Suspire.
Tu: No me vuelvas a mentir.
El asintió.
Después de que ambos termináramos de comer. Rubén volvió a dejar la bandeja en su lugar y cerro la compuerta. Se volvió a sentar junto a mí. Y me pregunto:
Rubén: ¿Cómo está tu mano?
Tu: Me duele
Rubén: ¿Mejorara con unas pastillas? –me pregunto.
Tu: -Asentí-Tengo unas, pero están en mi habitación.
Rubén: Iré por ellas –dijo poniéndose de pie.Se acercó la puerta. Yo recordaba haberla cerrado con llave, el saco unas llaves, sin duda eran las que yo traía en el bolsillo de la chaqueta.
Salió y cerró con llave. Empecé a forcejear con las cuerdas y después de un momento, las cuerdas cedieron y me dejaron libre. Corrí hasta la puerta y la golpee desesperadamente.Tu: ¡Sáquenme de aquí! –empecé a gritar. Yo recordaba que Scott también tenía llaves del cuarto de Rubén. Sólo esperaba a que llegara y me sacara de ahí, luego yo me las arreglaría para que se alejara de mí.
Espere y espere. Pero nadie llegaba.
Las luces se fueron y me quede completamente a oscuras. Me recargue contra la puerta y las lágrimas empezaron a correr por mi rostro. Ahora ya sabía lo que sentía Rubén, pero él había sido mucho más fuerte que yo, durante años.
Me senté en el piso, rodee mis rodillas con mis brazos y recargue mi cabeza contra mis rodillas, seguí llorando y llorando. Pasaron unos minutos, no lo soportaba más, levante lentamente la vista pero no logre ver nada, solo podía escuchar el sonido de mi llanto, y nada más. Me pareció que estuve horas encerrada en la oscuridad, pero luego me di cuenta de que apenas habían pasado unos cuantos minutos.Un momento después escuche como alguien insertaba la llave en la cerradura, me puse de pie y me aleje un poco de la puerta. La puerta se abrió un rayo de luz tenue entro a la habitación y logre ver a Rubén.
Me acerque rápidamente a él y lo abrace.Tu: Rubén. No te vayas –dije sollozando.
Él me abrazó y acaricio mi cabello.
Rubén: Creo que te deje mucho tiempo sola. Ven –dijo mientras tomaba de mi mano y me llevaba a la cama.
Me recostó hasta el lado de la pared y él se acostó en la orilla de la cama. Logre dormir a su lado. Minutos después, sentí como me volvía a amarrar a la cama, pero aún seguía medio dormida y eso no me importo. Sólo no quería que él se fuera. Volví a dormir.
Me despertó la voz de alguien cantando. Era Rubén. No podía entender que era lo que cantaba, porque eran susurros. Abrí los ojos y lo busque por el cuarto, ya que no estaba acostado en la cama, lo encontré en la esquina de la habitación, traía una navaja en la mano, estaba sentado y miraba su muñeca. Acerco la navaja a su mano y la presiono fuertemente, la deslizo, vi la sangre correr.
Tu: Rubén... -empecé a decir. No me gustaba que hiciera eso, quería ir y ayudarlo o por lo menos abrazarlo. El levanto la mirada, tenía los ojos negros. Sonrió de lado.
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El Psicópata (Rubius y tu)[Adaptada]||Terminada||
Fiksi Penggemar-Definitivamente. Desde que tú llegaste ha cambiado -me dijo el doctor Scott. Íbamos caminando por los pasillos, para llegar al cuarto de cámaras, desde ahí se podía ver lo que los "pacientes" hacían en sus habitaciones, mire la pantalla que grabab...