CAPÍTULO 5: Perdona por mirarte desde la oscuridad.†

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    Llevaba tres días encerrada. Se me hacían eternos, pero las órdenes de Fury fueron estrictas. No podría ir a ninguno de mis dos trabajos, no podía ir a visitar a Tía May y a Peter, Porque no sólo me ponía en riesgo a mí, sino también a ellos. Ahora que sabíamos que HYDRA estaba detrás de mí, debíamos movernos con cautela, ser precavidos y eso. Una mierda, si lo resumimos.
   La compañía de Steve hacía todo más aceptable, por lo menos tenía con quien hablar. Y no, mí consciencia no cuenta.
   Estaba preparando el desayuno esa mañana mientras escuchaba música, Rogers estaba sentado frente a mí en la mesada, bebiendo café. Lo miré ceñuda un momento pensando que hacer ese día. Steve frunció el ceño como yo al percatarse de mí mirada.
-¿Somos amigos ahora verdad? – pregunto apoyando mis manos en la mesada.
-Eso creo – dijo el dejando el periódico a un lado para prestarme total atención.
-Entonces quiero pedirte un favor – dije con una sonrisa de total picardía.
-Depende de qué tipo de favor – dijo el sonrojado, era una ternura cuando le pasaba eso. Yo me reí.
-Quiero que me entrenes – dije desayunando. – que me enseñes lo que sabes hacer. No siempre podrás protegerme.
-No me iré a ningún lado – el rodó los ojos.
-Hablo de un caso extremo – dije levantando las palmas en señal de rendición.- no sé, emergencia y tu PUM sales de prisa, entonces muchos hombres de Hydra entran para tratar de llevarme como la princesa requerida que soy. – Explique exagerando todo mientras reíamos los dos.
-Con una condición – dijo el cediendo a mí pedido. Yo asentí – Que hables con tu chico, el tal Parker...- yo escupí todo el café que estaba tomando en la pileta de la mesada.
-No, no, no, no, y no se pone a discusión – dije negando con la cabeza.
-Oh vamos, ¿te quedarás el resto de tus días mirando lo que hace por la pantalla de la computadora con los videos que te manda Fury? Yo digo, que cuando todo esto termine, deberías ir a hablarle, decirle quien eres.
-Steve, te expliqué porque Peter no pude saber nada...
-Entiendo que tu hermano mató a la novia del hombre araña, lo capto, pero fue tu hermano, no tú.
-Olaf, dije que no – dije yo cruzada de brazos. El odiaba los apodos que le ponía.
-algún día deberás hacerlo – dice el encogiéndose de hombros.- Ve a cambiarte, no entrenarás en pijama.- dijo señalando la ropa que llevaba puesta.
Yo me reí rodando los ojos y yendo a cambiarme. Mientras subía las escaleras estaba cantando una canción de un cantante de Argentina. Era divertida.
Aquí mismo no se duerme hoy,
No se hace, ni se es nada,
No tenemos, ni finales, ni principios, ni mañana,
No ganamos, ni perdimos nunca nada
Tengo que tratar de reaccionar
Siento un amarillo, que se me re parece a vos,
No es de maníaco, no es de paranoico,
Algo que me dice que no tenerte es un horror
Creo que te extraño
Tengo que tratar de no esperar
Lo inevitable más, te vas, te vas
Sueño con soñarte nunca más,
No repetirte más, jamás, jamás
   Siempre preferí la música en español, si era movida, claro.
    Para cuando me había vestido, y había ido a la sala donde entrenaba, Steve no había aparecido todavía, así que me puse a golpear el saco, mientras la música sonaba, baja y tranquila. Estaba pensando en lo que la paleta de hielo había dicho en el desayuno, y se me cruzó por la mente decirle la verdad a Peter, dejar de ocultar secretos. Pero la idea fue borrada de mi cabeza cuando pensé en el rechazo que quizá tendría Parker, le agradaba, y no iba a perder su inocente amistad por mi apellido, así que simplemente decidí que desaparecería de la vida de Los Parker. No podía sacarme de la cabeza a Peter hablando de Gwen; había tanto amor en cada palabra, tanto anhelo, y mi familia había sido la culpable de casi todo el sufrimiento de Peter, sus padres se fueron y murieron por que mi padre hacía las cosas mal, y la adorable rubia de las fotos, había muerto por el egoísmo de Harry.

Los músculos me ardían como si estuviera en el mismísimo infierno. Pero aun así seguí golpeando el saco de Box frente a mí, hasta que unos fuertes brazos me tomaron por los hombros, poniendo todos mis sentidos alertas haciéndome responder con una llave.

La chica Osborn / Marvel  - Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora