¿Qué debo hacer hora que te marchaste?
¿Qué debo hacer ahora que no te tengo? ¿Qué debo hacer ahora que te he perdido y que no hay marcha atrás?
Debería llorar, debería gritar, debería apoyarme con recuerdos y dejar que todo fluya con naturalidad, mientras me sigo derrumbando por dentro. Pero no me siento en condiciones de hacerlo. Mis más profundos misterios y secretos te han sido confiados, te los revelé; uno a uno; detalle a detalle, y sin embargo no te ha importado en absoluto.
Una amistad como la nuestra debería haber durado toda la vida, la vida que ya no me importaba y que tú mismo pintaste de colores vivos y mejores que el tono grisáceo que la inundaba.
Había confiado en tí, había intentado querer a alguien sabiendo que tarde o temprano me defraudaría. Y ahora he decidido dejarte, tus actitudes no fueron las mejores y tus actos no han sido correctos, y claro está que no hay errores que quieras enmendar.
¿Qué has hecho para evitar que me vaya? ¿Qué has hecho para impedir una decisión en la que ambos salimos afectados?
Te has limitado a aceptar lo que he decidido, probablemente porque te dé lo mismo, probablemente porque no te importe. A mí no me dió igual tomar medidas como estas, pero entonces al ver que no me retuviste; entendí que nunca importé lo suficiente en tu vida como para que no quieras dejarme ir.
Y entonces, amigo mío; te dejaré libre, te quiero así, libre y sin más preocupaciones, sin más problemas como los que siempre te he ocasionado.
Y entonces, amigo mío; te dejé el camino a escoger, y en vista de que has elegido lo contrario a lo que me esperaba, trataré de ahora en adelante de no estorbar más.
Seré la misma de siempre, sólo que un poco más vacía, más rota que antes, pero ya no te importa, nunca te importó.Y no pensé que lo diría de nuevo; pero hoy "Te dejo tranquilo y en plena libertad, querido Mejor Amigo".
Hoy, aunque duela en lo más profundo, he decidido emprender un nuevo rumbo sin tí.