CAPÍTULO 13: Un amigo.

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Hera había decidido dormir un poco mientras Steve descansaba, el cuerpo le dolía como si un camión la hubiese arroyado y sentía que se iba a desvanecer. Pero su dormitada duró poco cuando escuchó que alguien entraba a la habitación. Era Fury, el hombre se sentó en los pies de su cama, creyendo que la joven dormía plácidamente.

Ninguno dijo nada. El silencio reinaba en la sala. Pero Hera quería hablar, todavía tenía algunas dudas.

-Gracias por salvarme – susurró mirando a Nick. Su voz le pareció muy ajena.

-Todo fue gracias a El Capitán. No se rindió en un solo momento. Y claro a tu amigo, el hermano de Vladimir, Henry.

La mención de su amigo le revolvió el estómago.

-Vlad se lo llevó con el – dijo la joven con tristeza.- Espero que logre huir...

-Seguro podrá, si fue tan listo con el plan de rescate se salvará a si mismo.

-¿Cómo hizo para que me encontraran?

-Hace una semana o un poco más, llegó a las instalaciones un paquete con tu nombre. Claro que Rogers se volvió loco y lo abrió primero. –Comentaba el director.- Había una nota dentro y un objeto – miró a la chica y sacó algo de su bolsillo de la chaqueta. Un hermoso collar que en su dije llevaba una piedra roja en forma de óvalo, Hera lo reconocería en cualquier lado: Era de su madre.- La nota decía ''Ella y muchos más. H.L''.

Hera se había sentado pesadamente en la camilla y estaba mirando el collar mientras Fury hablaba. Algunas lágrimas cayeron por sus mejillas al recordar como Henry le había preguntado si ese collar traía un valor sentimental con él, como ella le contaba que perteneció a su madre y que era invaluable. Se lo volvió a colgar en el cuello, de donde nuca debió descolgarse y miró a Fury con tristeza. El dolor en el vientre la obligó a acostarse haciendo que suelte un quejido molesto y Nick corrió a llamar a la enfermera mientras Steve que había despertado en medio de su conversación, le hablaba a Hera para que respire hondo y que no se moviera o se lastimaría más.

La doctora Cho entró y se presentó con la joven, al mismo tiempo que la revisaba con total cuidado. Había sangre en las sábanas, los puntos de una operación estaban abriéndose y Hera vio su vientre con horror preguntando qué había pasado.

-Tuvimos que hacerte una histerectomía parcial, Hera. – dijo Cho sosteniéndola.

Hera no pudo evitar soltar un último quejido tapándose la cara mientras lloraba. La histerectomía se refería a que le habían sacado su capacidad de tener hijos, de formar una familia. El procedimiento médico consistía en sacar la parte más afectada en sus órganos por la enfermedad que tuviera. En ese caso, escuchaba como la doctora mientras la curaba, le explicaba que debido a las salvajes violaciones que había sufrido la reconstrucción del útero era imposible sin dejarla estéril y producir otras patologías graves debido a su extraño funcionamiento corporal.

Steve abrazó a su amiga mientras esta lloraba desconsolada en su pecho. Cho se miraba las manos mientras se disculpaba con ella, pero Hera no estaba enojada con la doctora, entendía que su trabajo era velar por el bienestar de sus pacientes, así que estrechó la mano de Cho tratando de hacerle saber que la comprendía. Pero eso no quitaba que el dolor dentro de ella la hiciese abrazarse a Steve como si fuera un peluche gigante.

No sabía en qué momento los demás se habían ido, pero lo agradecía. Steve le había dicho que traería algo para que coma y se había ido por la única puerta de la habitación. Hera se dejó caer sobre la almohada y miró un punto fijo sobre la mesa. Veinte minutos después se dio cuenta de que su teléfono estaba sobre ella. Con el ceño fruncido lo tomó en sus manos y lo observó con detenimiento. Quizá Steve lo llevaba con él.

La chica Osborn / Marvel  - Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora