El Psicópata (Rubius y tu)[Adaptada]||Terminada||

*14*

Narras Tú:

La policía llego y se llevó a los dos ladrones. La vendedora se quedó hablando con ellos, no sé de qué.

X: Dame cinco –me dijo el hombre de 30 años.

Sonreí levemente y choque las manos con él. Me dolió mucho, y lance un quejido.

X: ¿Estás bien?
Tu: No, no lo sé.
X: Ve a que te revisen al hospital. Si quieres yo puedo acompañarte
Tu: No, gracias. Estaré bien –dije sonriendo.

Me di la vuelta me despedí de ese hombre con la mano que no estaba rota. Subí a mi auto y fui al hospital. No creo que sea nada grave. Mire mi mano, se estaba hinchando y mucho. Bueno tal vez si sea un poco grave.
Llegue al hospital y tuve que esperar mi turno. Aun traía la bolsa donde estaba el despertador y la luz de noche para Rubén. Ya eran las 3 de la tarde. Sólo esperaba que Rubén estuviera bien...
Después de unos minutos la enfermera me llamó y entre al consultorio del doctor. Me puso yeso en la mano, me dijo que tenía la muñeca fracturada y que necesitaría guardar reposo. Me dio unas medicinas para el dolor y para quitar lo inflamado.
Subí a mi auto, sería muy molesto tener que andar con yeso en mi mano, pero al menos los ladrones estaban en la cárcel. Aún seguía pensando en el chico que intento robar, en realidad se parecía mucho a Rubén, cualquiera diría que eran hermanos, o incluso gemelos.
No quería pensar que Rubén estuviera fuera del manicomio. Porque entonces eso significaría que yo lo habría enviado a la cárcel.
Llegue al manicomio. Estacione mi auto. Ya era muy noche y pensé que ir a la habitación de Rubén a estas horas lo molestaría así que fui a mi habitación. Mañana le daría una
sorpresa.
Acomode el reloj a un lado de mi cama y le puse la alarma.

Al día siguiente...
La alarma me despertó. Entre a la ducha, era un tanto difícil tener que bañarme con una sola mano y cuidar que no se mojara la otra.
Tarde bastante. Salí y mientras me cepillaba el cabello retrocedí hasta el día de ayer en la pantalla en donde salía Rubén Puse play y vi el video.

Después de que yo había salido, Rubén despertó unos minutos después. Estaba feliz de saber que él no era el chico que me había atacado. No me vio, se sentó en la cama y espero y espero... Luego se puso de pie y empezó a caminar desesperadamente por la habitación, siguió esperando y nada pasaba. Se acercó a la puerta y empezó a golpearla, vi que decía algo... Subí el volumen, gritaba mi nombre mientras golpeaba la puerta. Retrocedió y empezó a golpear todo, la cama, la puerta del baño, las paredes, todo. En la cámara hubo fallas mientras el golpeaba las cosas, era como si dejara de grabar, porque la pantalla se ponía en blanco negro y luego regresaba. Unos guardias de seguridad entraron y lo sedaron. Le pusieron una camisa de fuerza. La cámara volvió a grabar normalmente. Rubén estaba sentado en su cama. El chico al que le pedí el favor entro en la habitación de Rubén.

Rubén: ¿Dónde está ____________? –le preguntó.
X: Tuvo que salir a comprar algunas cosas.
Rubén: Se ha ido? ¿Ya no va a volver verdad? Se fue por mi culpa –dijo en susurros.

El chico no le contesto. Demonios, yo había olvidado avisarle sobre lo que me paso en la tienda. Seguramente el también creyó que hui. Puse pause, tome la luz de noche que tenía para Rubén y fui a su habitación.
Abrí la puerta y entre. Rubén seguía cabizbajo y con la camisa de fuerza. Me senté junto a él.

Tu: Siento no haber podido estar ayer contigo –le dije en un susurro. El rápidamente levanto la cabeza y me miro, sonrió.
Rubén: ______________, creí que te habías ido. Y que me habías abandonado, como todos –término susurrando las palabras.

Lo abrace.

Tu: Sabes que yo nunca haría eso.
Rubén: ¿Por qué no estabas ayer?
Tu: Bueno, tuve un problema –dije mostrándole mi mano enyesada. El la miro.
Rubén: ¿Quién fue, el imbécil que te hizo eso? –me pregunto entre dientes, parecía estar muy furioso.
Tu: ¿Tienes un hermano gemelo? –le pregunte frunciendo el ceño.