Capitulo 10. Come caracoles.

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Durante la semana, las cosas parecían estar regresando a la normalidad, ya que en la mesa, aparecieron Hot Cakes, y los gemelos se acercaron para poder desayunar conmigo y Hermione, aunque no solo ellos se acercaron ese dia, también Jacob, el amigo de Oliver se acerco. Parecía algo interesado en que nos llevemos, no veía el lado malo.

Por otro lado, la semana se volvía cada vez más divertida, aunque para Harry eso era muy malo, debido al hecho de que bueno, Colin Creevey, un chico estaba al principio y al fin de todas nuestras clases, Ron y yo, no podíamos parar de hacer bromas acerca de eso. Por lo que Harry, cada vez se irritaba mas. Pero Ron la pasaba un poco mal, debido a su varita, que todavía no funcionaba correctamente, se superó a sí misma el viernes por la mañana al escaparse de su mano en la clase de Encantamientos y dispararse contra el profesor Flitwick, que era viejo y bajito, y golpearle directamente entre los ojos, produciéndole un gran divieso verde y doloroso en el lugar del impacto.

Aunque el viernes, antes de irnos a dormir, ambos chicos recobraron el autoestima, debido a que programamos ir a visitar a Hagrid el sábado por la mañana, eso les sonó bastante bien.

Al levantarme sábado por la mañana era un poco tarde, pero Hermione, no estaba, mire una nota con letra de Hermione, que hablaba acerca de que la veria en la cancha de quidditch, ¿Por qué ahí? Me pregunte desconcertada.

Pero me puse ropa de diario, unos shorts negros, que eran cubiertos por una sudadera gris, con bolsa enfrente y capucha, me pongo mis zapatillas, además de que aproveche y agarre a Ruddy, para que saliera, tal vez y pueda conocer a Fang.

Estaba yendo a la cancha cuando me encuentro a los de Slytherin casi confrontándose con la mirada, en especial Oliver y Marcus Flint, que parecían tener una competencia de miradas.

—Hay bastante sitio para todos, Wood —escucho cuando me acercaba, estaba mi hermano Tom, Harry, la cazadora Angelina, y creo que la otra se llama Alicia Spinnet. No había chicas entre los del equipo de Slytherin, que formaban una piña frente a los de Gryffindor y miraban burlonamente a Oliver.

—¡Pero yo he reservado el campo! —dijo Wood, escupiendo la rabia, aunque parecio mas una rabieta—. ¡Lo he reservado!

—¡Ah! —dijo Flint—, pero nosotros traemos una hoja firmada por el profesor Snape. «Yo, el profesor S. Snape, concedo permiso al equipo de Slytherin para entrenar hoy en el campo de quidditch debido a su necesidad de dar entrenamiento al nuevo buscador.»

—¿Tenéis un buscador nuevo? —preguntó Wood, preocupado—. ¿Quién es?

Detrás de seis corpulentos jugadores, apareció un séptimo, más pequeño, que sonreía con su cara pálida y afilada: era Draco Malfoy.

—¿No eres tú el hijo de Lucius Malfoy? —preguntó Fred, mirando a Malfoy con desagrado.

—Es curioso que menciones al padre de Malfoy —dijo Flint, mientras el conjunto de Slytherin sonreía aún más—. Déjame que te enseñe el generoso regalo que ha hecho al equipo de Slytherin.

Los siete presentaron sus escobas. Siete mangos muy pulidos, completamente nuevos, y siete placas de oro que decían «Nimbus 2.001» brillaron ante las narices de los de Gryffindor al temprano sol de la mañana.

—Ultimísimo modelo. Salió el mes pasado —dijo Flint con un ademán de desprecio, quitando una mota de polvo del extremo de la suya—. Creo que deja muy atrás la vieja serie 2.000. En cuanto a las viejas Barredoras —sonrió mirando desdeñosamente a Fred y George, que sujetaban sendas Barredora 5—, mejor que las utilicéis para borrar la pizarra.

Destiny y la Camara Secreta [DEH #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora