La hija menor de Norman Osborn, con solo diecinueve años, debe hacerse cargo de la empresa de su padre, luego de que su hermano haya sido internado en un hospital psiquiátrico debido a sus crímenes cometidos en Nueva York.
Hera prefiere manten...
Hera miraba el techo de su celda. Los analgésicos que le daban en aquel lugar de mala muerte apenas servían para que soportar el dolor. Llevaba ahí demasiado tiempo que ya había perdido la cuenta. Lo horrores que era obligada a vivir en ese lugar, no se los deseaba a nadie... Ni los golpes, ni los pinchazos, ni las torturas, y tampoco lo que ella creía la peor parte... Lo que le producía las peores pesadillas que jamás había tenido a lo largo de su vida, las que no la dejaban dormir y la hacía desear estar muerta.
El ruido de la puerta le hizo temer queocurriera lo que menos quería, hubiera deseado que la pincharan con miles deagujas en la Sala Azul que vivir lo que estaba a punto de suceder.
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. El grupo de agentes de HYDRA que debía vigilar su celda (cuatro hombres desagradables y salvajes) estaban parados en la puerta mirándola.
Cuando se acercaron, Hera empezó a llorar y a suplicar que la dejaran en paz, pero a ninguno les importó, solía ser inútil la mayor parte de las veces, pero aun así lo intentaba con la esperanza de que la escucharan, de que alguien la socorriera, pero como era de esperarse, no pasó.
Los hombre la golpearon para que se quedara quieta, mientras dos la sujetaban, los otros se encargaban de hacer a un lado la poca ropa que llevaba. Sintió el dolor del salvajismo cuando el primer hombre la penetro, no podía gritar, no se podía defender, no podía hacer nada, solo esperar que esa vez si la maten.
Pero algo fue diferente esa vez, así como empezó, terminó cuando un grito autoritario llenó las paredes de la celda de Osborn. Los violadores se hicieron a un lado dejando el cuerpo de la chica hecho un ovillo tirada en el catre. Se fueron apurados regañados por la misma voz autoritaria.
Hera se atrevió a mirar por entre su cabelloy vio al hombre albino que siempre observaba como la maltrataban y que siemprela llevaba a su celda luego de las pruebas. Pero el jamás había hecho nada máshasta entonces, pero sólo pudo pensar lo peor, que quizá ahora él seaprovecharía de ella, como lo hacían los otros cerdos.
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La muchacha asustada y suplicando que no le hiciera daño se hizo para atrás chocando contra la fría pared mientras lloraba, pero el hombre solo se acercó y se sentó junto a ella. Parecía que había estado llorando el también, lo que desconcertó a la joven, pero aun así no bajo la guardia, no iba a dejarse engañar.
-Jamás quise esto – dijo el en un susurro ahogado. La tristeza inundó casa una de las letras de su oración. Miró a Hera que seguía mirándolo desconfiada y asustada mientras protegía su frágil, magullado y delgado cuerpo, con sus brazos en el mismo estado. - ¿te hacen esto siempre? – pregunta el dolido.
-Cada vez que me dejas aquí, cada vez que todos empiezan a trabajar – dice la chica llorando en silencio, con la voz despedazada por el daño en su garganta.
El albino ocultó el rostro entre sus manos.
-Lo siento Señorita – dijo el ruso mirando a Hera.
-Qué curioso, puesto que tu ayudaste al sádico de Vladimir a traer a tanta gente a sufrir y perecer en este infierno. – escupió la chica mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
-No, no fue así, lo juro. Vlad dijo que todos eran voluntarios, pero la noche que te trajeron a las instalaciones, me di cuenta de todo. Jamás debí confiar en él...
Las palabras del hombre fueron aplastadas por los pasos en el pasillo. Hera sabía que eso quería decir una cosa: horas en la Sala Azul. El albino la miro preocupado.
-Aguanta un poco más, te sacaré de aquí, a ti y a todos, pero debes aguantar – dijo levantándola de la cama luego de limpiarse las lágrimas. La arrojó a los brazos de los médicos que iban a buscarla y en su rostro ya no hubo rastro del hombre arrepentido, pero el débil destello en sus ojos le hizo saber a Hera que sus palabras eran ciertas.
''Tienen que serlo'', pensó la morena. '' debe elegir si ser asesino o salvador''.
