Trece.

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—¿Le dirás al señor Dylan sobre lo sucedido hoy en el centro comercial? —habló Duncan con sus manos en el manubrio del auto, jugué con mis dedos sobre mis piernas algo nerviosa.

—No lo sé, —suspiré— si le cuento esto, no me dejará salir jamas nunca de la casa.

—Entonces ¿qué harás? —apagó el motor el auto y saco las llaves— Si no quieres contarle, sabes que yo seré una tumba.

Era la mejor opción, no contarle absolutamente nada de lo que pasó a Dylan. Si le cuento que John sigue vivo, se volverá loco y querrá buscarlo para matarlo. Si Violet no lo pudo matar, estoy segura que Dylan si podrá. Estoy más que segura.

—No le contaré nada —deje escapar todo el aire que guardaba en mis pulmones— Por favor, que nadie se entere de esto.

—No diré nada —me dio una media sonrisa.

—Eres el mejor —sonreí y deposite un beso en su mejilla— Será mejor que entremos.

*

Encendí la televisión para pasar el momento mientras esperaba a mi bebé, a mi señor D.

—Aburrido, aburrido, aburrido —decía mientras cambiaba de canal cada cinco segundos pero reconocí la foto de Allison, así que deje ese canal— Esperen...

—Anunciamos que Allison, la prófuga del centro psiquiátrico, acaba de ser encontrada. Había cambiado de apariencia y por eso nadie la reconoció, gracias a la llamada de una persona completamente desconocida pudieron encontrarla trabajando en el centro comercial de la ciudad —mostraban imágenes del centro cuando se llevaban a Allison a la fuerza y una risa burlona salió de mis labios pero en eso se abre la puerta y aparece Dylan. Apagué rápidamente la televisión porque no quería que él supiera que encerraron a Allison por mi culpa.

—Hola mi amor —dije con una amplia sonrisa— ¿Cómo te fue?

—Bien, cariño —se sentó a mi lado y me quitó el control de la televisión. Oh no— Estoy exhausto.

—Pero si estas cansado —le quite el control— Vamos a dormir y descansas.

Me miró confundido, junto sus cejas y me volvió a quitar el control. Cerré mis ojos esperando y rogando que la periodista haya cambiado de noticia pero para mi mala suerte, seguían con el mismo tema. Allison.

—¿Qué diablos es eso? —el enojo se apoderó de la voz de Dylan.

—Eh... ¿Qué cosa? —mire a todos lados.

—Dime que tú no tuviste nada que ver con eso —sus ojos se posaron en los míos y sentí que por un momento me besaría ferozmente pero esta vez no sería así.

—No nada que ver con eso, no tengo nada que ver con eso —hice un pequeño puchero con mis labios.

—¡No te creo! —se levanto y se paró frente a mi, lo mire un poco asustada y él llevo sus manos a mis costados, nuestros rostros estaban a solo centímetros de distancia— No te creo.

—¿No, señor D? —mi voz tembló.

—¡Dime la verdad! —me tomó fuertemente de mis brazos, sabia que con esa presión me quedarían marcas.

—Yo... yo —tartamudeé y no pude ocultarlo, las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos y la respiración se entrecortó— Yo solo avise y la fueron a buscar, pero se lo merecía. Ella quería quitarme de tu lado y quedarse contigo ¿cómo no te dabas cuenta?

—¿Qué hiciste qué? —sus ojos se abrieron como platos— Ella no quería quitarme de tu lado, la veía como mi hermana pequeña —sus manos se fueron a mi cuello y presionó un poco, el aire comenzaba a faltarme y cuando me vio casi desmayada, me soltó— No tenias que haber echo eso. ¡Joder!

Tomé una gran cantidad de aire para regular mi respiración, cuando lo logré, me levanté del sofá y le di un fuerte empujo haciéndolo tambalear en su lugar, me miró con odio y con ganas de matarme.

—No vuelvas a hacer eso —le dije con lagrimas en mis ojos— Casi me matas —lleve mis manos a mi cuello y mire el suelo.

¿Por qué siempre tiene que reaccionar así cuando hago algo mal? ¿Acaso no me ama lo suficiente como para perdonarme mis errores? Yo le perdono todo, incluso las veces que trató de matarme... y él solo se enoja por meter en el centro psiquiátrico a la maldita de Allison.

—Vete de aquí —me ignoró.

—Pero bebé —me acerqué a él y trate de tocar su pecho pero me quito las manos antes de hacer contacto— ¿Acaso no me quieres?

—Vete, te dije —nuevamente me ignoró.

—Sabes —saque rápidamente las lagrimas que ya estaban en mis mejillas— Me iré y, espero, no me vuelvas a ver nunca jamás.

—Vete al infierno —gruño.

Rodee mis ojos y camine rápidamente al dormitorio, saque una maleta que tenia y guarde toda mi ropa, mis zapatos, todo. Ya teniendo todo listo, salí hacia la puerta de entrada y pude notar como Dylan seguía parado en el centro del living, con la vista perdida.

—Te odio, Dylan, no sabes cuanto te odio —dije lo suficientemente fuerte para que me escuchara y me marché.

*

Llevaba caminando horas y horas y los pies ya me dolían. El sol se había escondido hace mucho y nadie andaba por las calles. No tenia idea hacia donde me dirigía.

Deje mi maleta en el suelo y me senté sobre ella, miré la luna que estaba llena, amarilla y brillante. Se veía hermosa.

—Que linda —dijo la voz de un hombre.

Miré hacia todos lados y atrás mío había un hombre de unos 30 años, vestía de negro y me sonrió.

—Si, es hermosa —respondí refiriéndome a la luna.

—¿Cómo te llamas? —preguntó cuando estuvo a mi lado.

—___ Quinn —le sonreí y le estreche la mano— Un placer conocerte.

A pesar de estar triste, jamás dejaría mis buenos modales de lado.

—El placer es todo mío —dijo el hombre y respondió tomando mi mano dejando un beso en ella— Llámame Mike, todos lo hacen.

—Que dulce, Mike.

—Eres mucho más guapa de cerca que de lejos —ahora una sonrisa espeluznante salió de su boca.

Corre, idiota.

—¿De... cerca? —tartamudee.

—No sabes cuanto esperaba por encontrarte sola y poder hacer esto.

—¿Hacer qué? —ahora si estaba aterrada del susto.

—Esto —sacó un pañuelo blanco y lo llevó rápidamente a mi nariz, me aferró a su cuerpo con su brazo y me dejo completamente inmóvil. Forcejé para que me soltara pero no tuve éxito, de pronto toda la vista se me volvió completamente negra.

Dylan, ayúdame.



Se acerca el final.👏🏻❤️

Disaster II • Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora