Logré escaparme del cuestionamiento que mi madre me estaba planteando acerca de Niall gracias a un fuerte sonido fuera del cuarto de baño que hizo que las paredes retumbaran. Ambas nos situamos frente a la puerta y la abrimos para dejar un espacio y poder ver al hombre de unos 35 años de edad vestido con ropa de limpieza quien nos pidió gentilmente que nos retiraramos para que él pudiera trabajar. Nos encontramos nuevamente con la iglesia en la cual se estaba llevando a cabo la boda, la conversación quedó en el pasado cuando llegamos a nuestros respectivos esposos.
Carla llevaba un fabuloso vestido blanco con una cola larga la cual dos pequeños niños sostenían en su final, lo lucía perfectamente como si estuviera diseñado especialmente para ella, aunque eso no lo dudaba, ella tenía el dinero para poder hacer lo que quisiese con la tela. Estaba feliz eso se podía notar desde unos cuantos kilómetros de lejanía, sin embargo su cara demostraba miedo, supuse que era por si algo salía mal pero todo fue maravilloso, cuando vio a su futuro esposo dejó de preocuparse y una sonrisa espléndida le adornó su rostro.
Luego de que ambos llevaran los anillos y que los invitados los felicitaran y les entregaran regalos, gran parte de de ellos se retiró mientras la otra parte se dirigía a la fiesta privada organizada por mi tía para celebrar.
Todo estaba más que bien, aunque con la duda todavia en mi mente buscaba disimuladamente a mi hermanastro en cada rincón, no podría haber faltado sería una actitud de irrespetuoso. Intenté concentrarme en la música para seguir bailando con mi esposo, después de todo Tom era un muy buen bailarín, dejó a todos impresionados con sus pasos. Muchos intentaron imitarlo y algunos se sintieron frustrados por no poder hacer ni un paso como él, Tom me dedicó una de las sonrisas que me enamoran cada vez más.
-Me haces pasar vergüenza- le dije un poco tímida, había cambiado demasiado con los años ya no era tan caradura como cuando lo confrontaba a mi hermanastro. Era divertido lo admito, pero creo que madure lo demasiado como para saber que estuvo muy bien separarnos definitivamente.
-Que dices? Si bailas como una princesa yo tengo que demostrar que me merezco bailar con vos-
-No mientas, de cualquier manera vos sos el hombre así que impresionalos y dejarme como la esposa del hombre más bonito y encima el mejor bailarín del planeta entero. -dije halagandolo
-Ya lo hice, acaso lo dudas? -dijo mientras soltó una carcajada y me abrazaba por la cintura acercándome a él para darle un beso tierno.
Me dí por vencida, era obvio que ya no vendria, la fiesta estaba que explotaba parecia un boliche en vez de un casamiento. Estaba tan lleno que era difícil caminar entre las personas, tenias que empujarlas si querías hacerte un espacio para pasar, y eso hice. Había estado bailando por unas 3 horas y la fiesta recién empezaba. Tomé asiento al lado de un hombre con sombrero negro quien se dispuso a hablarme, conversamos por un largo tiempo, una charla divertida de cómo la gente podía permanecer tan apretada en la pista sin asfixiarse.
Después de tomar una copa de vino que estaba apoyada en la mesa, me paré para buscar a Tom desde donde me mantenía de pie. Estaba loca si pensaba encontrarlo entre la multitud de gente que se encontraba allí. Dirigí mi vista a las puertas principales las cuales estaban siendo abiertas con cierta extravagancia, por un momento pensé que mi hermanastro aparecería detrás de ellas, una esperanza poco normal se hizo presente en mí, pero no fue así. Una mujer vestida de rojo pasión unos tacos negros de marca y un peinado que debió haber llevado horas de preparación acompañada por un hombre rubio de esmoquin con sus zapatos recién lustrados iban tomados de la mano mientras pasaban las puertas de madera.
Me quede inspeccionando al muchacho que tendría un par de años más que yo, sentía que lo conociera de algún lugar aunque sería imposible ya que nunca conocí a ningún pariente de mi tía o alguien cercano a ella que no fuera su familia. Desvié mi mirada encontrándome con la de mi madre quien tenía la cara pálida como si hubiera visto un fantasma. Pero porque me miraba así si yo no soy un fantasma? Habria visto algo que me involucrara o sólo se sentiria mal y estaba de ese color porque quería vomitar?
