Capitulo 11. El Expreso de Hogwarts.

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Ya casi era la hora de comer, tenía hambre, comer golosinas no llena. Además estaba un cuanto más tranquila, Hagrid había permitido a Ruddy quedarse con él, ya que le hacía compañía a Fang, entre todos los animales que le rodeaban.

—Des, sabes, creo que debemos unirnos a ese periódico.

—Debes, yo estoy bien así —aclaré mientras miraba mi estómago hambriento.

—Vamos Des, te prestare mis apuntes —la mire sorprendida, ella los ofreció, pero me sentí mal, demonios, corazón de pollo.

—Agh, de acuerdo, entrare contigo al absurdo periódico —dije de malagana, mientras regresábamos.

Apenas pusimos un pie en el fresco vestíbulo cuando oímos una voz.

—Conque estáis aquí, Potter y Weasley. —La profesora McGonagall caminaba hacia ellos con gesto severo—. Cumpliréis vuestro castigo esta noche.

—¿Qué vamos a hacer, profesora? —preguntó Ron, asustado, reprimiendo un eructo.

—Tú limpiarás la plata de la sala de trofeos con el señor Filch —dijo la profesora McGonagall—. Y nada de magia, Weasley... ¡frotando!

Ron tragó saliva. Argus Filch, el conserje, era detestado por todos los estudiantes del colegio.

—Y tú, Potter, ayudarás al profesor Lockhart a responder a las cartas de sus admiradoras —dijo la profesora McGonagall.

—Oh, no... ¿no puedo ayudar con la plata? —preguntó Harry desesperado.

—Desde luego que no —dijo la profesora McGonagall, arqueando las cejas—. El profesor Lockhart ha solicitado que seas precisamente tú. A las ocho en punto, tanto uno como otro.

Harry y Ron pasaron al Gran Comedor completamente abatidos, y Hermione y yo entramos detrás de ellos, por primera vez, no era yo quien infrigia las normas la primera semana en el colegio, me he portado muy bien.

—Filch me tendrá allí toda la noche —dijo Ron apesadumbrado—. ¡Sin magia! Debe de haber más de cien trofeos en esa sala. Y la limpieza muggle no se me da bien.

—Te lo cambiaría de buena gana —dijo Harry con voz apagada—. He hecho muchas prácticas con los Dursley. Pero responder a las admiradoras de Lockhart... será una pesadilla.

—Yo creo que debemos ir a hablar con Clearwater —señalo a la chica que estaba con una chica que no me interesaba saber quien era, pero ambas nos fuimos con Penelope Clearwater, quien nos mira sorprendida, cuando tomamos asiento, como todos en general, no muchos van a otra mesa y menos cuando son cursos mayores—. Queremos unirnos a tu periódico.

—¡¿En serio?! —comenta sorprendida.

—Si —afirmo Hermione—, en realidad, pensaba en que podría hacer un apartado, ya sabes acerca de los Muggles, e hijos de los Muggles.

—Claro, claro, que si, las ideas son muy bien recibidas, que suerte, para ustedes, hoy nos reuniremos por primera vez.

—Crei que eran miércoles.

—Si, pero nadie fue y ahorita las tengo a ustedes, que manera de comenzar, si pueden, atraigan personas, he escuchado que te llevas con chicos Des.

Voltee los ojos no muy animada.

—Veré que hago por ti —dije a mala gana, mientras nos parábamos y nos íbamos a la torre, yo solo iba, Hermione, había decidido juntar gente para una reunión hoy en la biblioteca.

Destiny y la Camara Secreta [DEH #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora