Disaster II • Dylan O'Brien

Epílogo.

—Mami, papi. Scotty quiere golpearme con el bate —lloriqueó la pequeña.

—Golpéalo tú también —respondió Dylan con su mirada fija en los planos que tenia sobre la mesa.

Me acerqué a la mesa con la taza de café lista para Dylan, se la deje a un lado de sus planos y me senté sobre la mesa, claro que no había papeles en ese lugar de la mesa. Dylan dejó lo que estaba haciendo levantando la mirada para encontrarse con mis ojos sobre él.

—Mi amor —susurro pasando su mano desde mis rodillas hasta mis muslos— ¿Por qué no vamos a la cama y me sacas el estrés que tengo?

—¿Tiene mucho estrés acumulado, señor D? —hice un puchero e hice un pequeño masaje en el cuello de Dylan.

—Oh, si —cerró sus ojos, de la misma forma que los cerraba cuando estábamos en la cama— Mucho, mucho estrés.

—Yo puedo encargarme de eso —sonreí.

Dylan abrió sus ojos, estaban llenos de lujuria; puso sus manos en mis caderas y me apegó a su cuerpo, se levantó de la silla y acercó su boca a mi cuello, deposito un camino de besos hasta llegar a mi boca, no abrí mi boca jugando un poco con él y esto lo hizo enojar. Llevó sus manos a mi trasero y le dio un apretón que me hizo sobresaltar y soltar un gruñido, Dylan aprovechó para introducir su lengua a mi boca y comenzar una guerra entre ambas. La temperatura comenzaba a subir hasta que la voz de Scotty nos interrumpió y nos recordó que no estábamos solos.

—Mami, le pegue con tu bate a Shelly y le está saliendo sangre de la cabeza —dijo Scotty con su dedo en la boca.

—Ay Scotty, te hemos dicho que no tienes que golpearle tan fuerte a tu hermana —dijo Dylan poniendo los ojos en blanco y se separo de mi— Lo siento cariño, pero tendremos que dejarlo para otro momento —sonrió y me dio un beso en los labios.

Pero el beso había sido en los labios y la sensación de sus labios la sentí en el cuello, abrí mis ojos lentamente y pude darme cuenta que estaba acostada en el sofá y Dylan me estaba sonriendo, se encontraba a mi lado y todo había sido un sueño. Un hermoso sueño que en algún futuro se haría realidad.

—¿Que pasa? —preguntó Dylan acariciando mi cabello.

—Soñé que teníamos dos hermosos hijos, Scotty y Shelly, dos diablillos —reí sentandome en el sofá— Scotty le rompía la cabeza a Shelly con mi bate y le lograba sacar sangre.

—Estas loca —soltó una risa y me entrego un papel— Es una carta de John, acaba de llegar, te dejaré sola para que la leas.

—Esta bien —arrugue mi frente mirando la carta en mis manos.

—Te amo hermosa —levantó mi cara con su mano en mi barbilla y dejo un beso en mis labios, se levantó y se marchó, me quede completamente sola.

"DYLAN SI LLEGAS A ABRIR ESTA CARTA TEN PRESENTE QUE IRÉ Y TE GOLPEARÉ EL TRASERO TAN FUERTE QUE NO LOGRARAS SENTARTE EN UNA SEMANA.

Pequeña: Ya han pasado seis meses desde la última vez que nos vimos y no he tenido el maldito valor para llamarte, perdoname. ¿Cómo estás? ¿No te ha echo sufrir el idiota de Dylan? Porque si es así, me lo dices y te traere conmigo, sabes que estaré disponible para ti veinticuatro siete. Te escribo para que tengas alguna noticia mía, estoy a unas 4 horas en avión de donde tu te encuentras, estoy muy lejos de ti; pero me ha ido muy bien en mi trabajo, tengo un club nocturno y vendo alguna que otra cosa, todo espectacular, soy el jefe de este puto estado. Estoy conociendo a una chica, es tan guapa como tú. Unos hermosos ojos color verdes, piel blanca y cabello castaño. Mi muñeca. Pero tú siempre seras mi pequeña. No sé que más decir, te quiero mucho pequeña. Pronto tendras nuevas noticias mías. Cuídate."

—Oh John, no sabes cuanto te extaño —sonreí y guarde la pequeña carta en el mueble que tenía en la habitación.

Me mire al espejo, mi cabello era un desastre así que lo peine con mis dedos y salí de la habitación, camine por el pasillo cuando me encuentro con Duncan.

—Duncan ¿que pasa? —pregunte acercandome a el.

—Nada ____, venía a preguntarte si quieres comer algo —metió las manos a sus bolsillo— El señor quiere comer panqueques.

—Que rico, yo también quiero —sonreí aplaudiendo.

—Después de comer, iremos al centro comercial —me miró— Por si quires ir, para que te abrigues, es una noche fría, estamos en pleno invierno.

—¡Claro que iré! —abrí mis ojos como platos— Necesito robar unas cuantas cosas que me hacen falta.

Con Dylan las cosas han ido estupendo, somos una hermosa pareja ¿pareja? Ja, somos un hermoso desastre juntos. Desde hace siete meses, desde ese maldito día que Mike trato de aprovecharse de mi, todo cambio entre nostros. El ahora me cuida mucho más, me conciente mucho más, me ama mucho más. Estoy completamente feliz a su lado, cada día nos demostramos que nos amamos mutuamente, no tengo ninguna duda de su amor hacía mi. Claramente hay días en que tenemos nuestras discuciones y solo queremos matarnos pero todas las peleas terminan en besos, abrazos y nosotros junto a la cama. Hasta me regaló un puto anillo de compromiso, antes era su chica, ahora seré su mujer. La reina de Midway City, ahora si tengo mi reino. Ahora si tengo a mi Rey.

FIN.