Voces encontradas

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Capítulo VIII: En las aguas de Trentu.
Mis manos tocaron el agua que brotaba del manantial. Aunque el pueblo sabía que su colarux era el siempre el mismo, me gustaba siempre sentirla antes de cubrirme en ella.
-Ashy... El agua está deliciosa, le sonreí. Ella me miraba con tanta ternura que solo provocaba en mí que sonriera más.
-Es hora... Le susurré al oído.
La tomé en mis brazos cómo el tesoro más preciado de mi corazón y con delicadeza tomé una jurona, empecé a mojarle la cabeza. Ella se estremecía. Salieron unos añanis de sus labios. Pienso que no se lo esperaba. Minutos después la introduje completamente en el agua. Sé reía. Yo también. Ya era parte de mí. De pronto escuché una voz detrás de mí. Sabía de quién se trataba. Sin duda era Hyrx.
-¡Aquí estás! Te estuve buscando por todas partes. Dijo mientras le hacía muecas a la bebé.
-Babababh..Hyrx se cubría los ojos con sus dos tuxtis manos y luego se las quitaba de encima para hacer reacccionar a Ashy.
-Hyrx, le miré ¿Qué rayos haces?
-Estoy conversando con la bebé más Linda del mundoooooo...¿Verdad que sí? Seguía mirándola fijamente.
-Hyrx, no ves que estoy tratando de bañarla.
-Ya lo sé... Dirigió su mirada hacia mí. Por primera vez desde que había llegado al bosque.
-Quería hablar contigo sobre un asunto muy importante.
-¿De qué se trata?
-Las tropas humanas se avecinan cada vez más pronto y Ox quiere que pases más tiempo en el domo entrenando.... Como es de suponerse.
-¿Y quién se hará cargo de Ashy? Pregunté. Era la única preocupación que me vino a la mente.

-Descuida... Yo lo haré.
-¿Que tu harás qué? Por supuesto que no dije negando rotundamente.
-¿Por qué no? Me observó intrigado.
-Tu no sabes cuidarla Hyrx... Ni si quiera te preocupas por tí mismo. Ayer me di cuenta que no habías comido y ya el Soula se había dormido.
-Vamos Kalh.. Dijo con suavidad.
Jamás me había llamado así.
-Si no lo hago ¿Quién más lo hará?
Además así paso más tiempo con ella. - Será lo mejor¿No lo crees?
Tenía razón, en todo. Si no era el... ¿Quién más la cuidaría?
Hyrx tenía los ojos clavados en mí. Tenía un rostro suplicante. Y no me quedó más remedies que asentir.
-Si quieres aprender a cuidar de ella.. Empezarás por darle de comer. Dije secando su frágil cuerpo y envolviéndola en una násaba blanca.

Él la tomó con delicadeza, la contempló y sonrió.
-¿De quién será esta bebé?
-No lo sé... Supongo que es algo que debemos averiguar.
-Si... Me observó fijamente por unos segundos.
-Gracias por este momento. Sentí unos fríos revolios en mi mejilla. Mi piel se erizó. El colarux me subió de repente.
Hyrx me había besado.

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