Ox nos citó en la cueva Tyran, era el refugio de los guardianes de Grexla. Allí se decía que se encontraban los restos de "Jorius" el líder de los primeros protectores del planeta. Era la primera vez en todos las pieles que he mudado que dejaba pisadas mis huellas allí, pues no cualquier yamain entraba, tenías que ser escogido. Los "parandorx" habitantes del pueblo cercano a la cueva se reunían cada vez que las hojas de los árboles cambiaban y se colocaban en un monte formando un círculo parecido al solaria y cantaban. El canto de un yamain es el más sagrado rito, los ancianos dicen que puede no solo revelar los secretos más profundos de la raza si no que es lo único capaz de llegar a transformar un destino ya que ablanda el "ais" de las estrellas, alterando la misión de cualquier espíritu.
Los entrenadores como a Ox les estaba permitido la entrada, puesto que un guardián es lo que es por su guía. La cueva era maravillosamente mágica. Los muros rocosos brillaban, sentía la presencia de los astros celestes en cada roca. Estaba enamorada de aquel lugar. De repente recordé que Trenx estaba a mi lado, lo había olvidado por completo.
-Te gusta esta cueva ¿no? Me dijo sonriente.
Asentí sin darle a entender mi gran entusiasmo de haber tenido la oportunidad de estar allí.
Fijé mi vista en un la luz permanente proveniente del centro del donux donde estaba situada y me acercé sin pensar a ella. Trenx hizo lo mismo.
La luz resplandeciente se tornó en una figura conocida. Era Ox.
-Bienvenidos a la cueva de Tyran,dijo.
Inclinamos nuestros rostros en señal de agradecimiento.
-Los he citado aquí porque tengo la intención de que sean los próximos nuevos guardianes de Grexla.
¿Qué fue lo que dijo? Estaba perpleja al escuchar estas palabras.
-Sé que ambos ya tienen sus propios destinos designados por las estrellas sin embargo deben saber que Koleh me ha comunicado el deseo de los astros luego de ver su entrenamiento el día de hoy. Por supuesto que les falta mucho por aprender y les serviré de guía en el transcurso pero necesito que se comprometan ante los ancestros a contribuir con el cuidado de la prorus que les ha brindado todo.
-Wow es un gran honor para mí. Se inclinó Trenx.
Yo estaba muda.
- Kalhira ¿no vas a decir nada?
Tenía miedo y mucho.
-¿Por qué nosotros especialmente? Se me ocurrió preguntar.
-Kalhira...hija de Rowhlemt, las estrellas siempre han tenido este magnífico deseo para ti...Sé que es mucho a lo que te enfrentas pero ellas confían en ti como yo también confío en ti. Tienes unos dotes que solo te han sido otorgados a ti...los cuales descubrirás a medida que te preparas para ser una guardiana y que además te servirán para llevar al bebé que te han encargado a la tierra. Escogí a Trenx porque aunque no lo creas te ayudará lo suficiente para desarrollar todos esos hermosos regalos con los que has nacido. Y pronto entenderás lo bueno que puede ser esto para tu vida.
En cuestiones de segundos miré a Trenx y pude notar que él ya me estaba observando. ¿Realmente este yamain podría lograr que yo hiciese lo que Ox me está diciendo?
-Ox...no sé si pueda con esto.
-Lo sabía, escuché decir a Trenx y éste salió rápidamente del lugar.
-Kalhira sé que estás asustada, yo lo estaría en tu lugar, pero debes pensar en tu pueblo...en tu familia...en Aquila.
Lágrimas empezaron a brotar de mi rostro cuando escuché el nombre de mi madre. Ahora parecía que solo su recuerdo me entristecía. La necesitaba más que nunca a mi lado. No la defraudaría.
-Ox...cuenta conmigo.
Me miró asintiendo.
-Así será elegida, así lo haré.
Me despedí de Ox para ir buscar a Trenx. Me preguntaba qué le habría pasado por la cabeza cuando dijo que lo sabía.
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Grexla
Science FictionGrexla está siendo invadido por los humanos, ya no nos queda comida , solo cenizas y destrucción. Soy Kalhira la escogida para salvar a mi pueblo, antes de que no pueda siquiera decirle adiós.