En una semana

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Jerónimo: jurame-sonriendo-

Renata: te lo juro, mi amor, te lo juro

Jerónimo: soy el hombre más feliz de este mundo-abrazándola- en una semana, en una semana vas a ser la señora de Linares.

Renata: volver a ser, mi amor volver a ser.

Jerónimo: no mi vida, porque desde el día en que nos casemos todo, todo lo vamos a dejar a tras. El dolor, la traición, todo desde que demos en el frente a Dios, porque nos vamos a casar por la iglesia también, y ante el juez, todo va a quedar atrás todo, desde ese momento en adelante, vamos a salir a disfrutar con nuestro hijo-besándola-

Renata: acepto, no se que hice bien para ganarme tu amor, tu cariño, tu respeto,no se de verdad.

Jerónimo: yo sí se-alzando la ceja- te lo recuerdo?

Renata: Jerónimo, ya por favor - sonriendo apenada-

Jerónimo: ya, ya cuando le avisamos a tu familia?

Renata: que te parece ahora.

Jerónimo: bien, vamos al despacho, y de allí llamamos a tus padres

Renata: vamos.

Fuimos al despacho y marque el teléfono.

Gonzalo: hola

Renata: papito, como estas?

Gonzalo: mi princesa, mi niña, como estas? Como esta mi nieto?

Renata: o creciéndo, no sabes que grande esta mi barriga

Gonzalo: me muero de ganas de verte, a ti y a mis nietos.

Renata: bueno pues ya nos verás, quiero que tu, mi mama, Roberta y todos, vengan el viernes de la otra semana.

Gonzalo: nos encantaría pero porque tan tarde?

Renata: es que lo que pasa, es que, Jerónimo me pidió que me casara con el y pues nos vamos a casar el viernes, y queremos que todos vengan.

Gonzalo: se van a casar. Me hace tan feliz, que se vuelvan a casar, y si puedes asegurar que estaremos allí el viernes todos.

Renata: aquí los esperamos, pápito.

Gonzalo: hija?

Renata: te amo mucho, papito.

Gonzalo: y yo a ti mi Renata y yo a ti.

Colge la llamada. Como era domingo salimos con los niños a la playa. A ellos les encantaba ir, creo que sí se pudiera ellos vendrían a vivir aquí les encanta, jugamos todos en familia, como una familia feliz, y De repente escuche mi nombre a mis espaldas. Me vi la vuelta y no podía creer quien estaba allí, era Antonio, un amigo de la prepa.

Renata: Antonio, Antonio eres tu-abrazándolo-

Antonio: Renata, como estas, bueno ya veo-verdad- como te a ido, estas hermosa.

Renata: muy bien, y que paso contigo? Te casaste que paso.

Antonio: si, estoy casado, con este Romina, te acuerdas de ella?

Renata: clarísimo, pero que haces aquí?

Antonio: estaba cerrando un negocio, y es tu primer embarazo?

Renata: no el cuarto, y tu tienes hijos.

Antonio: sí bueno, todavía no.

Renata: como así?

Antonio: sí Romina está embarazada, por primer vez, y donde están tus hijos?

Renata: bueno mira, niños venga, amor ven tu también.

Jerónimo: vamos- vi que un hombre hablaba con Renata y estaban a todo sonreír lo acepto me puse celoso-

Renata: bueno mira, ella es Sophia tocándole el cabello, el Alejandro, y esta pequeña princesa es Mirene.

Antonio: están hermosos los 3, sobretodo esta preciosura-tocando a Mirene-se parece mucho a ti, demasiado diría yo, y el me imagino que es...-lo interumpi.

Renata: el es el hombre de mi vida, el hombre de mis sueños, bueno el es mi príncipe, se llama Jerónimo, Jerónimo Linares.

Jerónimo: mucho gusto Antonio.

Antonio. Mucho gusto, Jerónimo.

Renata: y que cuando te vas?

Antonio: ahora, es más voy tarde.

Renata: que mala suerte, pero quiero que sepas que cuando quieras pueden venir eh, donde vivo es la hacienda la bonita así que, ya sabes.

Antonio: gracias, y sí espero poder regresar. Pero ahora Romina y yo nos vamos a vivir a Suiza, es más a eso vine a cerrar ese contrato.

Renata: bueno ojalá, y nos podamos ver pronto-abrazándolo-

Antonio: vemos, nos vemos niños, un placer Jerónimo.

Jeronimo: igualmente,

Mientras el se iba Antonio, Jerónimo y yo hablábamos

Renata y Jerónimo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora