¿Cómo paso... esto? [Owari no Seraph] (Crowley x Ferid)

Capítulo 4

Yo: Tengo el presentimiento de que este cap lo haré yo sola.

Nt: Si claro, yo hice casi todo el sueño.

Yo: hey... No tenias que decirlo TwT
Pov. Narradora
Al día siguiente nuestro protagonista se levantó cuando recién estaba amaneciendo, al querer volver a dormir, se le hizo difícil,pero al final logro su cometido.

~En el sueño~

Estaba en un lugar oscuro, no veía nada mas que pura oscuridad, sentía que caía, pero era de forma muy lenta, como si el tiempo fuera en cámara lenta.

Caí en un lugar muy conocido para mi, era el lugar en el que por primera vez conocí a Crowley, en ese tiempo no me caía bien del todo, cuando nos encontrábamos, era todo pelea, pero en ese lugar fue donde hicimos las paces y después bueno amigos, el lugar era el bosque, de recuerdo que fuimos con algunos amigos al bosque para hacer una prueba de valor.

Sinceramente, yo no quería... Pero me vería estúpido siendo el único "nenaza" que no se atrevió a saltar de un acantilado... En un caso normal me hubiera dado igual lo que el, en  ese entonces, idiota de Crowley, las enanas, el ikemen* o incluso a la gente que le podrían contar mi cobardía.

Pero ya ¡AMO MI VIDA!, mas o menos, no me gustaría morir a los 16 años de edad... aún era mi joven, ni siquiera había tenido una mascota. ¡SI! mi sueño era tener una mascota desde los 8 años, pero mi madre es alérgica a... todo.

Dejando mis sueños destruidos de lado, el primero en saltar fue el Tai. ¿Por qué?. Porque es el ikemen del grupo, y como era de esperarse hizo un salto perfecto, sin contar que casi se mata... pero al fin y al cabo fue perfecto. Luego le siguió la enana rosa... y a ella si le salio perfecto, no se mato. Crowley fue el siguiente. Su salto fue, literalmente, perfecto. Ni muy cerca de la orilla ni río adentro, simplemente... PERFECTO.

Recuerdo que cuando paso eso me moría de celos, ¡OTZEA NOH! el ser que más odiaba había logrado un salto perfecto. Y como todo adolescente idiota y con hormonas locas, no iba a dejar que me ganase. Habíamos acordado que la siguiente sería Aiko, para seguir un orden de hombre-mujer y sucesivos. 

Al momento en el que se estaba tomando impulso para saltar, yo ya había saltado. Recuerdo que escuché un grito y en medio salto volteé, no debí hacer eso... pero no me arrepiento. Juraría que dejaría que mi cuerpo chocase contra las rocas si había hecho caer a la loli. Por suerte eso no paso, solo grito por la sorpresa de mi salto, ella seguía al borde del acantilado ¡Pero no cayó! Eso era lo importante.