(Diario de Rubén)
*No sé qué día es. Ha llegado una nueva psicóloga. Es muy hermosa y por esa razón voy a divertirme con ella. Pero diversión va a tener otro significado.
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No me gusta tener puesta la camisa de fuerza, lo odio. Ni siquiera sé cómo _______ pudo convencerme de escribir esta porquería.
________va a serme muy útil. Parece que en realidad quiere ganarse mi confianza, pero ella se esfuerza no como los otros psicólogos con los que me ha tocado tratar. Ella me saca de esta habitación. Hace mucho que no visito a Rachel. Ella es la única persona a la que le he contado mi secreto. Hice mal. Quiso abrir la boca pero yo fui más rápido y la mate antes de que dijera algo. Su tumba está en el cementerio (muy alejado de aquí, pero a quien le importa. No creo que me dejen salir de aquí por ningún motivo). Fue una perdida por que ella era una belleza. Aún recuerdo sus gritos y alaridos. Eso es lo mejor de todo. Puedo recordarlo.
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Ya no veo a ________ como mi psicóloga, la veo como a una amiga. Tal vez es demasiado pronto para considerarla una amiga, pero ella es tan buena conmigo. Ni siquiera leyó mi libreta cuando pudo hacerlo, sólo porque yo le dije que no quería que la leyera. Era como si en vez de estar ahí para estudiar mi mente estaba ahí para cuidarme y hacerme sonreír. Lo cual es extraño. No sé si me saca de la habitación por ser testaruda e ingenua, o porque en realidad se preocupa por mí. El hecho de pensar en la segunda posibilidad me hace sentir más cariño hacia ella. Pero yo no puedo sentir eso. No puedo controlarme. Y si la daño no me lo perdonaría. Quiero contarle lo que me pasa, quiero decirle que necesito ayuda, quiero decirle que en realidad no soy lo que ellos creen. Pero si lo hago y ella dice una palabra, tendré que matarla.*(Fin del Diario de Rubén)
Narras Tu:
Me puse de pie y camine por la habitación.
Tu: ¿Cuándo sales a comer?
Rubén: No salgo
Lo mire y fruncí en ceño.
Rubén: Creen que soy demasiado peligroso. Por eso esta esa cosa –dijo señalando lo que parecía ser algo de metal en la pared. Me acerque y lo mire. Baje la compuerta, tenía como una bandeja de metal en su interior. –. Cuando se enciende ese botón es que es hora de comer, abrió la compuerta y saco la bandeja. La comida es buena. La cocinera tiene una reputación que proteger.
Lo mire.
Tu: ¿Te gustaría dar un paseo afuera? –pregunte mientras me acercaba. Otra vez si el destello, acompañado de una sonrisa de lado. Supe que eso era un sí.-Con una condición. Tienes que obedecerme y no correr para intentar escapar como lo hiciste ayer.
Rubén: Yo no acato órdenes de nadie.
Tu: Tendrás que hacerlo si quieres salir.
Se puso de pie y se acercó a la puerta, puso su cabeza contra la puerta y sus manos a los costados de esta. Resoplo.
Rubén: Bien –dijo en un susurro.
Sonreí. Me acerque a la puerta y la abrí. El salió primero, me sorprendió que me esperara. Cerré la puerta.
Tu: Por aquí –dije mientras caminaba por los pasillos.Él me seguía de cerca.
Los pacientes y los doctores que caminaban por los pasillos nos miraban sin ningún disimulo, los doctores parecían estar asustados, se retiraban lo más que podían.
Salimos de las habitaciones y caminamos hasta el patio con jardín.
Me senté en el pasto. Rubén se acercó y se recostó en el pasto con las manos en su nuca.
Pasamos así unos minutos, todas las personas que pasaban, (incluido el doctor Scott) nos miraban, parecían estar asustados, algunos pacientes sonreían al ver a Rubén fuera de su habitación, como si él fuera a sacarlos a todos de ahí...
Rubén se sentó. Lo mire.
Me miro directamente a los ojos, como tratando de buscar algo en mí.
Se puso de pie y empezó a caminar.
Tu: Rubén ¿A dónde vas? - Se detuvo.
Rubén: Voy a dar una vuelta –dijo despreocupadamente. –Quiero pasear por ahí. Asustar a unas cuantas personas... Hace mucho tiempo que no salgo, y si lo he hecho, no paso más de cinco minutos fuera de mi habitación, quiero disfrutar este momento.
Tu: No, tú te vas a quedar aquí, conmigo. - Él siguió caminando. Me puse de pie.- Rubén Doblas, no te muevas. Te vas a quedar aquí, conmigo, donde yo pueda verte. No te vayas –él siguió caminando – ¡Obedece!
Se detuvo. Giro lentamente y se acercó peligrosamente a mí.
Rubén: ¿Tú me das órdenes a mí? –pregunto fulminándome con la mirada.Soltó una carcajada mientras miraba a otro lado. Luego me miro. Extendió los brazos. Yo me cruce los brazos y señale con mi cabeza a atrás. El miro hacia atrás y vio como unos guardias de seguridad lo miraban de hecho se podría decir que uno estaba a punto de caminar hacia él.
Giro la cabeza con la mirada en el suelo. El obviamente noto que yo había visto eso. Levanto los hombros.
Rubén: Da igual. –Estaba segura que los guardias no estarían siempre que quisiera sacar a Rubén, quizá a la próxima vez me impidieran sacarlo de ahí. Pero por ahora eran de gran ayuda.
El guardia de seguridad se acercó y me hablo.
Guardia: Es peligroso sacarlo. Debe permanecer en su habitación –dijo y luego miro a Rubén, yo gire mi cabeza y lo vi.Él nos estaba viendo, estaba sentado en el pasto y con los brazos extendidos sobre sus rodillas. Mire al guardia.
Tu: Cualquier persona necesita un poco de aire. Yo me asegurare de que todo esté bien.Me di cuenta de que él era una de los guardias que habían tenido que llevarlo a su habitación debido a mi pequeño descuido. Pero aun así me mantuve firme en lo que decía. El guardia le echo otro vistazo a Rubén. Me miro.
Guardia: Cualquier cosa, grita –se dio media vuelta y susurró: -Como si no fueras a hacerlo estando a solas con él. –escuche como soltó una carcajada.
Me dieron ganas de acercarme y darle donde más le dolía. Si, podría dejarlo sin hijos.
No me gustaba que todos se refirieran así a Rubén, no me gustaba que lo trataran así, que le hablaran de esa forma aun cuando él estaba presente. Si, era un psicópata, pero... ¿Pero qué? No voy a usar la excusa de que es una persona y que las personas sienten. Porque hasta donde sé, los psicópatas no sienten, no tienen sentimientos. Como sea. No me gusta que lo traten de esa manera.
Pero no podía lanzarme sobre el guardia, en primer lugar porque no creo que sea apropiado hacer eso sí quiero que Rubén se recupere. Él no puede ver que su Psicóloga se comporte de esa forma. Y en segundo lugar. No serviría de nada, ya que estaba segura de que ellos no cambiarían su forma de ver a Rubén solo porque yo se los dijera.
Me acerque a Rubén y me senté junto a él.
Rubén: __________ ¿Por qué me proteges tanto?
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El Psicópata (Rubius y tu)[Adaptada]||Terminada||
Fanfic-Definitivamente. Desde que tú llegaste ha cambiado -me dijo el doctor Scott. Íbamos caminando por los pasillos, para llegar al cuarto de cámaras, desde ahí se podía ver lo que los "pacientes" hacían en sus habitaciones, mire la pantalla que grabab...