CAPÍTULO 22: La prisión.

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  Peter aguardaba fuera de la habitación donde estaba Hera internada pelando por su vida por segunda vez, según tenía entendido. Estaba horrorizado de que lo dejara, y cada palabra que había salido de su boca lo torturaba debido a lo cruel que había sido con ella; y es que no lograba entender, como ella podía seguir queriéndolo después de todo. Fue el simple hecho de verla luchando por mantenerse de pie lo que actuó como detonante para que se diera cuenta de cuanto temía perderla en realidad.

Estuvo mirando la puerta en la misma posición durante horas, mientras no muy lejos, atendían a Rhodey que había sido gravemente herido en la columna. La agente Romanoff se sentó junto a él en total silencio al principio, porque no estaba segura de sí el querría hablar del tema.

-¿qué ocurrió con los demás? – preguntó Parker enderezándose en su lugar.

-Peter, sabes que van a llevársela también, tarde o temprano. Seguro a mí también – Natasha lo miró.

-Está muriendo – replicó el chico. – no pueden mandarla a prisión, necesita atención médica pesada si sale de esta.

-La atenderán, Peter, ella estará bien.

-Si quieren llevársela primero deberán pasar sobre mí. No voy a perderla otra vez – aseguró el chico volviendo a su posición inicial.

-Eso no lo dudo.

Natasha se acercó a Tony por el pasillo fuera de la sala de resonancia donde atendían a Rhodey.

-¿Cómo está? – preguntó Stark.

-Es fuerte, y tiene a alguien que la espera. No se rendirá ahora – aseguró la pelirroja – ¿qué sucede con Rhodes?

-Los doctores dicen que tiene destrozada desde la L4 a la S1. Laceración extrema en la médula espinal. Probablemente quede con Parálisis.

-Steve no se va a detener. Si tú tampoco, Rhodey va a ser el caso menos grave.

-Los dejaste ir, Nat.

-Nosotros lo manejamos mal.

-¿''nosotros''? Debe ser difícil sacarse de encima todo eso de ser doble agente. Se pega al ADN.

-¿Eres incapaz de dejar de lado tu ego por un maldito segundo?

-T'Challa le dijo a Ross lo que hiciste, así que ellos viene por ti.

-Yo no soy la que necesita cuidarse – Dicho esto, La pelirroja se giró sobre sus talones y decidió volver por donde había venido.

Cuando Hera despertó, lo primero que vio fue el tranquilo rostro de Peter Parker durmiendo en una silla junto a su cama. Una pequeña sonrisa se dibujó en ella al verlo, porque él no la había dejado, lo que era prueba de que todo lo ocurrido horas antes era real. Peter se despertó exaltado de repente haciendo que la chica sonriera divertida, se veía muy indefenso y adorable con todo el cabello despeinado.

-Había un enorme hot dog persiguiéndome por la sexta avenida – contaba el peinándose el cabello. - ¿Cómo te sientes?

-Podría aguantar otro round – bromeó ella riéndose un poco pero se quejó adolorida.

-Tranquila, vaquera.

-No me digas vaquera, tonto.

Ambos rieron. Hera se acomodó en la camilla bajo la atenta mirada supervisora de Peter. Se quedaron en silencio un poco más.

-Estuve pensado que todavía me debes un pijama – Parker se acercó a la camilla y descansó la cabeza sobre el colchón mientras la miraba.

-Es cierto, por favor no me denuncies, no quiero otra causa más.

-Lo pensaré. Quizá después de varias pizzas y partidas de Luddo, desista. – bromeó el con una sonrisa divertida.

-Todo menos Luddo – pidió la joven dramatizando.

Las risas fueron interrumpidas por la puerta abriéndose de un portazo. Era un escuadrón de la prisión Raft donde debían confinar a Hera. No dieron tiempo a que Peter respondiera porque ya tenían agarrada a la chica, y corría el riesgo de lastimarla. Ella forcejeaba por que le hacían daño y cuando soltó un grito fuerte, la soltaron, dejando que cayera al suelo, donde se sostuvo el estómago por sobre el camisón que se tiñó de sangre por la herida reciente. Así como estaba la volvieron a agarrar y se la llevaron mientras apuntaban a Peter quien había tratado de ayudarla.

Hera lo llamó mientras lloraba pidiéndole que no hiciera nada o lo matarían, y así fue como Peter observó sin poder hacer nada, como se llevaban a la mujer que más quería.

-¿a esto le llamas buen trato, Romanoff? – murmuró parado en la soledad del pasillo.

Hera no estaba segura de cuanto había durado el viaje hasta Raft, pero la había pasado muy mal. La herida había dejado de sangrar luego de que bruscamente la cocieran en el camino. Cuando fue hora de bajar de helicóptero vio como el Secretario Ross la esperaba para escoltarla el mismo.

-Seguro que lo estas disfrutando – aseguró la chica mientras le sonreía con sarcasmo e ironía.

El canoso no respondió nada, simplemente la arrastró a que la preparasen para encerrarla con la vestimenta azul de la prisión y un collar que incapacitaba el uso de sus habilidades dándole electrochoques cada vez que su cerebro procesara una acción referida al uso de la magia. Hera se dejó guiar hasta una celda en el mismo recinto donde estaban sus compañeros, que la vieron muy sorprendidos ya que no sabía nada de ella desde la pelea. Se acostó en su catre con algo de cansancio mientras la herida le dolía horrores.

Cuando se enderezó en su lugar, evaluó cerca de quien estaba, y esa era Wanda a su derecha y Clint enfrente. Se acercó a la pared que daba a la derecha y llamó a su amiga que se acercó a la pared rápidamente.

-Nos enteramos del disparo – comunicó la castaña con la voz quebrada, señal de que había estado llorando. - ¿qué estás haciendo aquí?

-Pelear en el lado correcto tiene sus desventajas – bromeó la chica pero guardó silencio cuando la puerta de abrió.

Ambas muchacha se acomodaron rápidamente en sus catres. Hera vio como Tony Stark entraba en el recinto. Se acercó a la puerta y observó como el hombre que los había abandonado a merced de un idiota como Ross, pedía que alguien le dijera donde se encontraba Steve. Hera rio llamando la atención del castaño.

Lo que había comenzado como una pequeña risa, se convirtió en una carcajada amarga y sonora. Cuando Iron Man se acercó, el collar en el cuello de la chica ya le había dado una descarga por tanto alboroto.

-¿qué es lo que te parece divertido? – preguntó el castaño.

-La verdad, prefiero mil veces estar entre estas cuatro paredes recibiendo electrochoques por esta parvada de idiotas, que estar del otro lado, rogando por el perdón de tu familia. – Hera se apoyó en la pared. – Dime Stark, ¿qué se siente?

Tony ignoró las palabras de su antigua compañera y se acercó a hablar con Sam Wilson, que le preguntó por Rhodey y su salud. Hera se acostó en el suelo molesta y escuchó como Wanda se movía en la celda de al lado.

-Tenías razón, Wanda. Sobre Peter.

-Yo lo sé todo, torpe – la rusa soltó una risa sin ganas. – Él te salvó la vida...

-Para malgastarla en este lugar.

Ambas chicas rieron y vieron como Stark se retiraba del lugar. Hera se preguntó si Tony cuidaría de Peter, o si en lo mínimo, velaría por su seguridad. No podía evitar recriminarle lo que pasaba a Iron Man, simplemente estaba enojada de no poder disfrutar del pequeño momento de paz que había tenido con Peter, y es que aun en ese momento le parecía irreal, como un sueño en donde él la acunaba entre sus brazos y le decía que todo iba a estar bien.

Puedo sentir esa segunda temporada... no se ustedes xdxdxd

La chica Osborn / Marvel  - Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora