Luna

Capítulo Final: Enamorado de la Luna

A ti que llegaste hasta el final, este capítulo es dedicado solo a ti...

Capítulo Final: Enamorado de la Luna

Todo salió como esperaba, absolutamente todo. Mi vestido, la decoración, las flores... Incluso los votos que el sacerdote nos permitió decir en la ceremonia. Luego de varias insistencias se apiadó de nosotros y nos dejó expresar nuestros propios votos.

La ceremonia ha concluido hace unos minutos y ya estamos montados en nuestra Volkswagen rumbo a la recepción. Miro a Felipe y solo puedo pensar en lo afortunada que soy. Pienso en cada momento que nos trajo hasta aquí. Y mientras más lo pienso más segura estoy de que él es el hombre con el que quiero estar todos los días que me restan por vivir.

En la recepción todos nos esperan. La fiesta comienza y todo fluye a la perfección.

Miro todo a mi alrededor y me parece irreal. Sinceramente jamás soñé con casarme. No era de estas chicas que desde los quince años ya están fantaseando con la boda de sus sueños. Siempre pensé que el matrimonio era un simple contrato, una hoja con validez legal solamente. Ahora es distinto. Para mí es un compromiso real, una formalización especial, sinónimo de unión y amor.

Felipe bebe con sus amigos y yo aprovecho para salir al balcón de la recepción. Necesito un poco de aire. Una vez llego, cierro los ojos y me dejo acariciar por la fresca brisa de otoño. Una voz a mis espaldas me hace saltar en el mismo lugar. Me volteo y me topo con Felipe. Mi suegro me mira divertido.

— Lo siento, no quise asustarte. Te vi salir y quise saber cómo te sientes.

— Estoy bien, es solo que adentro hace calor.

— Ahh....

De repente se hace un incómodo silencio. Hasta que él  decide romperlo.

— El destino no pudo haber puesto en la vida de mi hijo una mujer más ideal que tú. Eres el pilar de Felipe. Eres quien lo hace mejor persona...

— Señor, amo su hijo y déjeme decirte que hizo un buen trabajo con él.

— Ciertamente le pasé buenos genes— dice con una sonrisa en sus labios.

— No me refería al trabajo bilógico, sino a cómo usted fue como padre.

— Me hubiese gustado ser mejor... Cuando él se puso rebelde con la vida no supe aconsejarlo... o más bien seguí el consejo de mi esposa fallecida.

En este momento me siento perdida. ¿De qué habla él?

— No me mires así, para que comprendas te daré esta carta. La escribió mi difunta esposa antes de morir. Fue escrita para ti.

— ¿Para mí?

— Léela.

Abro la carta con cara de confusión. El papel ya está amarillento, después de todo fue escrito hace ya algún tiempo.

A la esposa de mi hijo:

Es muy probable que no pueda estar físicamente en la boda de mi hijo, pero de alguna manera lo estaré. Por eso escribo esta carta casi en mi lecho de muerte. Felipe es lo más bendito que me ha dado la vida y sé que para ti también será una bendición. Tal vez no sé cómo seas por fuera, pero sé cómo eres en tu interior.

Un día, cuando Felipito aún no nacía, conversaba con mi esposo sobre las cosas que queríamos para nuestro bebé. Al principio hablamos de cosas a corto plazo, luego sobre el futuro y de las cualidades que deseábamos para la semillita en mi interior. Queríamos que fuera guapo, y lo fue. Inteligente y lo es. Cariñoso, divertido, comprensivo, puntual...profesional y todo eso lo es. Hablamos sobre la posibilidad de que le rompieran el corazón por primera vez. Eso no lo puedo evitar, pero pasará. Conozco a mi hijo y sé que se perderá. Pero un día llegará una mujer que le hará encontrase una vez más, que lo amará tan fuerte que olvidará todo el sufrimiento pasado... Un día llegarás tú y serás su pilar, serás la mujer que ponga en balance los sentimientos de mi hijo.