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Narras Tu:

Cerré los ojos. No sentí el golpe, no sentía nada excepto. Alguien estaba tomando mis manos. Abrí los ojos. Era Rubén, se había puesto otra vez de cabeza, se sostenía con las piernas de la rama del arbol. Sin duda alguna tenía buenos reflejos. Mire hacia abajo. Eran como 30 cm. Rubén me soltó y caí de pie. Lo mire. Sabía que se había quedado atorado otra vez.
El doctor Scott ya había llamado a los de seguridad y habían bajado a Rubén. Le habían inyectado unos sedantes y así lograron ponerle una camisa de fuerza.

Tu: Doctor. Yo puedo llevarlo. –dije al ver como lo trataban los de seguridad.
Scott: ________, ni siquiera pudiste mantenerlo en su habitación.
Tu: Esta sedado...
Scott: Bien.

Me acerque a Rubén y lo abrace con mi brazo izquierdo.

Tu: Vas a estar bien. –le susurre.

Caminamos hasta su habitación. La puerta estaba abierta. Entramos, y cerré la puerta, pero no con llave, ayude a Rubén a subirse a su cama y lo deje recargado contra la pared. Vi como luchaba con la camisa de fuerza. Parecía estar desesperado. Lo mire a los ojos, parecía estar muy triste.

Tu: Te voy a quitar esto –le dije señalando la camisa de fuerza.

Levanto la vista y vi algo, un destello. Y eso era suficiente. Se lo iba a quitar, pero luego recordé la cámara que tenían en la habitación de Rubén. Si me veían haciendo eso, lo más probable es que me tomarían también como una loca. Y yo no quería perder mi trabajo.

Tu: Ahora vuelvo –dije mientras corría hasta la puerta, la cerré, pero no le puse llave.

Corrí hasta llegar al cuarto de cámaras. Fui a la pantalla en donde se veía Rubén. No sabía mucho de computadoras, así que simplemente apague esa pantalla y desconecte el cable que estaba conectado a un circuito raro, todas las demás pantallas también estaban conectadas. Creo que con eso será suficiente. Por lo menos solo por hoy. El doctor Scott se dará cuenta de que falta la cámara que está conectada a la habitación de Rubén. Pero yo me encargare de eso después.
De nuevo corrí hasta la habitación donde se encontraba Rubén. Entre y cerré la puerta con llave, para que nadie pudiera entrar. Me acerque a Rubén. Vi el cuaderno a un lado de él. Pensé en tomarlo y ver lo que había escrito, ahora que tenía la camisa de fuerza no podría impedirlo...
El vio a donde se dirigió mi mirada. Vio el cuaderno y luego a mí. Yo lo tome, vi sólo la portada. El me miro desilusionado.

Tu: Creo que sería extraño si alguien ve esto aquí. Mejor lo escondemos –dije mientras lo metía debajo del colchón.

Si tal vez cometí un error, pero debo lograr que Rubén confié en mi para poder saber cómo ayudarlo.
Levanto la vista, me vio y sonrió levemente.
Me acerque a él y le quite la camisa de fuerza.

Tu: ¿Te sientes bien?
Rubén: - Asintió.-Mareado, pero bien.

Ese fue el primer día que pase junto a Rubén Doblas. Fui a mi habitación, en el camino me encontré con el doctor Scott. Supe que me iba a hacer una entrevista sobre cómo había escapado Rubén y porque yo estaba en ese árbol con él.
Trate de contestarle. Pero no con la verdad. No quería que supiera que por mi culpa Rubén había escapado y andaba por ahí en el manicomio, y que cada persona dentro del estaba en peligro de muerte. Así que le dije que cuando Salí de su habitación, no cerré la puerta con llave y eso me trajo problemas, sobre lo del árbol, le dije la verdad, excepto que Rubén se había atorado y por eso tuve que subirme al árbol. Si se sabe que él es un psicópata y que yo me subí a un árbol con él, entonces pensaría que no estoy capacitada para hacer mi trabajo. Ya que él pudo dañarme allá arriba y yo lo sabía.

Al siguiente día, por suerte me desperté temprano, tome una ducha corta. Me vestí y camine hasta la habitación en donde estaba Rubén.
La puerta como de costumbre estaba con llave. Suspire. Saque las llaves y abrí la puerta. La cerré con llave.
Me acerque a Rubén y me senté a su lado.

Tu: ¿Cómo te sientes?

Me miro. Parecía estar enojado. Volvió a bajar la vista. Unos mechones de cabello caían a los lados de su rostro.
Tenía la camisa de fuerza, eso parecía ser lo que le molestaba.

Rubén: Quiero escribir –dijo en un susurro.

Sonreí. Saque la libreta de debajo del colchón y la puse sobre la cama de Rubén.
Le quite la camisa de fuerza. Vi cómo se relajó. Le di la pluma, el tomo el cuaderno y empezó a escribir.
Espere a que terminara.

Tu: ¿Algún día piensas dejarme leer ese cuaderno?
Rubén: No
Tu: ¿Por qué? ¿Acaso escribes tus planes malvados de secuestrar, asesinar y de más cosas en esa libreta? –pregunte haciendo ademanes. El me miro y sonrió de lado.
Rubén: Quizá......

Perdón por no actualizar el Lunes. Esta cap es el del Lunes ahora subiré el de hoy.

Quiero que sepan desde antes, que si alguna vez leen en la historia el nombre Abraham en vez de Rubén, es porque como ya saben esta historia es adaptada y de la pagina de donde la adapto el protagonista es Abraham Mateo, del cual soy fan y lo amo, solo querían que lo supieran y avísenme así laguna vez me olvido de cambiarlo, lo cambio.

Bueno iré a subir el otro capitulo. Adioss.

El Psicópata (Rubius y tu)[Adaptada]||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora