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Antepenúltimo

Baje rápidamente las escaleras y......... Salí por la puerta principal, empecé a correr por el pasto, no sabía a donde iría, pero quería estar lo más lejos de Rubén.

Fui bajando la velocidad, yo estaba huyendo de Rubén.

*¿Dónde quedo tu promesa __________? Le prometiste a Rubén que no lo abandonarías. Y estas alejándote de él, al igual que todos los demás. No eres una buena amiga. ¡Pero él me secuestro! Tiene problemas, y tú eres su psicóloga, debiste haberte quedado junto a él. No sabes cómo está sufriendo... Como está sufriendo... Sufriendo... Las palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza ¿Qué demonios estaba haciendo?, tenía que regresar y ayudarlo.*

Di media vuelta y corrí hasta mi casa de nuevo. No sabía que me pasaba. Pero no quería dejar solo a Rubén. Llegue a la casa. Subí hasta la habitación abrí la puerta. Vi a Rubén arrojando un florero de vidrio contra la pared y gritando.


Rubén: ¿Por qué _________? ¡Dijiste que no te irías! -Se desplomo y cayó de rodillas.



Cubrió su cara con sus manos. Respiraba difícilmente, su pecho se agitaba, estaba de espaldas a la puerta. Pero era obvio que estaba llorando.
Me acerque, no pude evitar llorar, me agache y lo abrace. Al sentir mi contacto se sorprendió un poco pero no dejo de llorar.


Rubén: Te fuiste –dijo en un susurro.
Tu: Lo sé. Lo siento. No sabía lo que hacía.
Rubén: Me dejaste solo, como todos los demás –Lo abrace más fuerte.
Tu: Regrese porque nunca me voy a ir. Voy a estar a tu lado Rubén Por siempre, no te dejare, pase lo que pase.
Rubén: Me abandonaste.
Tu: ¡Deja de decir eso! –exclame triste, más y más lagrimas corrieron por mis mejillas.


Me sentía la peor persona del mundo abandonándolo. Me arrepentí de haber pensado que él era un asesino en serie al cual no le importa nada ni nadie. Porque al verlo ahí, en mis brazos y tan frágil. Sabía que él tenía sentimientos. Sentimientos que yo había pisoteado,


Tu: Por favor perdóname Rubén –le dije mientras hundía mi rostro en su pecho.


Sentí el latido de su corazón. Los latidos se fueron tranquilizando.
Me separo un poco de él. Y limpio con su pulgar mis lágrimas. Levante la cabeza y lo mire a los ojos. Estaban rojos, y tenía lágrimas medio secas en la cara, me sonrió levemente. Al verlo así me dieron más ganas de llorar, el me abrazo y recargue mi cabeza contra su pecho.


El Psicópata (Rubius y tu)[Adaptada]||Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora