Capitulo 17

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Soy consciente del desastre que he armado en una sola noche. Pero, ¿Qué más da? Estoy harto de llorarme los días por una mujer que dice amarme pero que sólo me ignora.

También soy consciente de la locura que estoy a punto de hacer y, como si fuera todo parte de una imaginación, me encontraba sobre un auto azul, mas bien una camioneta 4x4.

El micrófono a mi mano esperaba ser usado, Mientras que mi mente me repetía más de una vez que no lo hiciera, que estaba demente. Pero ¿que más daba? ¿Qué perdería? ¿A ella de nuevo?

Mi yeso seguía estando en mi brazo, faltaba mucho tiempo para que me lo sacaran y era molesto dormir con esta cosa todos los días. Siquiera puedo ir al baño sin sentirme un inútil.

Habíamos planeado esto hace días, la semana anterior, (sábado) hablé con Cameron seriamente, intentando encontrar una forma de recuperar a Hillary y estaba dispuesto a cualquier cosa. Si es verdad que ella siente eso que yo siento por ella, entonces puedo hacer cualquier cosa.

Hablaría frente a todo el colegio en el último día de clases para declararmele justo cuando ella saliera. Mataria dos pájaros de una. Todos sabrían que no soy Gay y también recuperaría el corazón de oro de la castaña.

Dos minutos más y la acción empezaría, ahora me preguntaba donde estaba Dallas porque no lo visualizaba por ninguna parte.

“Debe estar hablando con alguna chica.” Resoplé ante la posible hipótesis.

El timbre sonó y las puertas estaban abriéndose. Su cabello castaño flameaba con la brisa de verano mientras que sus labios rosados se movían al compás de su voz. Su dulce risa resonaba en mi cabeza como si hubiera un eco y las ganas insoportables de volver a clavar los míos en los suyos era algo que con mucho esfuerzo conseguía soportar.

Preparé el altavoz posandolo cerca de mi boca y tomé todo el aire como me era necesario. El aire se iba acumulando en mis pulmones y mi corazón comenzaba a latir con más fuerza y rapidez.

Cuando su mirada viajó por todo el automóvil hasta llegar a mis ojos. Todo iba en cámara lenta y de a poco, veía como su expresión de felicidad cambiaba por una cargada de confusión.

—Probando, hola, ¿Se escucha? —Dije sin pensar.

No sabía que hacía, pero la gente que se murmuraba cosas y me miraban extrañandos me ponía de los nervios. Tomé aire y continúe con el plan a pesar de que Cameron no estaba.

—Quiero decir unas palabras y quien me interrumpa les aseguro que no dudaré en usar mi zapato. —Avisé. —Hillary...—La anunciada se tapó la cara con sus dos manos y pude notar su vergüenza. —Perdon... temía que me rechazaras y por eso ideé este plan de ser Gay.

Todos se miraron y pronunciaron un "Oh" así como si estuvieran sorprendidos. Estaba más nervioso por el reciente gesto mientras que intentaba centrarme en mi discurso.

—Lo siento... Tenía miles de palabras para decirte, pero ahora mismo ni una puedo formular. Perdoname por ser un iluso que sólo supo quererte a su manera.

Todos aplaudieron y gritaban "Dale una oportunidad." Pero lo primero que ella hizo, fue fulminarme con la mirada y salir casi que corriendo del patio del colegio.

Corrí en su auxilio, abandonando el escenario y dejando a la multitud que la abucheaba.

¿Estaba mal lo que estaba haciendo? ¿La había humillado a tal punto que probablemente me odiara? ¿Más de lo que ya lo hacía? Tampoco lo sabía. Creí que si le decía a todo el mundo que la amaba, ella reconsideraría todo. Pero claramente me odia más.

La vi llorando a los pies de la grada más alta en el estadio. Una punzada de dolor reprimió mi pecho y de la nada, respirar era más difícil. Caminé lentamente hasta ella, teniendo en cuenta que podría enviarme al infierno enseguida.

Subí las gradas de a poco y me caí metros antes de llegar a ella. Me reincorporé enseguida al ver que ella no notó mi ridícula caída.

Me senté a su lado e intenté hablar, juro que estaba haciendo todo lo que estaba a mi alcance para poder decirle algo, al menos una cosa, pero nada salía de mi boca, mi aire se había atascado en el momento en el que levantó su mirada y la clavo en la mía.

—Se suponía que todo tenía que ser normal...—Negó mientras que se sacaba los ojos con el dorso de su mano.

El maquillaje corrido me dio una mirada distinta, y note que se veía hermosa hasta con un maquillaje perfecto completamente arruinado.

—¿Normal? —Logré decir.

—No tenías porque fingir ser alguien que no eras por ocultarme un sentimiento. —Desvié la mirada y la clave en mis pies. Sonreí recordando a Cameron.

—Lo hice por ti. —Me justifiqué.

Levantó mi mentón con su dedo índice y planto un pequeño, lento y suave beso en mis labios haciendo que mi cuerpo se tensara por completo.

—Cariño, no fue por mi. Lo sabes. —Sus ojos verdes se clavaron en los míos enseguida, se sentía genial y a la vez doloroso. ¿Cuanto tiempo más se iba a quedar así? Ojalá no fuera temporalmente.

—Perdón por ser un cobarde. —Me apresuré con la intención de que perdonará mis hechos.

—Lo pensaré. —Besó mi frente y se retiró.

Estaba destrozado, angustiado y todos los adjetivos pesimistas que puedan existir. Al menos tenía la esperanza de que se lo pensaría. Pero no la dejaría pensar mucho, esta noche volvería a cazar. Y estaba seguro que lo conseguiría. No pararía hasta que me diga un "si".

Fingiendo Ser Gay | S.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora