Capitulo 11

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Después de pensar por quince minutos sentí que la cabeza me iba a explotar. Pensé en la idea de que Hillary pueda hacerse pasar por mi novia. Pero la descarté enseguida al saber que a ella no le agradaba mentir en absoluto.

—¿Quieres ser mi novio? —Cameron me miro con los ojos como platos y su ceño fruncido.

—Shawn no eres mi tipo, me gustan las chichis y tu no las tienes. Aunque tienes un buen trasero. —El castaño le echó una mirada rápida a mi trasero y lo cubrí enseguida con mi camisa.

—¡Lo decía en broma, Cameron! —El chico frente a mi se encogió de hombros y puso los brazos en jarra mientras fingía superación.

—Ni quería.

—¿Y si le preguntó a Alexa? —Sus ojos se instalaron en mi enseguida mientras que estos irradiaban rabia pura.

—Ni se te ocurra meterte con mí Alexa. —Amenazó con su dedo índice antes de echarme una mirada de abajo a arriba.

—Venga, era broma.

Realmente iba a explotar, tendría que tomar por descartados mis planes.
Cameron era muy estupido para pensar un buen plan y tampoco me permitía dialogar con sus amigas.

Esto realmente se estaba volviendo un desastre y pronto el control de la situación se iba a salir de control. A veces se me olvidaba que era heterosexual, realmente me baso en la pregunta que le hice a Cameron hace unos momentos. Realmente me estaba volviendo.

Si quería que todo saliera a la perfección tendría que concentrarme mas en mi plan de hacerle creer a Hillary que no sentia nada por ella, por más que luego tendría que declararsele.

Era demasiado raro negarle algo que estaba siendo dado por sentado que era más que real. Las noches despierto pensando en su sonrisa, las tardes de celos cuando los malditos estudiantes clavaban sus miradas poco respetuosas hacia mi "no esposa".

A veces quería acabar con todo y gritarle al mundo que la amaba más de lo que ella creía. Pero las cosas se complicaban cuando el malvado de la película alias "James" aparecía en mi campo de visión haciendo que supiera en dos segundos que me la arrebataría.

¿Que quién es "James"? Es el ex de Hillary, a pesar de que carecía de belleza, era uno de los mas populares de su colegio y su equipo de fútbol y el mío eran rivales a morir. Él y yo nos odiábamos por el simple hecho de que amábamos a la misma mujer. E imaginarla en la piel de otro me resultaba jodidamente devastador.

No sé cómo fue que pude soportar los días en los que le hacía la segunda para que andará a los bensitos con el estupido de James...

—¿Y si paramos? —Habla finalmente Cameron, quien me saca de mis pensamientos.

—No llevamos ni una semana con esto. —Digo con irritación.

—¿No te has puesto a pensar en lo que te dirá cuándo se entere que fue mentira?

—Se que se enojara demasiado conmigo, pero el simple hecho de que me deje de hablar por un sentimiento mío me mata. —Suspire agotado. — Sé que todo se saldrá de control. Sé cuánto perderé, pero disfrutaré el tiempo que tengo con ella ahora.

—Estas jodidamente enfermo, Shawn. —Niega con la cabeza.

Hillary me había llamado para ir a su casa a dormir ya que la madre se había tomado unas vacaciones fuera del país y había dejado a la pequeña con la casa a su cargo.

Ella sabía que era capaz de desperdiciarlo todo, por lo tanto, me llamó para supervisar todo, sin errores y sin tropiezos.

Cabe aclarar que Hillary esta hecha para hacer fiestas descontroladas, pues, ya he estado en varias ocasiones en fiestas llenas de alcohol y bailes hasta las cinco de la mañana.

Una vez amanecí sin bóxer y resulta que Hillary lo tenía entre el cinturón de sus tejanos.

Sonreí al recordar ese precioso momento mientras me dirigía a la preciosa casa.

Cameron había vuelto a su cada y se esperaba un sermón de diez años por no haber avisado donde estaba. Sus padres son unos maniáticos de la seguridad y no les gustaría que su pequeño hijo ande rondando por las calles sólo. Porque, pos, claro, no soy ejemplo a seguir.

Toqué la puerta dubitativo.
Quería decirle todo a Hillary, estaba mas que preparado y no iba a aplazar más lo inminente. Tenía que mirarla a los ojos y decirle cuan perdido estaba y...

—Hola, ya que eres gay mr ayudarás con mi ropa interior. —Dijo luego de interrumpir mis pensamientos.

"Mierda." Maldecí a mis adentros.

Tal vez... sólo por hoy... aplace el gran discurso.

No me juzguen, tiene un cuerpo que ¡Dios mio! No se como aguante todo este tiempo.

Fingiendo Ser Gay | S.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora