

—¿Viaje? ¿Donde?—preguntó somnoliento tallando sus ojos pues estaba dormido.

—A noruega—dijo con una sonrisa.

Hey Tom, fanfiction que debió terminar el 27 de febrero pero que la puta escuela no permitió pues solo regresaba a dormir.