Capitulo 14. Nunca nos va bien, los treinta y unos de octubre.

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Había logrado dejar a un lado lo que me paso mientras estaba en la exploración de mis poderes, ya que no podía continuar siendo la misma yo. El periódico me mantenía bastante distraída, con eso de que teníamos que idear nuevos artículos para deportes, Cedric y yo, nos quedábamos un largo tiempo hablando y discutiendo sobre el tema. A veces se unía Ian, para decir algo interesante o sumamente irrelevante a lo que discutíamos.

Y cuando llegó octubre, las cosas fueron diferentes, me hicieron olvidarme que los marte y jueves, tenia que cumplir un no castigo. La señora Pomfrey, la enfermera, estaba atareadísima debido a una repentina epidemia de catarro entre profesores y alumnos. Su poción Pepperup tenía efectos instantáneos, aunque dejaba al que la tomaba echando humo por las orejas durante varias horas.

Gotas de lluvia del tamaño de balas repicaron contra las ventanas del castillo durante días y días; el nivel del lago subió, los arriates de flores se transformaron en arroyos de agua sucia y las calabazas de Hagrid adquirieron el tamaño de cobertizos. Era difícil a veces andar por ahí, pero Snape aprovecho la lluvia para que practicara mis poderes de barro, agua, madera y reforzar el fuego, además de crear unos cuantos rayos.

Si Snape es un maestro que pide mas de lo que crees poder dar.

Faltaban unos pocos dias para Halloween,  regresaba a la torre de Gryffindor, con los huesos calados y los pies llenos de barro, aunque me encontré a Harry de camino a la torre.

—Harry —le salude cuando le veía por delante de mi.

—Des, ¿Qué haces por aquí? —me preguntó asombrado.

—Fui a visitar a Ruddy a casa de Hagrid —le mentí.

—Que suerte —soltó mientras ambos caminabamos hacia el mismo destino, una chimenea caliente y cojines abrigados para calentarnos.

—¿Por qué? ¿Cómo estuvo tu entrenamiento? —le pregunte un poco interesada.

—No fue agradable, con o sin lluvia, no iba a ser agradable —dijo un poco frustrado—. Fred y George, espían al equipo de Slytherin y comprobaron por si mismos la velocidad de las nuevas Nimbus. Dijeron que lo único que podían describir del juego del equipo de Slytherin era que los jugadores cruzaban el aire como centellas y no se les veía de tan rápido como volaban.

—No te pongas tan mal —le doy ánimos—, yo creo que ustedes pueden, no le digas que te dije —le comente acercándome un poco a su oído—, pero creo que Oliver bueno, puede saber lo que hace, después de escuchar la manera en que los gemelos hablan de él, bueno yo...

—Leí el artículo, el primer artículo de quidditch —afirmó Harry tan repentino—, me gustaría conocer al escritor.

—¿Por qué? —le pregunte desconcertada.

—Había tanta pasión en el artículo Des, que bueno, tal vez y me desanimo cuando escucho esas noticias, pero lo leo y me vuelven a dar ánimos por el partido —me sonroje levemente, porque era yo—. Tal vez y nos pueda dar mejores platicas antes del enfrentamiento de quidditch.

Pero de repente, nos encontramos con alguien más preocupado que Harry. 

Nick Casi Decapitado, el fantasma de la torre de Gryffindor, miraba por una ventana, murmurando para sí: «No cumplo con las características... Un centímetro... Si eso...»

—Hola, Nick —salude con un poco de animos.

—Hola, hola —respondió Nick Casi Decapitado, dando un respingo y mirando alrededor. Llevaba un sombrero de plumas muy elegante sobre su largo pelo ondulado, y una túnica con gorguera, que disimulaba el hecho de que su cuello estaba casi completamente seccionado. Tenía la piel pálida como el humo, y a través de él se podía ver el cielo oscuro y la lluvia torrencial del exterior.

Destiny y la Camara Secreta [DEH #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora