Fuimos a Londres el domingo, por la mañana, yendo esta vez casi todo los hermanos Wright, aunque para mi suerte las trillizas no irían conmigo, mi hermano Kendall había venido para ayudarlas, ya que papá nos habia enviado el dinero para nuestros útiles de Hogwarts. Pero yo tenía una rara mala suerte, de quedarme sola. Esta vez no había traído a Ruddy, porque no quería que se escapara o fuese pisado.
Planeaba ir a comprar una canasta de viaje para él, unas cuantas croquetas y unos juguetes para que se entretenga mientras está en el cuarto. Tienda de Animales Mágicos, ahí me dirigía, pero mmm... en realidad, no sé dónde poder encontrarla, nunca la vi en mi primera vez aquí.
Me lleve un dedo a los labios, de seguro estaba detrás, asi que me meto en el callejón que estaba enfrente de Gringotts, pero algo cambiaba mediante pasaba, los colores, la alegría que estaba en el Callejon Diagon se iba perdiendo mientras avanzaba.
Las personas que pasaban se me quedaban viendo, pero de una manera que me ponía incomoda y nerviosa, por lo que esperaba encontrar una de animales, vi inmediatamente Araneolus, o perfecto, ahí habrá algo.
Entre y había una bruja, vieja y arrugada, con el cabello oscuro deteriorado casi tieso, tenía los ojos negros como la ropa, no era un lugar muy bonito, estaba infestado de arañas y libros sobre arañas, tome uno de ellos "Como espantar arañas" "La base es poder realizar el hechizo Arañaexumai o fuego, pero hay más métodos de...".
—Esto no es una librería —hablo la mujer de forma tiesa y aguda—. ¿Vas a comprar si o no?
—Busco unos juguetes —respondo cohibida.
—Las arañas no necesitan juguetes, con que solo le des un buen animal...
—No, no tengo arañas.
—¿Entonces vienes a comprar una?
—Mmm no...
—Si quieres leer un libro, lo tienes que pagar —me extendió su huesuda mano.
—No, busco juguetes para mi perro —le explique devolviendo el libro al estante, pero inmediatamente, la mujer me miro con enojo y levanto su varita sobre su cabeza, haciéndola dejarme casi ciega, pero cuando recupero la visión, las arañas empezaban a salir de sus peceras y jaulas.
Una me brinco encima, y sin querer, mi miedo, hizo que la quemara con una gran flama, la señora horrorizada me miro y se iba a poner a llorar, cuando su voz de enojo me hizo en verdad salir de la tienda.
—Pagaras por esa araña.
—No —digo saliendo de la tienda y corriendo, avance un poco y pude darme cuenta, como salían rayos rojos de la tienda, busca un lugar para esconderte, me dije en mi cabeza, bien, bien, busque desesperadamente y ahí enfrente de la tienda vi un lugar donde podía esconderme muy bien.
Entro y me encuentro a la persona menos inesperada.
Primero pensé que era un cliente, aunque cuando se volteaba, distingui los ojos verdes y bueno las gafas, que andaban rotas.
—¿Harry? —digo sorprendida. Este lleno de polvo me mira con una sonrisa nerviosa.
—Hola, Des —saluda. Iba decir algo, pero algo en mi, me hizo a tomar a Harry por la mano, para meterlo dentro de un armario negro, me mira con desconcierto y le indique que se calle.
—¡¿Dónde estas mocosa?! —exclamaba la vieja, escuche que rompia algo de cristal y alguien de otra habitación entraba.
—¡¿Qué te ocurre Aranabelle?! ¡No puedes entrar a mi tienda y romper cosas porque quieres!
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Destiny y la Camara Secreta [DEH #2]
FanfictionDespués de su primer curso, Destiny espera por su segundo curso en el Colegio de Magia y Hechicería, tan solo deseando porque no haya troles, perros de tres cabezas y el que no debe ser nombrado. Destiny esperaba un año tranquilo, y eso parecía, ha...