Narras Tú:
Fruncí el ceño.
Me iba a agachar, pero Rubén me dijo algo.Rubén: Cuando me la des, haz como si me amenazaras de ponérmela. Confía.
No se la di, hice lo que él me dijo, hice como si amenazara de ponérsela. El tomo la camisa, fingiendo que me la quitaba bruscamente, pero en realidad solo la tomo.
La puso frente a él.
La volteo al revés y metió la mano, parecía buscar algo, cuando lo encontró, lo saco y tiro la camisa de fuerza a un lado. Era un papel, doblado en 4.
Lo abrió lentamente, por un lado parecía ansioso, pero por otro, parecía no querer saber lo que tenía ese papel.
Cuando estaba desdoblado, lo leyó, su vista recorrió los renglones. Yo no estaba muy lejos de él, pero si lo suficiente como para no entender lo que decía ese papel.
Levanto la cabeza lentamente y me miro. Luego miro hacia el frente, con una sola mano enrollo la hoja de papel, pude notarla tensión en sus dedos. Apretó fuertemente el papel en su mano, los nudillos se le pusieron blancos. Extendí la mano.Tu: ¿Puedo?...
El negó con la cabeza.
Rubén: Ahora no... -dijo entre dientes. –Tómalo cuando duerma, hasta entonces, no. –
Su mano temblaba. Sus ojos se cristalizaron, pero él no lloro, no derramo ni una sola lagrima. En un instante, ya no tenía los ojos cristalinos. Pero eso le afecto. Cualquier cosa que estuviera escrita en ese papel era importante, a tal punto de que unas simples palabras lo pusieran así... Quería que Rubén durmiera lo más pronto posible.
Recosté a Rubén en la cama, él se había quedado dormido mientras escuchaba música. Yo traía mi mp5 y a mí la música siempre me relajaba, cuando oía música todo estaba bien. Le puse los audífonos y se lo pase a Rubén. Escuchó de todo, traía mucha música. Poco a poco se fue quedando dormido, se había recargado contra la pared al igual que yo.
Lo cubrí con las sabanas y le quite los audífonos, traía mi mp5 en su mano, no vi un motivo por el cual debía llevármelo así que lo deje con él.
Estaba por salir cuando recordé el papel que Rubén traía en la mano.
Me acerque a él. Abrí su mano y tome el papel despacio para no despertarlo.
Suspire de alivio.
Abrí el papel y decía:"Si tú no la matas lo haré yo. Pero yo no seré tan gentil, sé que le tienes cariño y por no haberla matado antes, será una muerte lenta y muy dolorosa, y lo recordaras. Admítelo, no puedes contra mí. Ella morirá"
ESTÁS LEYENDO
El Psicópata (Rubius y tu)[Adaptada]||Terminada||
Fanfiction-Definitivamente. Desde que tú llegaste ha cambiado -me dijo el doctor Scott. Íbamos caminando por los pasillos, para llegar al cuarto de cámaras, desde ahí se podía ver lo que los "pacientes" hacían en sus habitaciones, mire la pantalla que grabab...